Decide EU su destino en histórica elección
En Grand Rapids, Clinton habló acerca de unir al país una vez concluidas las elecciones. “Tenemos que sanar a nuestro país, o, como dice la Biblia, ‘reparar la brecha’, porque ahorita tenemos demasiado divisionismo”, dijo. “Tenemos que empezar a escucharnos unos a otros, a respetarnos unos a otros”.
Durante su último día, Trump brindó un mensaje radicalmente distinto, repleto de sombrías advertencias en torno al significado de que él no ganara. Dijo que el país iba cuesta abajo, obstaculizado por una élite política que intercambiaba favores y una economía mal administrada. Su opositora era corrupta, el sistema estaba amañado a su favor.
Y —si Trump no logra ganar este martes— dijo que su prolongada y sorprendente campaña no habría servido de nada a ninguno de los involucrados.
“Si no ganamos, consideraré esto el mayor desperdicio de tiempo, energía… y dinero”, dijo Trump durante una escala de campaña en Raleigh, Carolina del Norte. “Si no ganamos nosotros, sinceramente, todos hemos perdido nuestro tiempo”.
Trump tenía previsto visitar ayer cinco estados: Florida, Carolina del Norte, Pennsylvania, New Hampshire y Michigan. Retomó temas familiares de la precampaña que lo llevó a la victoria durante las primarias republicanas, atacando a la prensa al calificarla de corrupta y de proteger a Clinton.
Se trató de los últimos mítines de Trump, la última congregación de un movimiento inesperado que había comenzado el verano pasado cuando bajó las escaleras eléctricas de la Torre Trump. Las últimas muchedumbres en la campaña de Trump fueron bulliciosas, reflejando la ira del candidato republicano e intensificándola. Empezaron a lanzar gritos refiriéndose a Clinton: “¡Métanla a la cárcel!”
En Raleigh, cuando Trump mencionó al presidente Barack Obama, hubo quien gritó pidiendo lo mismo sobre el presidente: “¡Enciérrenlo!”. El ambiente se puso particularmente pendenciero a altas horas de la tarde en Scranton, Pennsylvania, donde podían oírse los gritos de “¡es una demonio!” y “¡es una bruja!” mientras Trump arremetía contra Clinton.
Clinton tenía programado visitar varios estados, haciendo dos escalas en Pennsylvania y una aquí en Michigan, antes de planear terminar la jornada con un mitin de medianoche en Raleigh.
Apoyo presidencial
También Obama realizó cuatro escalas –eventos que concluyen un capítulo en su carrera política. Obama había iniciado su ascenso a la Casa Blanca derrotando a Clinton, la clara favorita, durante las primarias demócratas del 2008.
Al hacer sus últimas presentaciones de campaña como presidente, intentó ayudar a Clinton a ganar el puesto que ocho años antes él le negó. “Les pido confiar en mí en esto”, dijo Obama en una escala en Ann Arbor, Michigan.
Horas más tarde, en la población universitaria de Durham, New Hampshire, ayer Obama se puso más pensativo, señalando que se trataba del último mitin donde se presentaba él solo siendo presidente.
Contó la historia de Edith Childs, la regidora de la ciudad de Greenwood, Carolina del Sur, a quien se le ocurrió el eslogan de la campaña del 2008 de Obama, “¡Prendidos! ¡Listos para la marcha!” —la misma historia que contó durante su último mitin en vísperas de su primera elección.
“Uno no tiene la oportunidad de forjar la historia a menudo. El mundo nos está observando”, dijo el presidente a los miles de ovacionadores partidarios que llenaron el estadio en la Universidad de New Hampshire.
“Este es uno de esos momentos”, añadió Obama. “No lo dejen escapar”.
Las urnas abrirán por todo el país hoy por la mañana, y las primeras casillas cerrarán a las 6 p.m. Tiempo del Este del mismo día. Aunque millones de estadounidenses ya votaron antes del día de las elecciones, aún hay algunos estados clave –notablemente Pennsylvania y New Hampshire– donde casi todas las votaciones tendrán lugar el martes. Dichos estados tuvieron un enfoque especial de parte de ambas campañas el lunes.
Para Trump, su mensaje del lunes estuvo fuertemente influenciado por la gran noticia del día anterior, cuando el director del FBI, James Comey, dijo que el departamento había terminado de analizar los recién descubiertos correos electrónicos que pertenecían a un auxiliar de Clinton –un análisis que había enturbiado la contienda presidencial cuando tal asunto fue revelado por vez primera el mes pasado. Comey dijo que no había nada en los correos electrónicos que cambiara la decisión que el departamento tomó hace meses de no fincar cargos en contra de Clinton, la ex secretaria de Estado, por haber utilizado un servidor privado de correo electrónico para tratar asuntos gubernamentales por medio de éste.
Trump, quien había estado quedándose atrás en muchos de los sondeos cuando la noticia de los correos electrónicos fue revelada, ha comenzado a acercarse a su oponente, tentando a un mensaje de que Clinton era “deshonesta” y que existía la posibilidad de ser acusada.
El lunes, Trump cambió su mensaje sobre los correos electrónicos, pero sólo un poco, agregando a Comey como blanco de sus críticas.
En un mitin a mediados de la tarde en Raleigh, donde uno de los partidarios portaba un cartel que decía “Comey, estás despedido”, Trump dijo que el director del FBI estaba “obviamente bajo tremenda presión” para dar por concluida la investigación.