Miembro de la Guardia Nacional dona riñón a extraño
San Antonio, Texas — Cada día traía la posibilidad de algún milagro, pero Arthur Corenblith, de 56 años, casado y padre de dos hijos, perdía rápidamente la esperanza y se preguntaba cuántos días le quedaban de vida.
Padecía una enfermedad genética y necesitaba un trasplante de riñón, pronto. Amigos y familiares intentaron donar, pero quedaron descartados por sus antecedentes médicos. Su hermana escribió un letrero en su automóvil que decía ‘mi hermano necesita un riñón'.
De repente, sin que él lo supiera, había encontrado su milagro. O más bien su milagro lo encontró a él.
La especialista de la Guardia Nacional de Texas Brittany Reppond de 21 años, especialista en carpintería y albañilería en el Batallón de Apoyo de la 197ava Tropa Especial destacamentado a las afueras de Camp Bullis, trabajaba como vendedora en el exterior de una gasolinera local.
“Vi en la parte de atrás de un automóvil, ‘Mi hermano necesita un riñón”, dijo Reppond.
Ella llamó al número que venía en el vehículo y la hermana de Corenblith le dio toda la información que necesitaba. Respondió justo a tiempo.
Meses después de la operación, los dos texanos aún se mantienen en contacto.
“No me arrepiento”, dijo Reppond, quien ahora es bombero voluntaria.
“Hasta el día de hoy, este mismo momento, batallo muchísimo para agradecerle lo suficiente y saber qué decirle. Ella me salvó la vida", comenta Corenbilth.