Enfermera que contrajo ébola llega a acuerdo con sistema hospitalario
D– La enfermera que hace dos años contrajo ébola cuando cuidaba a la primera persona a quien se diagnosticó la enfermedad fatal en Estados Unidos ayer llegó a un acuerdo extrajudicial con la empresa a la que pertenece el hospital de Dallas donde laboraba.
Los abogados de Nina Pham anunciaron el convenio firmado con Texas Health Resources. Mediante comunicado conjunto, los abogados y la empresa dijeron que no se darán a conocer las condiciones.
En el comunicado se indica que Pham y la compañía “en adelante se desean lo mejor una a la otra”.
En otoño del 2014 Pham se contagió de ébola al cuidar a Thomas Eric Duncan en el Hospital Presbiteriano de Salud de Texas en Dallas. Duncan, quien contrajo el ébola en su natal Liberia y enfermó durante un viaje a Estados Unidos, murió. Pham, quien en ese entonces era enfermera de terapia intensiva, y una enfermera contagiada más sobrevivieron.
En la demanda contra la concesionaria del hospital, Pham dijo que la “suma total” de la información que recibió para protegerse después de que le dijeron que estaría cuidando a un paciente sospechoso de tener ébola fue “que su jefe buscó en Google y le imprimió lo que sacó de internet”. Phan agregó que al día siguiente de recibir dicha información, el paciente dio positivo al examen para detectar la enfermedad.
En la demanda se calificaba a Pham como “una víctima de la omisión del sistema hospitalario de prepararse para una crisis médica conocida e inminente”.
El documento describió una situación caótica en el hospital, en la cual los enfermeros batallaban por decidir qué equipo de protección personal utilizar “sin ningún entrenamiento o guía formal” por parte de sus supervisores.
En el techo y las paredes del pasillo se pegaron hules a fin de crear un centro improvisado de contención, las enfermeras tuvieron que tirar la basura peligrosa, algo para lo cual no las entrenaron y se dejó acumular el material peligroso situado en la habitación contigua a la de Duncan, se alegó en la demanda.
Durante el primer día en que Pham cuidó a Duncan, cuando se sospechaba del ébola pero aún no se había diagnosticado, ella usó un traje regular de aislamiento, guantes dobles, cubrebocas con capa de plástico y botines dobles. En la demanda se señaló que tenía expuestos el cabello y el cuello y que no se le dio cambio de ropa para irse a casa, por lo cual se fue con el uniforme que traía mientras atendía a Duncan.
Después del diagnóstico, los enfermeros se pusieron trajes para materiales peligrosos con guantes dobles y se añadieron “guantes químicos” que pegaron con cinta al traje. Además incluyeron un respirador personal tapado con una bata. Dichas decisiones, se aseveró en la demanda, se tomaron sin ninguna capacitación ni guía formal por parte de los supervisores.
En la demanda se indicó que tras la muerte de Duncan, a Pham se le dijo que lo que había usado era seguro y no tenía riesgo alguno de contraer ébola. Confiando en lo que le habían asegurado los funcionarios del hospital, pasó tiempo con amigos y familiares. En la demanda se señaló que empezó a sentirse mal dos días después de que falleció Duncan. Al día siguiente, se fue manejando al nosocomio y le diagnosticaron ébola.
En una respuesta a la demanda, la compañía operadora del hospital rechazó los alegatos de entrenamiento deficiente y preparación inadecuada.
En la revisión independiente dada a conocer en septiembre del 2015 se descubrió que la institución no estaba preparada en forma correcta para un paciente con ébola y registró fallas de comunicación. En el reporte encabezado por el exdirector ejecutivo de la Clínica Mayo se determinó que las comunicaciones en el hospital eran inconsistentes, como cuando el historial de viajes de Duncan recopilado por una enfermera no se comunicó verbalmente a un médico.
Además en el informe se responsabilizó a los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, los cuales se sostuvo omitieron preparar al hospital en el uso del equipo personal de protección, el manejo de desechos y “otros desafíos”.
Eventualmente Pham fue trasladada a Maryland para su tratamiento en los Institutos Nacionales de Salud y se recuperó.
Sin embargo, en la demanda se aseveró que le preocupaba su salud a largo plazo y que dudaba volver alguna vez a ser enfermera de terapia intensiva debido a la tensión y la ansiedad del trauma que experimentó y el “miedo y el estigma” que la persiguieron.
Una vez recuperada, Pham continuó siendo empleada hospitalaria pero no regresó a trabajar. No quedó claro su estado laboral después de solucionar extrajudicialmente la demanda. En el comunicado en el cual anunciaron el convenio, los dos bandos dijeron que no harán declaraciones posteriores. Al ser buscados, rehusaron dar mayor información, incluyendo sobre el estado laboral de Pham.