Autoridades permiten siga protesta vs oleoducto texano
Bismark, D.N.— El extenso campamento que constituye una manifestación en vivo contra el oleoducto Dakota Access que pasa por cuatro estados cuenta con casi todo lo que necesita para ser autosustentable: alimentos, leña, agua potable y techo.
Todo, excepto permiso para encontrarse en terrenos federales en Dakota del Norte.
Funcionarios federales anunciaron que no desalojarán al Oceti Sakowin, o campamento Fuegos del Consejo de los Siete, por razones de libertad de expresión, a pesar de que se halla en tierras pertenecientes al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EU cercanas a donde confluyen los ríos Missouri y Cannonball que muchos indígenas estadounidenses creen aún pertenecen por derecho a los sioux Roca Parada, de acuerdo con el tratado firmado hace 150 años.
“No nos iremos hasta que derrotemos a esta gran serpiente negra”, dijo el vocero del campamento, Cody Hall, refiriéndose al oleoducto.
Pero los habitantes de la región expresaron sentirse inseguros y frustrados por la forma en que la manifestación ha atraído a docenas de autoproclamados “defensores del agua” que se han sumado a la lucha de la tribu.
La congregación ha sido calificada como la mayor congregación de tribus indígenas americanas en 100 años, todas reunidas con el propósito de manifestarse contra el oleoducto de 3.8 billones de dólares Dakota Access que construye la empresa de Dallas Energy Transfer Partners.