Prostitutas, a favor de Hillary
Carson City, Nevada— Para quien no está acostumbrado, entrar en un brothel (literalmente un burdel) es, en sí, toda una experiencia. En Nevada, el único estado americano donde la prostitución es legal, estos establecimientos se hacen destacar. En Carson City, la desconocida y pequeña capital del estado, ubicada en pleno centro de la región cowboy, la mayoría de estas ‘casas de placer’ comunican entre ellas por un hangar de helicóptero y pertenecen al septuagenario Dennis Hof, conocido por su reality show Cathouse.
Desde el Moolite Bunny Ranch al SageBrush, estos moteles decorados con paneles de dudoso humor se sitúan a los lados de una carretera bastante frecuentada, donde el vaivén de los vehículos se ve a diario interrumpido por el paso del ganado y de los caballos en libertad.
Está prohibido publicitar este negocio carnal, pero no por ello las chicas dejan de hacerse notar por sus propios medios, a través del movimiento Hookers for Hillary (prostitutas a favor de Hillary). ‘Me crié en un hogar republicano en Oklahoma, pero voy a votar por ella’, anuncia Sable Renae, de 45 años, en su habitación decorada con látigos y sombreros de cowboy. ‘Trump continuará haciendo reaganomics (la política económica de Ronald Reagan) y ya se sabe que eso no funciona’, precisa esta ex empleada de recaudación del banco HSBC. ‘Estudié historia y les explico a las chicas cómo funciona el sistema político’, añade esta joven abuela de cuatro niños.
Estas mujeres consideran que Clinton defenderá mejor el sistema de salud y los derechos de las trabajadoras del sexo. En Nevada, se someten a un examen médico semanal, con pruebas de VIH periódicos y el uso del preservativo es obligatorio.
‘Chicas, tienen visita’. La voz del camarero resuena en la habitación a través de un telefonillo. La llamada exhorta a las prostitutas a presentarse ante su próximo cliente.
‘Las chicas critican mucho a Trump y su parte macho blanco dominante’, cuenta Ondine Desire, de 30 años. ‘Yo apoyaba a Bernie Sanders, pero con Clinton estoy convencida de que como mujer estaré segura’, explica esta trabajadora social de Chicago. ‘Trump ve a las mujeres como objetos, pero yo decido por mi misma cuándo quiero ser tratada como un objeto’.
En la penumbra del SageBrush, no todas las voces opinan de la misma forma. El propietario se presenta al Senado de Nevada bajo la etiqueta libertaria, tras haber apoyado a Ron Paul en las presidenciales de 2008 y de 2012. Dennis Hof declaró que apoyaba a Trump, pero anima a ‘sus chicas’ a continuar la campaña a favor de su rival demócrata. Sable y Ondine irán a votar el 8 de noviembre y, como su habitación no tiene televisión, Sable seguirá el escrutinio a través de su ordenador portátil.
Nevada, en el único estado donde la actividad es legal, las trabajadoras del sexo debaten sobre el futuro político del país, tras haber tomado partido, a su manera
Votará Colin Powell por Clinton
Colin Powell es republicano, pero el 8 de noviembre votará demócrata. El anuncio del antiguo secretario de Estado de George W. Bush, este martes, de que apoyará a Hillary Clinton supone un revés más para su rival republicano, Donald Trump, sobre todo porque hasta hace pocas semanas, Powell también era muy crítico con la candidata demócrata.
El general de cuatro estrellas, que también sirvió bajo el Gobierno de Ronald Reagan, anunció ayer su decisión durante un almuerzo a puertas cerradas en Long Island, pero asistentes al evento lo divulgaron rápidamente y la jefa de gabinete del ex secretario, Peggy Cifrino, lo acabó confirmando a varios medios.
Uno de los motivos que citó Powell para dar este paso fue el hecho de que Trump ‘nos insulta todos los días’, según la cadena CBS. Ya en el pasado, Powell había sido crítico con el magnate neoyorquino, al que según correos electrónicos filtrados en septiembre, calificó de ‘deshonra nacional y un paria internacional’.
Pero había dudas acerca de que esta antipatía por el candidato republicano fuera a revertir en un apoyo explícito a su rival demócrata, sobre todo después de que Powell se quejara de que el equipo de Clinton intentó echarle la culpa por el uso de un servidor privado cuando fue secretaria de Estado, un asunto que está lastrando la campaña de la demócrata.
No es la primera vez que el primer jefe de la diplomacia estadounidense de raza afroamericana apoya a un demócrata. Ya lo hizo en 2008 y 2012, cuando dio su respaldo a Obama, aunque el año pasado insistió en que sigue siendo miembro del Partido Republicano.