COMO ADULTOS, TRASLADAN A MENORES DETENIDOS
De acuerdo con las leyes vigentes en Texas, personas entre 10 y 17 años deben ser esposadas durante los traslados fuera del Centro de Justicia Juvenil del Condado, como el que fue captado ayer por la cámara de El Diario de El Paso
El caso de un niño que fue trasladado esposado y con grilletes de las instalaciones de la Corte del Condado hacia el Centro de Justicia Juvenil ha causado polémica.
Bajo la política actual de traslado de menores que se encuentran bajo la detención de Centro de Justicia Juvenil del Condado de El Paso, los niños y adolescentes bajo su cuidado deben de ser trasladados con medidas de seguridad similares a las de criminales de mayor edad.
Esto significa que niños y adolescentes de entre 10 a 17 años de edad, son puestos bajo restricciones físicas, como el de ser esposados al momento de ser trasladados a cualquier sector fuera del centro de detención juvenil.
El protocolo dicta que los grilletes nunca deben ser removidos del joven al menos que se requiera para completar ciertos exámenes físicos tales como exámenes pélvicos, procedimientos quirúrgicos, y también incluir exploraciones de MRI o Cat Scan, donde las esposas y grilletes pueden interferir con el equipo médico.
“Esta medida está bajo las normas Código Administrativo de Texas 341.71, esto no es nada fuera de lo común pero si ocasiona un poco de shock a las personas al ver a un niño esposado de esta manera”, dijo Roger Martínez, jefe de Libertad Condicional Juvenil del Centro de Justicia Juvenil del Condado de El Paso.
Martínez explica que por cuestiones de privacidad y seguridad de los menores de edad no tiene autorizado explicar las razones detrás de los casos de detención. Pero afirma que estas medidas son establecidas para resguardar la seguridad de tanto el menor detenido, como el del oficial.
El caso particular que reporta el Diario de El Paso es el de un menor de edad no identificado, que fue trasladado desde las instalaciones de la Corte del Condado hacia el Centro de Justicia Juvenil. El menor, que bajo el estatuto del centro tendría que tener mínimo de 10 años para arriba, pasó esposado y con grilletes en las piernas.
El psicólogo Pablo S. Padilla García, quien se especializa en asuntos terapia familiar estipula que las políticas de disciplina dura pueden activar un ciclo criminal en los menores, aumentando la deserción escolar y otros actos delictivos.
“Es en mi opinión que estos protocolos, no solo de arrestos sino en general a las faltas o delitos menores infringidos por adolescentes y niños deberían ser tratados con tratamientos psicológicos y con menos cárcel o detención”, comentó
Reiterando que el tratar una conducta disruptiva con un castigo, y más aun uno desproporcionado a la falta, puede producir un aumento en la conducta disruptiva misma del menor.
Por el momento el vocero del Centro de Justicia Juvenil del Condado de El Paso reconoce que estas medidas pueden parecer alarmantes para la comunidad, pero reafirma que los estándares de cuidado y de trato de los menores son de los mejores del estado e incluso han sido los estándares a seguir de otras instituciones de Justicia Juvenil.