Con Trump en Washington,
Texas podría gastar menos en la frontera
Austin, TX. - Los legisladores de Texas dicen que si el presidente electo Donald Trump cumple su promesa de reforzar fuertemente la seguridad en la frontera México-Estados Unidos, ellos podrían dejar de gastar tantos impuestos estatales en eso.
Con una sesión de presupuesto apretado para Texas en el 2017, los legisladores estatales ya están buscando cada dólar que pueden. No tener que gastar 800 millones de dólares en seguridad de la frontera —la cantidad reservada en el presupuesto para los dos años anteriores— proporcionaría un enorme descanso financiero en el capitolio estatal. No contando los fondos federales, la Legislatura gastó cerca de 114 mil millones de dólares en el último presupuesto.
"Hemos estado gastando un montón de recursos en asuntos relacionados con la frontera, seguridad de la frontera, pandillas trasnacionales, tráfico humano, así que en verdad espero que podamos conservar algo de ese dinero", declaró el senador Charles Schwertner, republicano de Georgetown, miembro del poderoso Comité de Finanzas del Senado. “Hay todo tipo de pláticas sobre lo que un gobierno federal que trabaje con los estados fronterizos con Texas puede lograr. Es como un nuevo amanecer” agregó.
Nadie sabe con certeza cuáles promesas cumplirá Washington. Las promesas de Trump de deshacer el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, romper el acuerdo nuclear con Irán e imponer límites de servicio en el Congreso ya se están topando con la realidad de los mercados financieros, la geopolítica y la burocracia fuertemente atrincherada.
Planes para Texas
Con la incertidumbre sobre Washington en mente, el representante estatal republicano Dennis Bonnen, autor del paquete de seguridad en la frontera en la Cámara de Representantes de Texas, expresó que desea que Texas, el cual posee dos tercios de la frontera entre México y Estados Unidos, mantenga una presencia robusta a lo largo de los límites internacionales hasta que los legisladores vean qué acciones concretas toma el gobierno de Trump.
“No haré declaraciones en un sentido o el otro hasta que veamos claramente cuál es el plan federal y cómo podemos trabajar bien con ellos para continuar cubriendo la región fronteriza”, comentó Bonnen, quien es de Angleton. “Hasta que veamos si de verdad piensa Washington finalmente cumplir con su responsabilidad, tenemos que continuar supliéndolos nosotros aquí en Texas” dijo.
Aun así Bonnen comentó que la victoria de Trump “ciertamente debería cambiar la dinámica de cómo cumple con su responsabilidad el gobierno federal, y espero que mejoren su esfuerzo desde el lado del gobierno federal en la frontera”.
“Puede que no tenga la comodidad y nos impacte [lo suficiente] como para retirar los esfuerzos que el estado de Texas ha hecho en esta sesión, pero ciertamente debería crear la oportunidad de considerarlo la próxima sesión”, sugirió Bonnen.
Seguridad fronteriza
Los voceros de los tres líderes más altos del gobierno estatal —el gobernador Greg Abbott, el vice gobernador Dan Patrick y el presidente de la Cámara Joe Straus, republicano de San Antonio— no ofrecieron comentarios inmediatos sobre las implicaciones que una presidencia de Trump tendrá sobre el gasto del estado en seguridad de la frontera.
La aprobación por la Legislatura del 2015 de un paquete de gastos por 800 millones de dólares — proveyendo personal para vigilancia terrestre, barreras tecnológicas y una reunión más fuerte de inteligencia— se volvió un tema principal en casi todas las reuniones estándares de los republicanos de Texas. Pero Barack Obama aún estaba a medias de su segundo período de gobierno y, hasta el asombroso triunfo de Trump esta semana, Hillary Clinton parecía como la más probable sucesora de Obama.
Ahora el intrépido republicano tendrá una oportunidad de cumplir su promesa de lograr lo que los líderes estatales dicen que por años han estado deseando que Washington haga.
“La lógica te diría que si finalmente tienes un gobierno que finalmente reconoce su papel, entonces quizá los 800 millones se puedan quedar con los contribuyentes de Texas”, declaró el senador Charles Perry, republicano de Lubbock, quien ocupa un cargo en el panel conjunto de seguridad de la frontera de la Legislatura. “Creo que verás un totalmente nuevo conjunto de ideas”. Un punto que Perry espera que cambie significativamente: los planes de construir un muro físico en la frontera. Esa promesa continuamente repetida por Trump, junto con su argumento de que México pagaría por éste, terminó siendo la más grande generadora de aplausos durante los mítines del empresario multimillonario. Pero Perry explicó que hay muchos lugares en la frontera México-Texas donde eso no será práctico. Aunque se pueden erigir algunas barreras adicionales en áreas urbanas a lo largo de la frontera, predijo que Washington investigaría más el asunto y se inclinaría más hacia la tecnología —y menos hacia estructuras físicas— para mantener a la gente y las drogas afuera.