Reaparece Melania Trump tras su criticado discurso
Washington— La última vez que los electores oyeron algo sobre la potencial primera dama de EU, Melania, era finales de julio. Melania Trump dio un discurso en la Convención Nacional Republicana realizada en Cleveland y posteriormente acompañó a su esposo mientras los globos caían, saludando de lejos al público en lo que está empezando a parecer una despedida prematura a la campaña.
A partir de entonces, no ha hablado en público y prácticamente ha desaparecido, dejando un rastro de preguntas y vacíos en su biografía personal. Apenas el miércoles por la noche –después de siete semanas de ausencia– se dejó Melania Trump ver en un evento de campaña, sentada entre los asistentes mientras su esposo se dirigía a un foro sobre seguridad nacional.
Su prolongado silencio tuvo lugar tras el fiasco por el discurso que dio durante la convención, resultando que fragmentos del mismo habían sido plagiados.
Luego cerró su sitio de Internet al revelarse que no existen pruebas de que haya obtenido una licenciatura, como se aseguraba en la página.
Recientemente, la ausencia de Melania Trump se ha vuelto lo bastante notable como para dar en Twitter pie a hastags tales como #DóndeestáMelania y “Liberena Melania conforme la gente intenta determinar dónde se encontraba y cómo le estaba yendo. Por fin apareció la noche del miércoles, sentada entre el público en el Museo del Mar, Aire y Espacio en Nueva York mientras su marido hablaba en el foro de NBC.
Los televidentes sólo pudieron verla de vez en cuando al momento en que las cámaras hacían paneos entre los asistentes. Y aunque el tema sobre la inmigración ilegal resulta fundamental para la plataforma de su marido, ni Melania Trump ni el equipo de campaña de Trump han presentado documentos que prueben cómo obtuvo la inmigrante eslovena visa para trabajar en EU ni cómo sacó su residencia en el 2001.
Melania Trump ha manifestado haber “cumplido totalmente en todo momento” las leyes inmigratorias; Donald Trump ha dicho que su esposa está “muy documentada”.
Aun mientras el equipo de campaña rehúsa completar los pormenores relativos a la vida de Melania Trump, ella ha contratado un abogado a fin de responder a los reportes informativos en los cuales se indaga su pasado.
La semana anterior, la ex modelo de moda demandó por difamación a un bloguero y a un periódico británico que ya se retractaron por los reportes donde se sugería que alguna vez trabajó como “acompañante”.
Fuera de ahí, la mujer que podría supervisar al personal de la Casa Blanca y dirigir una plataforma mundial a favor de EU no ha dicho casi nada.
Aún no se organiza la conferencia de prensa en la que su esposo prometió abordar preguntas inmigratorias. Y no hay indicio alguno de que Melania Trump vaya a desempeñar un papel significativo en la parte final de la campaña de su marido, sorprendente alejamiento de la tradición en la cual las cónyuges de los candidatos hacen las veces de representantes claves en el esfuerzo por llevar a los electores a las urnas.
El equipo de campaña de Trump no respondió las numerosas solicitudes de comentarios, ni contestó las preguntas específicas acerca de la participación previa o futura de Melania Trump en la campaña.
En muchos sentidos, el enfoque de Melania Trump a la campaña va de acuerdo con un paradójico patrón en su vida, uno en el cual ha buscado los reflectores y también se ha retirado de ellos.