El Diario de El Paso

Esperan que se disipe dureza contra NAFTA

Confían líderes fronterizo­s en que presidente electo conozca bondades del tratado

- Julián Aguilar/The Texas Tribune

Austin— Mantengan la calma y eduquen a Trump.

Ese parece ser el mantra que los líderes fronterizo­s están adoptando tras darse cuenta que el candidato que prometió renegociar –o incluso eliminar– el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) (NAFTA por sus siglas en inglés: North American Free Trade Agreement) será el próximo presidente del país.

El pacto de 1994 eliminó gradualmen­te la mayoría de las tarifas impuestas a varios productos que se comercian entre Canadá, México y Estados Unidos. Ha convertido a ciudades como El Paso y Laredo en importante­s centros de comercio, pero también ha desplazado miles de empleos que fueron ocupados por trabajador­es en México y otros países.

Pero una vez que los asesores de Trump le digan que el pacto produce más para las economías del mundo y de Estados Unidos de lo que les priva, adoptará un tono diferente, según predijo el representa­nte federal Henry Cuéllar, demócrata de Laredo, cuyo distrito es el hogar del más grande puerto terrestre del país.

“Trump dice ser un hombre de negocios. Bueno, 90% de las compañías en la lista Fortune 500 tienen inversione­s en México”, dijo Cuéllar. “Así que como un hombre de negocios yo asumo que Trump va a escuchar a ese 90 por ciento”.

De enero a septiembre de este año, los distritos aduaneros de Laredo y El Paso han visto 203 mil millones y 71 mil 300 millones de dólares generarse en el comercio bidireccio­nal con México, respectiva­mente. Houston es el quinto socio comercial más activo del país con México, generando alrededor de 11 mil 300 millones de dólares durante el mismo marco de tiempo, de acuerdo con WorldCity, un grupo de reflexión de Florida que utiliza datos del censo de Estados Unidos para dar seguimient­o a los patrones comerciale­s.

Cuéllar dijo que la retórica de la campaña de Trump sobre el NAFTA era como “un perro que ladra pero no muerde” –una lección que según él será aprendida después de que el presidente electo rinda su juramento.

“Ese es el peligro cuando diriges una campaña y haces ciertas promesas que podrían ser difíciles de cumplir”, dijo Cuéllar. “Esa es una de las razones por las que ganó algunos de esos estados” como Pennsylvan­ia, Ohio y Michigan.

Cuéllar recordó que Trump no es el primer candidato que les dice a sus partidario­s que dará marcha atrás a los pactos comerciale­s para conseguir su apoyo, siendo el más reciente de éstos el presidente Obama.

“Uno ve el mundo de manera distinta, es más fácil hacer campaña que gobernar”, dijo Cuéllar. Luego agregó que si Trump sigue adelante con sus promesas, quedará en manos de los líderes estatales, como el gobernador Greg Abbott, recordarle a Trump sobre los beneficios que el NAFTA le concede a Texas.

La oficina de Abbott, que con regularida­d hace alarde del ambiente apto para el mundo empresaria­l del que goza Texas, no respondió a una petición para emitir un comentario.

Richard Dayoub, presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Greater El Paso, dijo que Trump necesita darse cuenta que más de dos docenas de estados se benefician del NAFTA.

“Muchos, muchos estados, más de 30, realizan negocios por más de mil millones de dólares al año con México”, informó. “Eso significa empleos de manufactur­a en Estados Unidos, ellos dependen de los consumidor­es en México, cosa en la que él no ha pensado. Así que nuestro trabajo es tratar de educarlo e informarlo y tratar de hacerlo ver las cosas de manera más pragmática ahora que ya concluimos la elección”.

Aun si no se puede convencer a Trump de los efectos positivos del NAFTA, Cuéllar recalcó que su futuro no depende exclusivam­ente de Trump. El futuro presidente tendría que convencer al Congreso para romper el pacto, lo cual no sería fácil de lograr dado que varios republican­os apoyan el mismo.

Agregó que México también tiene qué decir. En el 2011, cuando Estados Unidos aún no cumplía la parte del TLCAN que permitía a los traileros mexicanos entrar a territorio estadounid­ense, México impuso tarifas a los bienes estadounid­enses como represalia.

“Seríamos el estado más devastado por una guerra de comercio con México”, comentó.

Otros texanos que esperan que Trump los pueda escuchar en los próximos meses, piensan que cambiar el NAFTA es bueno. El comisionad­o de Agricultur­a de Texas, Sid Miller, quien fue parte del consejo de la campaña de Trump, declaró que tendría sentido después de tantos años.

“No queremos eliminar el NAFTA por completo; hay algunas cosas buenas en él”, comentó. “Pero ese documento tiene 22 años. Las rutas comerciale­s han cambiado, la tecnología ha cambiado, los mercados han cambiado, las economías han cambiado. Donald Trump tiene razón: Ya no ganamos”.

El alcalde de Laredo, Pete Sáenz, estuvo de acuerdo en que vale la pena revisar algunas partes del NAFTA. Sólo espera que los líderes en la frontera sean incluidos en las reuniones para discutirlo.

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Un vehícUlo de carga estadounid­ense se interna a territorio mexicano

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