Divide a familias plan migratorio de Trump
El presidente Donald Trump propuso el martes ante el Congreso reformar el sistema de inmigración para dar preferencia a candidatos con altos méritos profesionales, en vez de vínculos familiares como ocurre desde 1965.
Este proyecto –el más ambicioso en materia migratoria desde la presidencia de Lyndon B. Johnson– desató críticas por parte de activistas locales y nacionales, quienes consideraron que el proyecto de Trump dividirá familias que han estado separadas por años, incluso décadas.
“Al traer a hermanos y sus hijos procedentes de países diversos, no sólo México, se diversifica la cultura del país, llegan personas con una ética de trabajo y mejora el bienestar de las familias ya establecidas en Estados Unidos”, consideró José Barrón, quien llegó al país con sus padres gracias a un tío que se hizo ciudadano hace décadas.
“El (sistema) actual y anticuado debilita los salarios para nuestros trabajadores más pobres y pone una gran presión en los contribuyentes”, aseguró Trump.
El presidente puso como ejemplo la manera en que Canadá y Australia “tienen un sistema de inmigración basado en el mérito”.
Rechazan activistas priorizar inmigración en base a ‘méritos laborales’
De acuerdo al Migration Policy Institute (MPI) reformar el sistema de inmigración para que sea más “basado en el mérito” abre la posibilidad que se le otorguen oportunidades a los inmigrantes equivocados.
Mientras que sus defensores apuntan a Australia y Canadá, estos son lugares que no tienen la tradición estadounidense de la migración familiar y que seleccionan deliberadamente a los inmigrantes que probablemente contribuyan económicamente y se asimilen culturalmente desde el momento en que llegan.
La propuesta para que el sistema de inmigración de Estados Unidos sea basado en el mérito por lo general reduce el número de plazas disponibles para los inmigrantes que vienen por razones distintas a sus aptitudes, como lo son la inmigración familiar y la lotería de visados explicó el análisis de MPI.
Agenda conservadora
Para demócratas y activistas, la política migratoria que trazó el presidente Trump en su discurso ante el Congreso presenta un ataque catastrófico para la comunidad inmigrante dentro y fuera del país.
La ambiciosa agenda conservadora –que incluye la construcción del muro fronterizo, la deportación de inmigrantes con antecedentes penales y la creación de una oficina para víctimas de crímenes cometidos por indocumentados– fue rechazada rotundamente por grupos cívicos y defensores de los inmigrantes. En su discurso del martes, Trump para nada mencionó la posibilidad de legalizar a los indocumentados, cosa que supuestamente declaró en privado horas antes a algunos presentadores de televisión. Fernando García, director de la Red Fronteriza para los Derechos Humanos (BNHR) en El Paso, dijo que el presidente Trump de hecho volvió a atacar a su presa preferida, la inmigración, asegurando que era esta la causa de todos los males de este país, lo que para él “es completamente ridículo”.
Condenó que el presidente esté “tratando a todos los inmigrantes como criminales”, sin considerar las contribuciones positivas que la mayoría aporta al país. “Las acciones hablan más que las palabras. Trump se ha dedicado a atacar a la comunidad inmigrante con el uso de una retórica racista y xenófoba. Sus acciones desde que asumió la presidencia han seguido el mismo camino de la criminalización de los inmigrantes”, dijo García.
Frank Sharry, coordinador de la organización America’s Voice, coincidió que el discurso del presidente ante el Congreso equivalía a “un ataque sin precedentes contra los inmigrantes”.
“Trump continúa etiquetando a los inmigrantes como criminales, una acusación tan falsa, como cruel”, dijo Sharry.
García dijo que lo único que escuchó es que el presidente redobló su “retórica tóxica” contra los casi 11 millones de inmigrantes sin documentos bajo su promesa de utilizar recursos extensivos del gobierno para ejecutar una agenda de “deportación en masa y la división de familias”.
“Ni siquiera el débil llamado de Trump a una reforma migratoria durante una sesión conjunta del Congreso tiene credibilidad en nuestras comunidades, ya que siguió pintando a los inmigrantes como criminales”.
Oscurantismo político
La activista ‘dreamer’ Astrid Silva, quien respondió en español, a nombre del Partido Demócrata, la intervención de Trump ante el Congreso, aseguró a través de comunicado que el presidente está llevando al país a “sus épocas más oscuras”, y reiteró que sus medidas están destinadas a “criminalizar a cualquiera que sea diferente”.
Según el director ejecutivo del fondo educacional NALEO, Arturo Vargas, el reto para el presidente Trump, es abandonar la retórica “nociva e incendiaria” con la que ganó la presidencia con el apoyo de los conservadores, para así, de la mano del Congreso, “poner las palabras en acción”, especialmente respecto a una reforma migratoria, sin embargo, dicho efecto no fue logrado con el contenido del discurso del martes.
No pasa un día en el país sin que se revelen alarmantes detalles acerca del extensivo poder que se les otorga a los agentes migratorios para expulsar a padres, madres y trabajadores, expresó Ben Monterroso, de la organización Mi Familia Vota.
“Trump sigue ofreciendo una falsa narrativa sobre quién está siendo deportado, pintando a madres y padres como criminales peligrosos”, dijo Monterroso.
Polémica dependencia
Una nueva oficina llamada Voice -Victims of Immigration Crime Engagement- intenta darle voz a aquellos, que según el presidente Trump, han sido ignorados por medios de comunicación y silenciados por grupos de interés.
La dependencia es la más reciente iniciativa con una fuerte carga nacionalista que se une a otras políticas polémicas de este gobierno, dijo García.
La orden ejecutiva que firmó Donald Trump el 25 de enero establece la creación de dicha oficina que tendrá el objetivo de facilitar información sobre el atacante, su custodia y su condición legal, así como apoyar a las víctimas en todo lo necesario.