Inmigrantes ‘doblemente invisibles’ anhelan una identificación
Houston— Laura Vanessa Gutiérrez no existe, al menos en documentos. Gutiérrez es una inmigrante indocumentada de México a quien nunca le expidieron acta de nacimiento. Es una de miles, quizá decenas de miles, de habitantes de Estados Unidos no reconocidos por nación alguna. Son los llamados “doblemente invisibles”.
“Es lo peor que te puede pasar”, expresó Gutiérrez al Houston Chronicle.
No puede sacar licencia de manejar. No puede abrir una cuenta de banco. Si la Policía la detuviera, Gutiérrez no podría ni demostrar su ciudadanía mexicana.
Dadas las medidas de seguridad, el ama de casa no puede siquiera entrar a la escuela de sus hijos porque no tiene una identificación. En mayo pasado, sus cuatro niños en secreto practicaron en casa para el espectáculo del Día de las Madres de la primaria, sabiendo que su mamá no podría escucharlos cantar ni recibir sus rosas. Tuvo que esperar afuera.
Nadie sabe con precisión cuánta gente comparte el dilema de Gutiérrez, pero a nivel mundial, el problema es gigantesco.
La UNICEF calcula que en el 2012 solamente, 57 millones de niños –cuatro de cada 10 que nacieron en el mundo– no fueron registrados con las autoridades civiles.
En Somalia, el 97 por ciento de los nacimientos no se registran. En India, se registran menos de la mitad.
La pobreza subyace en ambas partes del problema: en algunos países del mundo, la gente muy pobre tiene mayor tendencia a saltearse el proceso de registro y también de emigrar en busca de empleo.
Gutiérrez nació en México, donde se ha comenzado a resolver el problema con nuevas leyes.
De acuerdo con Karen Mercado, presidenta de la Fundación Be (Sé) Derecho a la Identidad, cerca del 12 por ciento de la población en México, o entre 10 y 14 millones de personas, nunca fueron registradas en la oficina de Registro Civil. Muchos nacieron en áreas rurales o lugares lejos de las oficinas de Registro Civil.
Y hasta hace poco, registrar a un recién nacido costaba el equivalente de 12 dólares, demasiado para los habitantes más pobres de la nación.
“Los estados con las cifras más grandes de estas personas suelen ser los más pobres, como Oaxaca, Guerrero, Chiapas, o el Estado de México, los cuales son regiones de donde la mayoría emigran”, señala Mercado.
En el 2014, la Fundación Sé consiguió una reforma constitucional en México que volvió gratis el registro de un recién nacido. Y el mes pasado, México aprobó una reforma constitucional que ayudará al menos a algunos inmigrantes en Estados Unidos a obtener acta de nacimiento mexicana. A partir del 2017, los consulados mexicanos podrán emitir actas de nacimiento extemporáneas a la gente que nunca se presentó antes en los registros oficiales de México.
“El calvario de esta gente sin identificaciones reconocidas se terminó”, declaró la senadora mexicana Gabriela Cuevas, quien apoyó la ley.
“Podrán abrir una cuenta de banco, obtener un pasaporte o una credencial (mexicana) para votar”.
Fundación va por EU para informar a mexicanos sobre nueva reforma de ley que les permitirá a partir del 2017 sacar su acta de nacimiento
Hallan 160 casos en Texas
Al inicio de este año, la fundación Be comenzó a tratar de localizar a la gente afectada, visitando ciudades en Texas, California, Illinois y Nueva York a efecto de publicitar la nueva ley y ofrecer ayuda a fin de obtener los documentos.
Sin un presupuesto para una campaña muy grande, el grupo se ha limitado a distribuir volantes y dar charlas a pequeños grupos de inmigrantes.
Hasta ahora han identificado a aproximadamente 300 personas doblemente invisibles en Estados Unidos; 160 de ellas están en Texas. Más de 50 se encuentran en Dallas, 45, incluyendo a Gutiérrez, están en Houston. Mercado espera que esas cifras crezcan rápidamente: “Creemos que estamos hablando de decenas de miles, si no es que más”.
Mucha gente tiene miedo de revelar sus situaciones. María Villegas la pensó para llamar al número de la Fundación (1-844-9981010), pero su familia insistió.
“Creí que mi caso era raro, que no había otra gente en mi situación”, comenta.
Villegas, acercándose a los 40, llegó a Estados Unidos con su madre cuando tenía 2 años. Trabaja en su casa, haciendo vestidos para quinceañeras y accesorios para fiestas, y tiene con su esposo, un residente legal, a cinco hijos nacidos en EU. Ya van dos veces que trata de legalizar su estatus en EU: una vez, hace años, a través de su esposo; y recientemente, a través de su hija mayor, quien ya tiene 24 años.
“En ambos casos, Inmigración ha aceptado mi trámite”, expresó Villegas, pero “todo se ha detenido porque no tengo acta de nacimiento”.
Los consulados mexicanos están preparándose para una ola de solicitantes en febrero, cuando entra en vigor la ley.
“Se trata de un cambio mayor que requiere reestructurar la logística para implementar comunicaciones adecuadas entre los sistemas de las bases de datos de los consulados y las instituciones mexicanas correspondientes”, dice Daniel Millán Valencia, portavoz de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Situación despierta el fraude
Gran parte de la labor gubernamental tiene que ver con prevenir el fraude. Las actas de México y otros países constituyen valiosos productos traficables. Varios entrevistados señalaron que en EU se les han acercado personas que les ofrecen “actas de nacimiento oficiales” a cambio de una cuota de entre dos mil y cuatro mil dólares.
“Tenemos conocimiento de muchos fraudes en los que se victimiza a los inmigrantes, y definitivamente México ha detectado varios casos de robo de actas de nacimiento impresas sin asignar”, dijo Nallely Anguiano, coordinadora de la Fundación Sé.
“En los últimos años, las autoridades mexicanas han reportado hurtos y desapariciones de actas numeradas. Los investigadores locales indican que los documentos van a dar a manos de traficantes, quienes las venden a clientes para obtener pasaportes falsos e identificaciones en el extranjero.
El calvario de esta gente se terminó… Podrán abrir una cuenta de banco, obtener un pasaporte o una credencial (mexicana) para votar” Gabriela Cuevas Senadora mexicana, quien apoyó la nueva ley que entrará en vigor en febrero del 2017