Votación pone en guardia a defensores de derechos civiles
Atlanta— Estos son sólo algunas de las dificultades que podrían perturbar el proceso electoral por todo el país el día de las elecciones. Mientras que la mayoría de las elecciones tienen sus propias fallas, a los expertos les preocupa que este año se tengan condiciones propicias para que haya problemas en las casillas electorales en la nación.
Este es el primer año de elecciones presidenciales que no cuenta con una provisión clave para la aplicación de la Ley federal de Derechos Electorales, y 14 estados han puesto en vigor nuevas restricciones de registro o para votar.
Agregando un elemento más a la incertidumbre que se vive, es un llamado hecho por el candidato presidencial republicano, Donald Trump, a sus partidarios para que monitoreen las casillas en caso de que se suscite un fraude electoral, y al Gobierno federal le preocupa que haya hackers que pudieran intentar interrumpir el proceso de las elecciones.
Todo esto ha puesto a los defensores de derechos civiles en guardia.
“Pasarán muchas cosas en esta elección de las que nos tendremos que cuidar”, dijo Penda Hair, abogada de derechos civiles que representó a la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) de Carolina del Norte en su demanda para revocar la ley de identificación del votante del estado.
Sin que haya estándares nacionales para votar, las leyes varían entre los estados, incluso entre condados.
Los expertos electorales y grupos de derechos civiles instan a los votantes a que investiguen y se informen antes de acudir a las casillas. Eso incluye verificar que estén registrados y encontrar la ubicación correcta donde les toca votar, así como también entender sus derechos en caso de que haya problemas.
Un elemento adicional a la potencial confusión son las nuevas leyes de identificación del votante puestas en vigor en nueve estados, así como también una reducción de horas al periodo de votaciones anticipadas y cambios a ubicaciones de casillas en algunas entidades.
Funcionarios estatales han dicho que el condado no ofreció votaciones en domingo en el 2012 y que el actual plan intenta implementar un incremento al horario de la tarde que se pone a disposición durante el periodo de votaciones anticipadas.
Las largas filas conllevaron a la frustración de los electores en la elección primaria de Arizona en marzo, cuando algunos votantes del área de Phoenix esperaron horas para poder emitir sus votos luego que funcionarios electorales del condado abrieran tan sólo 60 casillas, menos de la mitad de lo acostumbrado.
Melissa Dunmore, una trabajadora social de 26 años de Phoenix, aún no sabe si su voto en la elección primaria fue contado. Ella esperó una hora para votar, sólo para que le dijeran que no estaba registrada, a pesar de haber revisado su estatus antes de acudir a la casilla.