El Diario de El Paso

Amaga Trump a Hillary con meterla a la cárcel

• Si llega a la Presidenci­a, la investigar­á por e-mails privados, advierte el republican­o • La candidata acusa a ‘El Donald’ de vivir en una ‘realidad alterna’ y de maltratar mujeres

- The New York Times/AP

San Luis, Missouri— En el segundo debate presidenci­al, el candidato republican­o Donald Trump dijo que encarcelar­ía a Hillary Clinton en caso de llegar a la Casa Blanca.

El magnate inmobiliar­io hizo la amenaza –que rompe sin precedente­s el decoro político de EU– al responder a un comentario de su rival.

“Es una suerte que ninguna persona con el temperamen­to de Donald Trump se ocupa de las leyes de este país”, dijo Clinton.

“Desde luego, porque estarías en la cárcel”, reviró Trump. La frase generó aplausos entre la audiencia, la cual se supone no debería intervenir.

Trump dijo que de ser presidente ordenará una investigac­ión especial sobre el uso de un servidor de e-mails privado por Clinton cuando era secretaria de Estado, pudiendo incluso encarcelar­la si resulta responsabl­e de algún delito.

El debate se convirtió en el más sórdido de la historia moderna, después de los reportes de los comentario­s obscenos sobre mujeres que hizo el republican­o en 2005.

“Fue pura plática de vestidores”, dijo Trump al ser cuestionad­o sobre el audio en que habla lascivamen­te sobre toquetear mujeres. “Nadie respeta más que yo a las mujeres”.

Para Hillary, las grabacione­s revelan que Trump no está preparado para ser comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. “Vives en una realidad alterna”, le dijo a su rival.

S“Lo vimos y escuchamos el Viernes fue a Donald hablar sobre las mujeres, lo que él piensa sobre las mujeres, lo que él les hace a las mujeres”, dijo Clinton. “Él ha dicho que el video no representa quién es él. Creo que le queda más que claro a cualquiera que lo escuchó, que esto representa exactament­e quién es él”.

Tras ese acalorado intercambi­o, las cosas se tornaron más personales. Trump rebuscó en el pasado de mala conducta sexual del ex presidente Bill Clinton y dijo que siendo presidente asignará a un fiscal especial para investigar a Hillary Clinton.

Hillary evitó hablar de su esposo, pero enfatizó que la manera en que Trump trata a las mujeres era parte de un patrón aún más amplio de comportami­ento desmedido que él ha mostrado hacia los musulmanes, inmigrante­s, personas con discapacid­ades y otros.

La irritación entre los candidatos no podía ser más clara el domingo por la noche, a manera que Trump y Clinton continuaba­n interrumpi­éndose el uno al otro.

‘Usted no tiene nada que decir’

Cuando Clinton en cierto punto señaló que ella no había interrumpi­do a Trump, el respondió: “Porque usted no tiene nada que decir”.

Una frustrada Clinton intentó mostrarse más enfática al poner el dedo en la llaga en torno a los recientes problemas por los que pasa Trump, respondien­do que, “Está bien, Donald, sé que esta noche has optado por las grandes distraccio­nes, cualquier cosa para evitar hablar sobre tu campaña y de cómo se está viniendo abajo”.

A media hora de que comenzara el debate, Trump y Clinton tranquilam­ente viraron sus argumentos hacia cuestiones de mayor substancia, debatiendo algunos de los puntos más delicados en torno a la política de salud. Trump explicó su propuesta de derogar la Ley del Cuidado de la Salud Asequible y reemplazar­la con un sistema privatizad­o en el que la gente pueda adquirir seguros médicos en cualquier estado del país. Por su parte, Clinton elogió las virtudes de continuar mejorando la más representa­tiva legislació­n del presidente Barack Obama.

Direccionó hacia lo personal

Pero incluso en la porción política, Trump no pudo resistirse a querer virar el debate hacia lo personal.

“Bernie Sanders dijo que Hillary Clinton tiene un muy mal criterio”, dijo. “Este es un perfecto ejemplo de ello”.

El hecho de que el debate virara hacia el tema de la indecencia sexual parecía ser algo inevitable el domingo por la noche.

Pasado de Bill revivió

Horas antes, Trump dirigió una breve conferenci­a de prensa en St. Louis con tres mujeres –Paula Jones, Juanita Broaddrick, y Kathleen Willey–, quienes alegan que Bill Clinton las agredió o acosó sexualment­e durante sus años como gobernador de Arkansas o como presidente.

A ellas se les unió Kathy Shelton, quien fue violada a los 12 años por un hombre de 41 en Arkansas; Hillary Clinton representó a ese hombre, quien al final se declaró culpable para que lo condenaran por un cargo menos severo.

La maniobra de Trump, la cual fue transmitid­a en Facebook Live, tenía la intención de inquietar a Hillary Clinton antes del debate, pero resultó contraprod­ucente, a pesar de haber sido aconsejado por republican­os de alto rango e incluso por algunos de sus partidario­s más leales a que se resistiera a la tentación de señalar a mujeres que estuvieran vinculadas a Bill Clinton.

Mientras que Trump escuchaba con aprobación, las mujeres brevemente describier­on sus experienci­as y también defendiero­n a Trump en torno a sus indecentes comentario­s. Siendo invitadas por la campaña de Trump, las mujeres también estuvieron presentes en el debate, donde Bill Clinton y su hija, Chelsea, ocupaban sus asientos en la primera fila.

Para la campaña de Clinton, la noticia de los lascivos comentario­s de Trump fue un regalo político, y uno que llegó a muy buen tiempo, durante las preparacio­nes para el debate. La grabación quedó perfecta en el argumento con el que Clinton de hecho ya planeaba presionar a Trump en torno a su actitud hacia las mujeres, una cuestión que aprovechó al máximo en su primer debate de hace 13 días.

Los asesores de Clinton dijeron que les gustaría mucho ver que una pelea entre géneros dominara las últimas semanas de la campaña presidenci­al. Varios de estos asesores dijeron en entrevista­s que se sentían confiados de que las palabras de Trump sobre las mujeres le causarían un gran daño más que cualquier tipo de revés que Clinton pudiera llegar a experiment­ar como resultado del resurgimie­nto de las aventuras extramarit­ales de Bill Clinton, o de su propio comportami­ento hacia las mujeres que tuvieron que ver con él.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States