Sexo, ambición y fidelidad en la sombra de Hillary
WHuma Abedin tomó la decisión de separarse definitivamente de su marido, el ex congresista demócrata Anthony Weiner, poco antes o después –o quizás durante– un acto de recaudación de fondos para Hillary Clinton. Habría sido difícil encontrarla en otro lugar, lejos de la que ha sido su mentora, amiga y confidente.
Su último cumpleaños lo había celebrado también junto a Clinton, en Filadelfia, donde ese 28 de julio esta cumplía el sueño de su vida al ser nominada candidata demócrata a la Casa Blanca.
Abedin está acostumbrada a estar a la sombra de Clinton, aunque nunca demasiado lejos. Esa ha sido la discreta pero imprescindible posición que ha ocupado la mitad de su vida, siempre fiel a quien aspira a ser la primera presidenta de EU
La hija de un intelectual musulmán indio y una académica pakistaní se crio desde los dos años en Yeda, Arabia Saudí.
Huma sólo regresó a su EU natal a los 18 años, para estudiar en la Universidad George Washington.
En 1996, entró con una beca en la Casa Blanca. Su objetivo era trabajar para el secretario de prensa del entonces presidente, Bill Clinton, pero acabó en la oficina de la primera dama.
Nunca más se separaría de Hillary Clinton. Cuando esta se presentó al Senado, en 2000, Abedin ya era su asistente personal. Abedin conoció a su todavía marido, Weiner, durante un encuentro demócrata en 2001.
El ex presidente Bill Clinton los casó nueve años más tarde.
El mundo de la moda es su segunda pasión y a lo que dice que se habría dedicado de no cruzarse en su camino Hillary Clinton.
Desde su actual puesto como vicepresidenta de la campaña de Clinton, Huma Abedin viaja allí donde vaya la candidata, decide muchas cosas con ella o hasta por ella y todo el mundo la describe como la persona a contactar si se quiere llegar a Clinton, para quien es como una segunda hija.
“A lo largo de los años, hemos compartido más almuerzos de los que puedo contar, hemos celebrado juntas y nos hemos consolado juntas”, contaba, quizás proféticamente, la propia Abedin en el número de agosto de Vogue, que salió pocos días antes de que se rompiera definitivamente su matrimonio.
Eso sucedió el 28 de agosto, cuando The New York Post publicó la última tanda de fotos de contenido sexual que Weiner había enviado a otra mujer, reincidiendo en un comportamiento que ya le costó su prometedora carrera política en Washington en 2011 y, dos años más tarde, su intento de postularse a la alcaldía de Nueva York.
Durante todos estos escándalos, Abedin permaneció a su lado, algo incomprensible para muchos de los que alaban la inteligencia e instinto político de la mano derecha de Hillary Clinton.