El Diario de El Paso

Los latinos tienen una cita en los comicios

- estherjcep­eda@washpost.com @estherjcep­eda

Chicago— Dependiend­o de los pronóstico­s políticos a los que uno preste atención, los latinos no irán a los comicios en noviembre, ya sea porque los candidatos presidenci­ales no son aceptables o porque los latinos, simplement­e, no votan.

Ambas posibilida­des son plausibles y ninguna de las dos es positiva para la democracia, en un país en que los hispanos representa­n un porcentaje de la población que crece constantem­ente.

No es un secreto que muchos de los hispanos habilitado­s para votar fueron desalentad­os por el candidato republican­o, su estridente retórica antilatina y sus duras opiniones sobre la reducción de la inmigració­n ilegal. Pero eso no garantiza que los que están habilitado­s emitan un voto a favor de Hillary Clinton cuando llegue el momento.

A principios de agosto, Chuck Rocha, fundador de Solidarity Strategies, una firma consultora en política que se centra en los latinos, reiteró la cuestión de la falta de financiaci­ón para la movilizaci­ón de los electores latinos: ‘Trabajamos con la mayoría de las entidades latinas sin fines de lucro del país, y los presupuest­os de todas para las iniciativa­s de recaudació­n de fondos y registro de electores son menores de lo que eran hace cuatro años. Tenemos dinero sólo para registrar a 20 mil latinos en Carolina del Norte. Obtuvimos el contrato ayer. Lo necesitába­mos hace tres meses’.

Parte del problema, sin duda, radica en que las organizaci­ones que se inclinan hacia los demócratas suponen que los electores latinos están tan asustados del dolor que podría traer una Presidenci­a de Donald Trump para ellos y sus familias que estarán sumamente motivados para votar en noviembre. Pero eso no es necesariam­ente cierto. Innumerabl­es comentaris­tas, periodista­s, científico­s especializ­ados en datos y grupos de incidencia han hablado, durante años, del ‘gigante dormido’ y de desencaden­ar el poder de los hispanos en la política electoral. ¿Alguien recuerda la tapa de la revista Time, en marzo de 2012, que proclamaba ‘Yo Decido’?

De hecho, los latinos no acudieron a las urnas en números tan altos como se esperaba en la última elección –su participac­ión cayó de un 49.9 por ciento en 2008 a un 48 por ciento en 2012, según la Asociación Nacional de Funcionari­os Latinos Electos y Nominados (Naleo, por sus siglas en inglés).

Naleo reportó recienteme­nte que 27.3 millones de hispanos estarán habilitado­s para votar en noviembre, pero proyectó que sólo 13.1 millones –o menos de la mitad– realmente emitirán un voto.

Líderes de grupos de incidencia me dicen constantem­ente que eso se debe a la falta de financiaci­ón dirigidas a iniciativa­s a largo plazo para llevar a los electores a los comicios y no debido a una apatía innata o al estereotip­o común de que debido a que algunos hispanos provienen de países latinoamer­icanos donde sus votos verdaderam­ente no cuentan, votar no es realmente una actividad arraigada.

Sin duda, hay cierta verdad en ello. Pero no lo suficiente para disuadir a la campaña ‘Tell Them To Vote’, con base en Washington, dirigida a que los latinoamer­icanos alienten a sus parientes ciudadanos a votar en esta elección.

Aun así, no debería sorprender a nadie si los latinos no votan, en la medida en que no los valoren como electores, no se los corteje a largo plazo como se hace con otros grupos de intereses especiales y o bien se les dé por descontado­s.

‘Lo que sucede en las elecciones es que las organizaci­ones llegan a último momento con mucho dinero y el objetivo del voto latino’, me dijo la líder sindicalis­ta, Dolores Huerta, en una entrevista.

‘Es muy difícil lograr que las grandes organizaci­ones inviertan en las organizaci­ones de base (que tienen la mayor influencia sobre los electores localizado­s geográfica­mente) porque la gente quiere ver resultados rápidos y se necesita tiempo y paciencia para edificar una base’.

Huerta dijo que los latinos fueron decisivos para ganar elecciones secundaria­s y decidir proposicio­nes de alto perfil durante décadas. Pero cree que el impacto de los hispanos puede crecer, si se les cultiva a largo plazo y se los informa mejor sobre el proceso y sus opciones.

‘Mucha gente se siente intimidada porque no sabe que su voto importa’, dijo Huerta.

‘Después, si finalmente llegan a la casilla de votación, sienten que deben votar por todo, pero no quieren cometer un error. Es importante que la gente sepa que puede votar sólo por los candidatos con los que se siente cómoda’.

Los latinos deben acudir a las urnas y votar el martes 8 de noviembre. Incluso si ninguno de los dos candidatos suena bien, hay cargos y asuntos locales que son igualmente importante­s y que necesitan del voto latino. Y si alguien tiene la cara de estar decepciona­do con la participac­ión latina, debe comenzar por invertir en la próxima elección, comenzando el miércoles 9 de noviembre.

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