Se desborda el consumo de alcohol entre menores
Cuando menos uno de cada cuatro estudiantes de noveno grado ha consumido bebidas alcohólicas recientemente, por lo cual funcionarios de salud piden a los padres supervisar de cerca a sus hijos, y así evitar posibles tragedias.
El estudio, divulgado el jueves por la Fundación Paso del Norte, indica que el 28 por ciento de estos alumnos consumió alcohol en los 30 días previos al sondeo. Afiliados a la organización sin ánimo de lucro describen el problema como grave y piden aplicar multas de 250 dólares a adultos que permitan que menores consuman alcohol en su propiedad.
Es decir, si una persona organiza o permite fiestas en su casa donde menores consuman alcohol, se haría acreedora a esa multa, y si vuelve a hacer fiesta y ocurre lo mismo, la multa sería de 500 dólares.
“No se trata simplemente de empezar a cobrarle a la gente una multa, es empezar a concientizar a adultos que esto no está bien y que cuando planeen hacer fiestas con menores y alcohol digan ‘esto no va a pasar en mi casa porque me van a multar’”, dijo Holly Magda, miembro del Alcohol Impact Network.
“Es como el cinturón de seguridad. Sabes que te perjudicas por no usarlo y también que te van multar por infringir la ley”, dijo Magda.
Agregó que el Ayuntamiento se encuentra trabajando desde abril en un proyecto de ordenanza para aplicar esta multa. Lo que falta por definir es el lenguaje legal sobre quiénes deben recibir la multa y si se debe incluir a los padres del menor.
“La idea es que la comunidad reconozca que esto no es un problema de niños, es un problema de los adultos que responden por ellos y que permiten que ingieran alcohol”, dijo Magda.
Si el adulto no puede costear económicamente la multa, entonces deberá tomar clases de educación y seguridad de menores, así como prestar servicio a la comunidad.
“El objetivo es detener las fiestas en casa con presencia de alcohol y que involucren a menores. Es una de las fuentes más comunes de accesibilidad de los niños al alcohol”, dijo Magda.
Enrique Carrillo, portavoz del Departamento de Policía, no ofreció comentario sobre la propuesta porque dijo desconocerla.
Alarman índices en consumo
Daniela Márquez, coordinadora de Alcohol Impact Network, dijo que buscan eliminar las vías responsables del acercamiento de diferentes bebidas embriagantes a los niños.
“Educar a los jóvenes es importante, pero el problema debe ser atacado mediante estrategias, más que nada eliminar el ambiente publicitario que rodea a los jóvenes; buscamos reducir el consumo en menores y que las personas adultas involucradas paguen una multa”, dijo Márquez.
Desde espectaculares en las carreteras, hasta anuncios de supermercado promocionando especiales en bebidas alcohólicas, son cómplices y se nombran también como causantes del consumo de alcohol en menores, dijo.
El reporte cita un estudio en Los Ángeles, donde niños de entre 11 y 14 años de edad ven cuatro anuncios publicitarios de alcohol por día.
Márquez aseguró que por estadística a nivel nacional, el problema va en aumento. “Para cuando los jóvenes cursan el último año de high school, el índice sube y más del 50 por ciento ha consumido alcohol en los últimos 30 días”.
“Sí es un número alarmante, porque el reporte establece que casi uno de cada tres menores de edad que estudian noveno grado ha tomado alcohol en los últimos 30 días”, dijo Márquez.
Según el reporte, emitido por el profesor David Jernigan de la Universidad Johns Hopkins, más del 28 por ciento de los estudiantes de noveno grado han tomado alcohol durante un lapso no mayor de un mes, además el 17 por ciento se ha embriagado o ha ingerido más de cinco tragos en más de una ocasión.
“El alcohol es la droga más común y más consumida en El Paso. Es un factor que abre paso a otras circunstancias, como violencia, actividad sexual no planeada, infecciones de transmisión sexual, accidentes automovilísticos, problemas escolares y en ocasiones hasta muertes”, dijo Jernigan.
Cobra vidas… y dinero
Jernigan establece mediante el reporte “Underage Drinking in El Paso” que 48 millones de dólares al año le está costando a la Ciudad y a los contribuyentes el consumo de alcohol en menores de edad.
El costo se traduce en gastos de hospital y rehabilitación, accidentes automovilísticos, detenciones en cárceles del Condado, así como en pérdidas de producción.
“En conclusión, tenemos un gran problema pero muchas soluciones. La buena noticia es que existe mucho qué hacer en la comunidad para evitar estas situaciones, esperamos que las personas adultas lo piensen dos veces antes de involucrar alcohol y menores en su casa”, concluyó.