Buscan auditar trato a internos transgénero en penal de Texas
A— Funcionarios carcelarios del penal del condado Travis esperan que el centro penitenciario apruebe su primera auditoría federal sobre el trato brindado a los internos transgénero en medio de inquietudes médicas y en torno a seguridad.
A fin de acatar el Decreto para la Eliminación de las Violaciones Carcelarias, la auditoría se concluyó el 21 de octubre. El objetivo de la ley federal es proteger de las agresiones sexuales a los reos, de acuerdo con el Austin American-Statesman.
Un contratista independiente a quien el Departamento de Justicia de Estados Unidos capacitó revisó el Centro Correccional del Condado Travis ubicado cerca de Austin. El mes pasado había tres internos transgénero en dicho penal.
El administrador de la cárcel, el comandante Wes Priddy, señaló que los temas sobres los reos transgénero se remiten a un equipo de revisión de género conformado por personal médico, de salud mental y de seguridad. Priddy, quien cree que la cárcel pasará la auditoría, agregó que el propósito es asegurarse de que los presos transgénero sean resguardados de manera apropiada.
La ley, también conocida como PREA por sus siglas en inglés, incluye regulaciones destinadas a tratar y proteger a los aproximadamente 3 mil 200 internos transgénero que se calcula existen en los penales de Estados Unidos.
Pero la Comisión sobre Estándares Carcelarios de Texas no monitorea ni requiere que se acate el PREA, por lo cual no afrontan muchas consecuencias los penales locales que reprueban la auditoría. La auditoría del PREA sólo ha sido solicitada por otros tres condados texanos, uno de los cuales reprobó.
Rene Newman, quien estuva presa en el penal del condado Travis, señaló creer que durante el tiempo de su reclusión dicha cárcel no cumplía con los estándares del PERA. Newman explicó haber sido remitida a la unidad para varones sin que se le preguntara.
“Había presos que se sentaba en una mesa y me decían cosas”, dijo. “Muchas veces me hacían insinuaciones sin que yo quisiera. Los custodios se daban cuenta, pero no impidieron que pasara”.
En un sondeo efectuado en el 2011 y el 2012 por el Buró de Estadísticas sobre Justicia salió a la luz que más del 30 por ciento de los internos transgénero reportaron haber sido agredidos sexualmente durante su reclusión.