Recortes estatales dejan ‘colgadas’ terapias para niños con discapacidad
Austin— Cerca de 300 niños del Este de Texas con alguna discapacidad y quienes son parte del programa estatal de Ayuda en la Primera Infancia no tienen quién les provea las terapias médicas necesarias, luego de que el único proveedor
de la región cerrara sus puertas esta semana en respuesta a fuertes recortes presupuestarios ordenados por los legisladores estatales.
Otros 500 niños en el Norte de Texas también podrían perder a su proveedor de terapias para finales de octubre, también como resultado de recortes ordenados por la legislatura en el 2015.
El Centro Andrews, organización sin fines de lucro con base en Tyler, dijo a los funcionarios estatales hace meses que pagos más bajos lo obligarían a dejar de prestar sus servicios a niños pequeños, incluyendo terapias del habla, física y ocupacional, además de instruir a las familias sobre cómo cuidar a niños con altas necesidades.
El centro formalmente se retiró el 1 de octubre del programa estatal de Ayuda en la Primera Infancia y ahora los funcionarios de salud están batallando para cerrar la brecha de servicios para los niños de hasta tres años que tienen derecho a tales cuidados por ley federal. Fuertes recortes a las cantidades de dinero que el estado paga a los proveedores ha dejado a los funcionarios incapacitados para encontrar un reemplazo a pesar del aviso con meses de anticipación.
“Es devastador ver que niños con autismo, retrasos en el habla, síndrome de Down u otra discapacidad no recibirán los servicios de los que dependen debido al recorte de presupuesto de nuestros legisladores”, Stephanie Rubin —directora ejecutiva de A los Texanos les Importan los Niños.
Cuando en el 2015 los legisladores estatales hicieron el borrador del presupuesto de dos años que recortó 350 millones del presupuesto médico para los servicios de terapias de los niños, ordenaron a los burócratas estatales que realizaran un delicado acto de equilibrio: Arreglárselas para pagar menos dinero a los proveedores de terapias pero continuar asegurando el “acceso a cuidados” que recibían los niños.
Con la decisión del Centro Andrews de retirarse del programa, el estado parece haber admitido públicamente por primera vez que no podría lograr ambas metas al mismo tiempo.
Una carta de la Comisión de Servicios Humanos y de Salud de Texas enviada a las familias que recibían atención del Centro Andrews explicaba que sus niños “podían experimentar una interrupción” de su tratamiento, a pesar del requerimiento de la ley federal de que los niños con discapacidades tengan acceso a servicios de atención pronta, ECI.
“Entiendo cuán importantes son los servicios para su niño”, escribió Rosalin Willis, quien dirige el programa estatal de Ayuda en la Primera Infancia, el cual atiende a
Unos ya no las reciben por haber cerrado el único centro de ayuda que había en la comunidad, en otros casos están contra reloj
Es devastador ver que (menores) con autismo, retrasos en el habla, Síndrome de Down u otros males no recibirán los servicios debido a que nuestros legisladores establecieron tarifas más bajas para las terapias pediátricas”
Stephanie Rubin Directora ejecutiva de A los Texanos les Importan los Niños
cerca de 50 mil niños al año con discapacidades y retrasos en el desarrollo en Texas. “Estamos haciendo todo lo posible para minimizar cualquier interrupción en los servicios”.
El Centro Andrews, el cual no pudo ser contactado para que diera sus comentarios, atiende a cerca de 300 niños en siete condados del Este de Texas. El proveedor más cercano del programa de Atención Temprana se ubica en Longview, al Este de Tyler.
Una demanda interpuesta por proveedores de terapia con fines de lucro retrasó el recorte estatal de 350 millones de dólares por más de un año; en ella se argumentaba que los recortes causarían que los niños perdieran servicios.
‘Reducciones a Medicaid son causantes’
Los proveedores con fines de lucro argumentaron que los recortes del Medicaid, la aseguradora estatal-federal para los pobres y los discapacitados, causarían una reducción de sus ingresos hasta en un 25 por ciento y provocaría que muchos negocios cerraran para siempre, perjudicando a niños médicamente frágiles.
Los funcionarios estatales de salud habían declarado que Medicaid de Texas pagaba de más por los servicios de terapias en comparación con las aseguradoras privadas y los programas de otros estados. La Corte Suprema de Texas recientemente falló a favor del estado descartando la demanda, y permitiendo que los recortes siguieran adelante.
Las reducciones en los pagos también perjudicaron a los proveedores sin fines de lucro. Aunque el programa estatal de Ayuda en la Primera Infancia recibe su propia afluencia de recursos federales y estatales, los proveedores sin fines de lucro cobran al Medicaid el grueso de sus servicios. Los defensores del bienestar de los niños ya habían advertido que los recortes al Medicaid causarían que los proveedores se retiraran del programa.