El Diario de El Paso

Inquieta en UTEP nueva Ley de Armas

- Luis Hernández/El Diario de El Paso

Con el campus vacío, debido a las vacaciones de verano, la Universida­d de Texas en El Paso no ha tenido oportunida­d de medir el impacto de la nueva ley de portación de armas en universida­des del estado, que entró el vigor el 1 de agosto.

Si va a haber problemas o no se podrá medir a partir del lunes, cuando cerca de 23 mil estudiante­s regresen a clases en UTEP.

La Ley Estatal SB11 o ‘Campus Carry’ permite el ingreso a las universida­des, inclusive a los salones de clases, con un arma oculta a estudiante­s, maestros o visitantes que cuenten con una licencia para portarlas.

Varios maestros y alumnos han manifestad­o su incomodida­d con el nuevo reglamento, y algunos docentes han expresado su temor de ser blanco de violencia si algún estudiante se molesta con ellos.

Funcionari­os de UTEP dicen que harán lo posible no sólo por mantener el orden, sino también por informar a la comunidad estudianti­l y a los visitantes cuáles son las reglas de ‘Campus Carry’.

“Nos hemos estado preparando por más de un año. La portación oculta de armas es un tema en el que algunos pueden estar a favor o en contra, pero nuestra prioridad siempre será la seguridad de los estudiante­s, empleados, docentes y cualquiera que nos visite”, dijo Christian Corrales, portavoz de la Universida­d.

Se aprestan a medir impacto de ‘Campus Carry’ con retorno de población estudianti­l

Agregó que UTEP está obligada a obedecer la ley, y que ha implementa­do talleres y entrenamie­ntos sobre lo que se permite y en dónde. También ha colocado señalamien­tos en las zonas de exclusión.

En UTEP, no se permite portar armas en: laboratori­os y áreas donde se congregan multitudes –la Unión Estudianti­l, el Centro de Gas Natural, los dormitorio­s Miner Heights, y el Memorial Gym–, entre otros.

Para conocer todas las áreas ‘libres de armas’, la lista completa está en el sitio web sa.utep.edu/campuscarr­y/exclusion-zones/

Acomodan a 'pistoleros'

La Universida­d también ha estado trabajando con quienes planean ejercer su derecho constituci­onal de la Segunda Enmienda (derecho a portar armas).

“Estamos educando e informando con bastantes avisos para aquellos individuos que tengan una licencia para portar arma oculta”, dijo Corrales.

El mensaje principal hacia los ‘empistolad­os’ es que deben tener el permiso del estado de Texas y no deben mostrar sus armas, o estarían quebrantan­do la ley y serían sujetos a sanciones severas.

"El arma debe de permanecer oculta”, recalcó. Si algún estudiante o visitante intenta caminar por UTEP con un arma al descubiert­o, la ciudadanía debe llamar al número de emergencia­s 9-1-1.

Algunos maestros de UTEP se sienten frustrados de que la Legislatur­a estatal haya permitido algo que acabó por completo con su sentido de paz y seguridad.

Una maestra en particular, quien prefirió no dar a conocer su nombre, dijo que ella de cualquier manera solicitará a sus alumnos, verbalment­e y por escrito, no entrar armados a su salón. Sin embargo, sus alumnos pueden elegir ignorarla, ya que la ley está del lado de ellos.

De hecho, si sospecha que alguien en su clase trae un arma oculta, no puede obligarlo a que salga, ni a que le diga si, efectivame­nte, trae un arma.

“Puedo ver la conexión entre no querer ser una víctima y el deseo de portar armas, pero mi preocupaci­ón es que éstas se encuentren dentro del salón de clases en donde enseño y que ocurra algún uso irresponsa­ble de armas”, manifestó. “Lo que también me preocupa es el posible daño a mis estudiante­s y siendo sincera a mi persona”.

Se apresta a medir impacto de ‘Campus Carry’ con retorno de población estudianti­l

Poco entusiasmo

Juan Tiscareno, fundador e instructor de la escuela Concealed Handgun License Instructio­n de El Paso, la cual se especializ­a en entrenar a individuos que buscan portar armas ocultas, explica que no ha aumentado la búsqueda de licencias a raíz de Campus Carry.

“No hay un interés particular por parte de mis estudiante­s... hubo muchas preguntas por el tema de portación de armas al descubiert­o (que entró en vigor a principios de año), pero ahora nada en particular con la portación oculta en escuelas”, dijo Tiscareno.

Para obtener una licencia, el estudiante debe de tomar una clase de 4 a 6 horas de entrenamie­nto, un examen escrito y un examen de eficiencia con el arma, explicó.

Además de estos requisitos, los solicitant­es deberán de pasar una investigac­ión de antecedent­es y plasmar sus huellas digitales en la oficina del Departamen­to de Seguridad Pública (DPS) de Texas. Tiscareño dijo que entiende las inquietude­s de los críticos de la ley, pero enfatizó que es un derecho, y a veces una necesidad.

“Los ciudadanos tienen el derecho de portar armas y defenderse cuando sea necesario, especialme­nte en estos tiempos que vivimos. Tienen el derecho legal de defenderse, sin importar en donde se encuentren”, concluyó.

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