Se triplica número de personas que pide asilo en la frontera: reporte
SEn el transcurso de los dos últimos años cientos de miles de personas han solicitado asilo a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, dramático incremento que muestra la forma en que los migrantes han cambiado de una mayoría de hombres mexicanos intentando evadir la captura a más familias centroamericanas que a menudo se entregas ellas mismas, se aprecia en el informe dirigido al gobierno federal.
En el 2014 los solicitantes de asilo alcanzaron su cifra máxima, muchos de ellos huyendo de la violencia del narco registrada al sur de la frontera, con 170 mil, casi el triple de los 63 mil que llegaron el año previo. Antes del 2012, hubo menos de 30 mil anuales.
Durante el año fiscal 2015, la cifra descendió a 140 mil personas, de acuerdo con el reporte presentado por el Instituto para los Análisis sobre Defensa, una organización de investigaciones financiada a nivel federal que se dio a conocer con el fin de ayudar a desarrollar nuevas medidas de seguridad fronteriza. Associated Press obtuvo una copia del informe a través de un funcionario gubernamental involucrado en temas fronterizos que pidió no ser identificado debido a que el documento aún no se ha dado a conocer.
“El dramático aumento en solicitantes de asilo desde el 2011 podría representar un cambio estructural en el patrón de los ingresos ilegales en la frontera sur”, se lee en el reporte. “Dicha tendencia está impulsando cambios significativos en la forma de implementar las leyes migratorias y las demandas de recursos para vigilar su implementación”.
La cantidad de personas que solicitan asilo se disparó mucho después de que Estados Unidos intensificó en forma importante la vigilancia, construyendo cientos de millas de muro, instalando equipo de vigilancia y duplicando el tamaño de la Patrulla Fronteriza.
El drástico incremento resalta la necesidad de abordar otros aspectos del sistema inmigratorio, como los tribunales y el Departamento de Salud y Servicios Humanos, el cual supervisa a los menores solos, señaló David Aguilar, quien entre el 2004 y el 2010 estuvo a cargo de la Patrulla Fronteriza.
“Existe un nuevo entorno fronterizo que nosotros, como país, necesitamos abordar”, dijo Aguilar. “El entorno fronterizo en el que yo asumí la jefatura en el 2004 es muy distinto a lo que estamos viendo hoy en día”.
Los autores del reporte no incluyen a los solicitantes de asilo en sus cálculos sobre el número de personas detenidas en la frontera. Se trata de un método distinto al del Departamento de Seguridad Interna (DHS), instancia que sí los cuenta.
Los diferentes enfoques contribuyen a explicar la razón de que en el reporte se determinara que el año pasado se atrapó al 54 por ciento de quienes intentaron ingresar ilegalmente al país entre los cruces fronterizos mexicanos. Se trata de una cifra mucho menor del exitoso 81 por ciento que el gobierno difundió públicamente.
La representante Martha McSally, una republicana de Arizona que ha presionado a los funcionarios de Seguridad Interna para que den a conocer el informe, consideró no resultar sorpresiva la cifra del 54 por ciento.
“Debido a que DHS conoce estos datos, necesitan dejar de imponer parámetros engañosos que no muestran el panorama entero y generan desconfianza entre el público estadounidense”, dijo.
El Departamento de Seguridad Interna empezó a presentar hace dos años su “índice de efectividad de intercepciones” —81 por ciento el año pasado y 79 por ciento en el 2014. Se incluye asimismo a personas que pusieron un pie en el país y regresaron. En el informe más reciente éstas últimas no se hallan incluidas.
Los autores advierten que la cantidad de solicitantes de asilo no puede contarse de manera precisa y se calculó usando las categorías de gente vinculada en forma más estrecha con tales alegatos, incluyendo los menores no acompañados procedentes de países distintos a México.
El jueves funcionarios de Seguridad Interna señalaron que el reporte constituía “un elemento proporcionado por una organización investigadora” que servirá para diseñar parámetros más confiables sobre la seguridad fronteriza y que hacía falta pulir su metodología.
En el informe se muestra un dramático descenso en el número de personas que evadieron la captura —200 mil en el 2015 a comparación de 1.9 millones en el 2005.
La baja coincide con aumentos en las partidas presupuestales de la vigilancia fronteriza que ya alcanzan los 14 billones de dólares al año y con la implementación de sanciones más severas para quienes son atrapados, incluyendo la cárcel.
“Ésta es la primera evidencia sólida que tenemos de que los esfuerzos acumulativos de los últimos 20 años en la frontera sí han marcado una diferencia significativa para disuadir y reducir los ingresos ilegales por la frontera sur”, dijo Edward Alden, investigador en el Consejo sobre Relaciones Extranjeras.