‘Automotrices sabían de defecto en bolsas de aire’
Nueva York— Al menos cuatro fabricantes de automóviles supieron por años que las bolsas de aire de Takata eran peligrosas y podían romperse violentamente, pero continuaron usándolas en sus vehículos para ahorrar costos, dijeron en un documento judicial este lunes los abogados que representan a las víctimas.
La investigación criminal del Departamento de Justicia sobre las bolsas de aire propensas a ruptura de Takata pintaba hasta ahora a los fabricantes de automóviles como victimarios involuntarios que fueron engañados por un proveedor deshonroso que manipuló datos de seguridad para ocultar un defecto vinculado con al menos 11 muertos y más de 100 lesiones en Estados Unidos, reveló ayer The New York Times.
Sin embargo, los nuevas alegatos contra Ford, Honda, Nissan y Toyota, apuntan a una participación mucho más profunda por las armadoras de automóviles que utilizaron los airbags defectuosos de Takata durante años. El defecto ha provocado el mayor retiro de automóviles de Estados Unidos, afectando a casi 70 millones de bolsas de aire en 42 millones de vehículos.
Las solicitudes de los demandantes ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de la Florida llegaron horas antes de que Takata se declarara culpable de cargos de fraude telefónico por proporcionar datos falsos, un resultado poco común para las empresas acusadas de mala conducta. Fiscales federales también dijeron el mes pasado que habían acusado a tres ejecutivos de Takata de fabricar datos de pruebas y multaron a la compañía de Tokio por mil millones de dólares.
En documento procesal presentado la semana pasada en Florida, las automotrices apuntaron a la esperada declaración de culpabilidad por parte de Takata a efecto de argumentar que el proveedor era el único culpable, siendo las compañías víctimas de un encubrimiento. Pero los querellantes, que podrían verse beneficiados demandando a las acaudaladas automotrices además de a Takata, desde hace largo tiempo habían alegado que las empresas estaban involucradas de manera más profunda en el manejo del defecto.
El verano pasado, The New York Times dio a conocer indicios de que, en vez de ser víctimas de Takata, las automotrices habían presionado a sus proveedores a efecto de dar al precio prioridad por sobre todo lo demás. Dicho reporte se concentraba en General Motors, el cual no se menciona en el caso de Florida, si bien los abogados de la parte actora señalaron estar preparándose a fin de tomar medidas contra la compañía.
En el documento de los demandantes se indica que en e-mails y documentos internos entregados por Honda se muestra que en 1999 y el 2000, la automotriz participó de manera estrecha en el diseño de un propelente, o explosivo, problemático utilizado en las bolsas de aire marca Tanaka. El propelente se encierra en un recipiente de acero denominado inflador, el cual en el caso de Takata puede romperse, disparando fragmentos metálicos hacia el conductor o los pasajeros del automóvil.
En ese entonces, el gas propelente, que se basa en un compuesto volátil, despertó inquietudes internas en Takata, preocupando desde hacía largo tiempo a los ingenieros de la empresa. Y durante las pruebas de los infladores Takata realizadas en 1999 y el 2000 en las propias instalaciones de Honda, se rompieron un mínimo de dos infladores, según el documento.
Las primeras ocasiones cuando se retiraron del mercado bolsas de aire de Takata fue hasta casi 10 años después, cuando en el 2008 Honda sacó de circulación cuatro mil vehículos.
El Times ha reportado que en el 2004 Honda y Takata tuvieron conocimiento sobre la explosión de una bolsa de aire ocurrida en Alabama en un Honda Accord cuando salieron expulsados fragmentos metálicos y el chofer del automóvil resultó herido..
En el expediente se citan documentos internos de Ford, Nissan y Toyota que indican que las consideraciones en torno al precio influyeron en la decisión que las automotrices tomaron de adoptar a principios de la década del 2000 las bolsas de aire fabricadas por Takata, no obstante las inquietudes acerca de su seguridad.
Toyota empleó ‘básicamente’ por razones de costos las bolsas de aire de Takata, a pesar de que la compañía automotriz tenía ‘gran cantidad de inquietudes’ en torno a Takata y consideró ‘inaceptable’ la calidad del proveedor, se indica en el documento. En el 2003, un inflador Takata se rompió en un centro de pruebas Toyota.
En el 2005, Nissan empezó a investigar agregar un agente de secado a los infladores de las bolsas Takata debido a las inquietudes de que la exposición a la humedad vuelva particularmente inestable al propelente, se indica en el documento procesal.
Y Ford eligió los infladores de Takata a pesar de las objeciones presentadas por el mismo experto en infladores de la automotriz, quien se opuso a usar el propelente de Takata por su inestabilidad y su sensibilidad a la humedad, se señala en el documento. Pero Ford ignoró dichas objeciones al considerar a Takata la única automotriz capaz de proporcionar la gran cantidad de infladores que Ford necesitaba, dice el documento.
En el documento se manifiesta que Ford, Honda, Nissan y Toyota estaban conscientes asimismo de casos de roturas años antes de sacar vehículos del mercado.
También se menciona a BMW, apuntándose a evidencia circunstancial que se presentó asimismo en lo que los fiscales federales, en su demanda penal y al anunciar el convenio en el cual Takata se declara culpable, han calificado como encubrimiento.
Representantes de Nissan y BMW dijeron que las automotrices no podían hacer comentarios relativos a casos en curso. También un representante de Takata rehusó hacer declaraciones. Honda, Ford y Takata no respondieron de inmediato las solicitudes de comentarios.
Para ahorrar costos, al menos cuatro fabricantes continuaron usándolas en sus vehículos, aseguran