Fingió ser alemana para espiar a nazis
Sobreviviente del Holocausto presentará sus memorias en El Paso
En plena Segunda Guerra Mundial, a los 24 años de edad Marthe Cohn desafió el peligro para espiar al ejército de la Alemania nazi, haciéndose pasar por una enfermera alemana, debido a que hablaba el idioma sin acento.
Siendo judía, se trataba de una misión de carácter suicida que Cohn realizó con valentía en el año de 1944. La información que obtuvo al pretender que indagaba el paradero de su prometido, le permitió salvar vidas de la Resistencia Francesa, mientras entraba y salía de las líneas de batalla alemanas,
“Cuando les contaba de mis acciones nadie me creía”, dice la sobreviviente del Holocausto, de 96 años, que reside ahora en California. “Pensaban que eran cuentos”.
A 72 años de estos hechos, Marthe Cohn estará en El Paso este domingo 10 de septiembre para presentar su libro de memorias, titulado Behind Enemy Lines: The True Story of a French Jewish Spy in Nazi Germany (Detrás de las líneas enemigas: la verdadera historia de una espía judía en la Alemania nazi).
“No tenía ni idea de en lo que estaba metiéndome”, dijo Cohn. “No soy mentirosa o actriz, pero mi supervivencia dependía de esto… lo hice por lo que los alemanes nos hicieron”, comenta.
Nacida en el seno de una familia judía ortodoxa, en la zona fronteriza entre Francia y Alemania, Marthe fue testigo de cómo una de sus hermanas fue enviada al campo de concentración de Auschwitz y nunca volvió a saber de su paradero.
En noviembre de 1944, tras la liberación de París, Cohn se enlistó en la Resistencia Francesa. Para entonces, su prometido había sido asesinado por los nazis.
Aprovechando su dominio de la lengua germana logró introducirse en territorio alemán, desde donde enviaba reportes de inteligencia militar, pero aún así no fue fácil.
“Cuando se enteraron de que hablaba alemán me propusieron que participara en una misión de espionaje. La inteligencia francesa buscaba a una mujer que hablara alemán como espía”, dice Cohn.
Después de 14 intentos frustrados por ingresar a Alemania, en el número 15 logró su cometido, entrando por la frontera con Suiza. En sus bolsas portaba una identificación alemana y la fotografía de un soldado germano –su supuesto novio– a quien decía que intentaba localizar.
Durante tres meses deambuló por Alemania hasta que conoció a un oficial de las SS que le permitió ingresar al campo de batalla. Ahí supo, entre otras cosas, la posición de una unidad militar alemana lista para emboscar al Ejército de EU; esta información le permitió salvar decenas de vidas aliadas.
“Tengo un sexto sentido del peligro”, dijo Cohn. “Es por eso que sigo viva”.