El dominio del inglés y la lengua madre
Chicago— Hace años, la profesora de Stanford, Guadalupe Valdés, observó que muchos estudiantes de familias inmigrantes a menudo se veían atrapados en programas disfuncionales de Inglés como Segunda Lengua y pocas veces podían encontrar salida.
‘En el actual contexto, en que el sentimiento antiinmigrante prepondera más que nunca, el público en general acusa a los niños recién llegados de no querer aprender inglés y de no aprovechar la educación que les brinda el estado con grandes costos’, escribió Valdés en ‘Aprender y no aprender inglés’, publicado en 2001, agregando que ‘se relega a los niños inmigrantes a maestros con preparación inadecuada, que trabajan en aulas mal equipadas. Estos niños acaban por tener que arreglárselas como pueden, muy a menudo, de mala manera’.
El secretario de Educación, John B. King, expresó algo parecido en un informe telefónico sobre cambios en la instrucción de inglés como segunda lengua en las escuelas públicas. King dijo que la nueva guía es de importancia fundamental porque, ‘en muchos lugares de todo el país, los alumnos de inglés tienen menos acceso a profesores de calidad, menos acceso a cursos avanzados y menos acceso a los recursos que necesitan para triunfar’.
Se calcula que los alumnos de inglés representan casi el 10 por ciento de la población de jardín de infantes a 12º grado de la nación, según King, quien dijo también que alrededor del 45 por ciento de esos alumnos son hispanos. Y aunque la educación para ellos aún necesita mejorar en muchos aspectos, es mucho mejor de lo que lo era hace una década, cuando la marea comenzó a alejarse de la segregación de alumnos de inglés de sus pares para una ‘instrucción protegida’.
Hoy en día, una combinación de reglamentaciones del Departamento de Educación y un enfoque de ‘permitir que mil flores florezcan’ para ayudar a los alumnos de inglés produjo un entorno en que el rigor y la responsabilidad para la adquisición del inglés no son ya una broma.
‘Tenemos una nueva oportunidad con ESSA (siglas en inglés de la Ley Todo Estudiante Triunfa, sucesora de la ley de 2015, Que Ningún Niño Quede Atrás) para aprovechar el momento a fin de realizar las decisiones correctas e interesar a los accionistas’, dijo King. ‘Hemos evolucionado mucho en el reconocimiento de que hablar más de un idioma es una ventaja y una cualidad, y no una debilidad’. ¡Caramba! Escuchar que el secretario de Educación diga que una lengua madre que no es el inglés es una ventaja que los estados y sus escuelas deben proteger y capitalizar es asombroso para todos los ex estudiantes de inglés, a cuyas familias se presionó para que hablaran sólo inglés en su casa –práctica que se sabe que no es contraproducente para el aprendizaje de inglés como segunda lengua.
King sugirió que los estados y los distritos escolares deben examinar la posibilidad de apalancar las lenguas madre para apoyar el éxito académico mediante una variedad de métodos y estrategias. Debe alentarse a los estudiantes y dárseles herramientas para que sean verdaderamente letrados en su lengua madre y en inglés. King señaló que los programas de dos idiomas, que combinan a estudiantes cuya lengua madre es el inglés con estudiantes cuya lengua madre es el español, cada vez más populares en todo el país, demostraron acelerar el bilingüismo en ambos grupos.
Y lo mejor de todo –desde la perspectiva de una persona que enseñó a alumnos de inglés y vio programas que hacían más mal que bien– es que la nueva guía pide que los estados establezcan procedimientos de ‘ingreso’ y egreso para esos estudiantes.
(Nuevas investigaciones de la Universidad de Oregon recientemente hallaron que designar a estudiantes de los primeros años de la escuela elemental que son casi competentes en inglés como ‘alumnos de inglés’ puede aumentar el estigma, impedir que accedan a recursos escolásticos de nivel más alto y generalmente impedir el éxito académico.)
Adicional, y fundamentalmente importante, los estados tendrán que separar sus datos sobre alumnos de inglés para revelar el desempeño y el aprendizaje de estudiantes con discapacidades –y cómo encarar de la mejor manera el problema de los ‘estudiantes que estuvieron en programas durante varios años y aún no aprenden’, como lo expresó King.
Hay esperanza de que este cambio de política mejore las cosas. El Departamento de Educación anunció recientemente 22 millones de dólares en subvenciones para que los programas de preparación de maestros proporcionen desarrollo profesional para personal escolar que trabaja con alumnos de inglés, y nuevos datos muestran que los logros académicos de los inmigrantes recién llegados están aumentando constantemente.
Eso significa que los padres y las escuelas podrán asistir mejor a sus alumnos no sólo a mantener su lengua madre, sino también a empujarlos para que dominen la lectura, redacción y comunicación en su lengua madre y en inglés, una situación ideal.