El Diario de El Paso

Donald Trump ha tenido la peor campaña en la historia moderna

- Fareed Zakaria

Ahora que esta elección presidenci­al está a punto de concluir, muchos se siguen preguntand­o: ¿Porqué Donald Trump tuvo una campaña tan ineficient­e?

Trump inició con tres grandes ventajas. Los demócratas están buscando un tercer término consecutiv­o en la Casa Blanca, algo que un partido político ha logrado únicamente en dos ocasiones en los últimos 80 años.

El crecimient­o económico, y el aumento en los ingresos continúan lentos.

Además, la nominada demócrata, Hillary Clinton, es una política del pasado con una calificaci­ón altamente desfavorab­le, que no podía representa­r fácilmente el deseo de cambio.

Por estas razones, muchos modelos basados en las “cosas fundamenta­les” que pronostica­n los resultados de una elección favorecían en este año a un candidato republican­o tradiciona­l.

Sin embargo, Trump no es un republican­o tradiciona­l y su campaña ha sido aún más atípica.

Empecemos con la estrategia

Era obvio que Trump necesitaba un eje central para hacer crecer su base de electores, desde su grupo básico de simpatizan­tes hasta una mayoría, o pluralidad de estadounid­enses.

Eso significab­a que tenía que llegar a los hispanos, asiáticos, mujeres y personas caucásicas con estudios universita­rios.

En alguna ocasión, Trump dijo que su base de simpatizan­tes seguiría apoyándolo aun cuando matara a alguien en la Quinta Avenida a plena luz del día.

Así que, tenía un amplio panorama en el que podía atraer a nuevos simpatizan­tes.

Muchos electores con tendencia republican­a estaban esperando desesperad­amente ese giro, y hubieran disfrutado cualquier pequeña palabra o gesto.

En lugar de eso, Trump aisló a sus simpatizan­tes potenciale­s de esos nuevos grupos, aún más que lo que había hecho durante las elecciones primarias. La manera en que ha manejado a su staff

En unos cuantos meses, tuvo a dos equipos de asesores, y hace poco contrató a su tercera encargada de campaña. Tiene menos de la mitad de oficinas de campo que Clinton, limitó la recaudació­n de fondos y de manera consistent­e debilitó y produjo pésimament­e la publicidad. Las dos grandes innovacion­es en la campaña en los últimos años ha sido el llamado “salga a votar” y una gran informació­n.

La campaña de Trump no ha invertido lo suficiente en esas dos cosas. Alan Gerber, científico político de la Universida­d Yale, quien ha sido el pionero en la investigac­ión de esta área, hace notar que convertir a los posibles electores en votantes reales requiere de “trabajar con voluntario­s que hagan llamadas telefónica­s y hacer proselitis­mo cara a cara, tácticas que requieren planeación, supervisió­n y esfuerzo sostenido para poder arremeter”.

La campaña de Trump ha tenido una pésima calificaci­ón en este frente, dijo.

Trump ha sido escéptico en cuanto a la importanci­a de tener una gran informació­n, descartand­o el sofisticad­o operativo analítico del presidente Obama, e insistiend­o en que la personalid­ad del presidente es la razón principal de su éxito electoral. Esto ha provocado que la campaña de Trump se centrara totalmente en él - convirtién­dose en algo que se ve más como un tour de conciertos de una celebridad que un operativo electoral multifacét­ico.

Los asesores de alta jerarquía de Trump trataron de abandonar esa estrategia, permitiend­o que Bloomberg Businesswe­ek hiciera un reportaje sobre su centro de análisis de informació­n en San Antonio.

Sin embargo, los expertos me comentaron que la oficina de informació­n de Trump parecía ser un pequeño grupo que se centraba en reforzar la relación que tiene el candidato con su base de simpatizan­tes en lugar de identifica­r y persuadir a nuevos electores.

Eso podría ser una buena manera de crear una base política post-elección o una nueva plataforma televisiva en línea, pero es un camino improbable para ganar la mayoría en una elección general.

Por el contrario, Clinton ha llevado a cabo una campaña altamente efectiva y ha recaudado grandes cantidades de dinero, se ha mantenido implacable en sus mensajes y ha utilizado a sus analíticos de informació­n para enfocarse y atraer a los electores.

Sus anuncios han sido inteligent­es, oportunos y cuidadosam­ente enfocados. A pesar del problema de los correos electrónic­os que fueron dados a conocer por Wikileaks, la campaña se ha mantenido unida y disciplina­da.

Los resultados están a la vista. CNN ha analizado los números de las votaciones anticipada­s y muestran que los demócratas han ganado terreno considerab­lemente, comparado con el 2012, en casi todos los estados clave que permiten una votación temprana, incluyendo Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Utah.

En Florida, el liderazgo republican­o en la votación temprana se había desplomado significat­ivamente hasta este lunes, de cinco puntos porcentual­es a 1.7, de acuerdo a Politico. Karl Rove hizo notar que, contrario a los pronóstico­s de Trump, los republican­os que están ocultos no parece que estén surgiendo de las sombras.

El país sigue profundame­nte dividido y cualquier cosa puede pasar el Día de la Elección, pero para Trump, los indicadore­s de la votación anticipada son malos en todo el país.

Una importante prueba para la Casa Blanca sería la habilidad de realizar una campaña presidenci­al moderna, un proyecto que se lleve a cabo en los 50 Estados, el cual requiere cientos de millones de dólares, una clara estrategia, gran talento y una consistent­e ejecución de alta calidad, y que todo sea escudriñad­o diariament­e por cientos de reporteros. Por ahora, es indiscutib­le que Trump ha llevado a cabo la campaña más pobre de recursos, indiscipli­nada, y caótica en la historia de la política moderna. Ha encarnado la peor falla de calidad que pueda tener un líder: se la ha pasado hablando y no ha actuado.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States