Seguirán familias de inmigrantes SUJETAS A DETENCIONES
San Antonio – El próximo presidente de los Estados Unidos heredará dos políticas de inmigración divisivas.
El candidato republicano Donald Trump ha prometido terminar la maniobra ejecutiva mejor conocida y quizás más controversial de Obama, el programa de acción deferida que ha otorgado permisos de trabajo a 1.2 millones de jóvenes inmigrantes que entraron ilegalmente al país. La candidata demócrata Hillary Clinton dijo que ella continuará el programa.
Mientras tanto, Clinton ha ofrecido que ella abolirá la menos conocida política de detención de familias, y Trump ha dicho que él retendrá a todos los inmigrantes atrapados en la frontera hasta que sus casos de deportación se resuelvan.
Bajo el nuevo contrato entre la Ciudad de Eloy, Arizona, ICE y la Corporación de Correccionales de Estados Unidos, el Gobierno le pagará 13 millones al mes para operar el centro de detenciones Dilley, cerca de la mitad de lo que le estaba pagando previamente.
Alonzo Peña, el ex subdirector de ICE, expresó que duda que la agencia haga cualquier cambio mayor ‘porque las elecciones están tan cerca y las ideas de los dos candidatos son completamente opuestas, así como lo que quieren hacer con la inmigración’.
Después del drástico incremento de familias centroamericanas que cruzaban al valle del Río Bravo en el 2014, ICE construyó el centro Dilley, el más grande del país, y modificó el centro del Condado Karnes para retener niños, que luego expandió a su capacidad actual.
ICE y los concesionarios de los dos centros señalaron que no son los típicos centros de detenciones. Las familias tienen algo de libertad de movimiento dentro de las instalaciones, los niños van a escuelas ahí dentro y tienen algunas comodidades como campos para deportes, áreas de juego y acceso a teléfonos y computadoras.
‘ICE se asegura de que estos centros residenciales operen en un ambiente abierto. Los mismos proporcionan cuidado médico, cuartos de juego, trabajadoras sociales, y servicios educativos; y facilitan el acceso a consejo legal’, aclaró la agencia en un comunicado.
El estado de Texas otorgó la licencia para la instalación del Condado Karnes bajo las nuevas reglas aprobadas este año, pero un juez obstruyó los esfuerzos por concesionar también el centro Dilley. ICE reporta que ahora retiene a la mayoría de las familias por un período corto, luego les permite continuar con su caso de inmigración mientras viven en Estados Unidos.
Michelle Brané, directora del Programa de Derechos y Justicia para los Migrantes de la Comisión de Refugio para Mujeres, expresó que a ella le gustaría ver que terminaran las prácticas de casi encarcelar, incluyendo el horario para ir a la cama.
A las familias se les debería dar algo de libertad como elegir cuándo se van los niños a la cama, preparar sus propios alimentos y decidir cuándo comen, clamó.
El Gobierno se beneficiaría más si procesara los casos de las familias rápidamente en la frontera y los ayudara a integrarse en Estados Unidos y les auxiliara en navegar el complejo sistema judicial de inmigración de Estados Unidos, argumentó Brané.
Amy Fischer, directora de políticas del Centro de Educación y Servicios Legales para Inmigrantes y Refugiados, ubicado en San Antonio, comentó que Sarah Saldaña, la directora de ICE, dijo a un panel de la agencia durante una conferencia telefónica que dejaría la presentación de un reporte para la siguiente administración, pero expresó frustración de que hubieran recomendado terminar la detención de familias.
‘Saldaña además explicó que bajo la ley ellos no tienen la autoridad para terminar la detención de familias’, relató Fischer. ‘Si ella está alegando que no es legal que el ICE frene las detenciones de familias ahora, entonces estaban quebrantando la ley antes del 2014’.
Erik Ruark, director de investigación del grupo restrictivo NumbersUSA, comentó que los 77 mil 674 inmigrantes viajando en grupos familiares que fueron aprehendidos en el año fiscal 2016, el número más grande desde que la Patrulla Fronteriza comenzó a llevar cuentas en el 2013, indica que detener a las familias no ha tenido mucho impacto. Su grupo apoya un fin a la acción deferida, la cual según dijo ha exhortado a que más inmigrantes traten de entrar a Estados Unidos aun cuando no califiquen para el programa.
La postura de Ruark es que las familias provenientes de Centroamérica son migrantes por razones económicas y por tanto no califican para recibir asilo. Expresó que Estados Unidos debería poder deportarlos rápidamente sin liberarlos dentro del país para darles una audiencia en la corte.
‘Nos gustaría asegurarnos de que la gente que está esperando audiencias definitivas de su caso no son liberadas en el interior’, declaró Ruark. ‘Nos gustaría ver que el sistema hace lo que se supone que debe hacer. Tampoco nos gusta ver a las familias detenidas. Y la manera de solucionar eso es procesar mucho más rápido’.
Meses atrás, ICE dio muestras de que estaba considerando reducir su capacidad de detención de familias. En el presupuesto enviado por DHS al Congreso se pidió dinero suficiente sólo para mil camas de detención de familias, y Saldaña testificó en marzo que la agencia estaba considerando retener adultos en el Condado Karnes.