Jefe de Policía, orgulloso de sus raíces chihuahuenses
Originario de Santa Bárbara, cruzó indocumentado con su madre y hermanas en 1980
Wichita, Kansas— José Salcido aspiraba a ser un agente de Policía desde los 9 años, cuando emigró con su madre y dos hermanas de Santa Bárbara, Chihuahua a esta ciudad industrial del Medio Oeste estadounidense.
El niño tomaba cada oportunidad para saludar a agentes en las calles de su barrio y al mismo tiempo aumentar su colección de fotos de policías locales, sus ídolos.
Esta semana, Salcido, de 45 años, fue nombrado subjefe del Departamento de Policía de Wichita, con lo que corona una carrera de poco más de dos décadas con la corporación. Desde los 24 años trabajó de patrullero, detective asignado a casos de tráfico de droga, y varios puestos administrativos.
Lo extraordinario del nombramiento es que Salcido es el primer latino en ocupar un puesto tan alto en la corporación, y que él, su madre y sus hermanas llegaron a Estados Unidos como indocumentados.
Alrededor de 1980 los cruzó un ‘pollero’ por Texas y su madre trabajó desde entonces en una lavandería, y posteriormente lavando trastes. Otros miembros de la familia llegaron después y se asentaron en Kansas.
Wichita, Kansas— La familia “arregló” sus papeles gracias a la amnistía migratoria de 1986, cuando Salcido era estudiante de high school.
Ya con su estatus legal, el joven inmigrante chihuahuense prestó servicio en la Guardia Nacional de Kansas, destacando en la primera invasión de Irak, conocida como Operación Tormenta del Desierto. Recibió medallas por valor y mérito. Regresó a Kansas y estudió una licenciatura en la Universidad Estatal de Wichita, entrando luego al Departamento de Policía. Diez años después, en su tiempo libre, recibió una maestría en administración de empresas.
No olvidó sus orígenes
Sus raíces mexicanas le permitieron Salcido mejorar las relaciones entre la Policía con la creciente comunidad hispanohablante, en la cual todavía había gente renuente a hablarle a las autoridades cuando es víctima de un crimen, por miedo.
Salcido inició una academia de policía ciudadana, la cual educó a líderes latinos y a gente común y corriente sobre sus derechos como víctima, testigo, e inclusive autor de un delito. El jefe de Policía Gordon Ramsay, quien tomó posesión de su cargo en enero, dijo que era hora de cambiar las cosas por estos lares.
“José es un hombre de integridad y nos dará un empujón en la dirección correcta”, dijo Ramsay, refiriéndose a que Salcido entiende las necesidades de la población, inclusive aquellas que se podrían haber sentido marginadas.
“José entiende la importancia de formar buenas relaciones comunitarias. No podemos acercarnos a la gente solamente cuando ocurre un problema”, concluyó Ramsay. “Yo busqué a alguien que no tema estar en desacuerdo conmigo y me diga cuando estoy equivocado”
Ya habiendo contribuido a un acercamiento con la comunidad, la siguiente tarea de Salcido, ahora como subjefe, será modernizar las operaciones del departamento, en términos de tecnología y operaciones de inteligencia, específicamente cómo compilar datos para combatir el crimen con mayor eficiencia.
Salcido también estará a cargo de reclutar nuevos policías, lo cual representa una oportunidad adicional de promover buenas relaciones entre la Policía y grupos minoritarios, diversificando las filas de la corporación. El nuevo subjefe dijo que una de sus metas es duplicar la presencia de agentes hispanos en Witchita. Sólo 7 por ciento de los 660 agentes de esta ciudad son hispanos.
“Siendo el primer subjefe latino, espero aportar un punto de vista distinto”, dijo Salcido, un hombre de pocas palabras, quien al recibir su nombramiento se concretó a dar gracias a Dios, a su familia por su paciencia, y al jefe Ramsey por tener fe en él. (Anna Macías/Especial para El Diario)