Temor dispara solicitud de pasaportes mexicanos
El número de mexicanos que acuden a la sede diplomática de su país en El Paso para tramitar documentos de identidad se ha disparado desde la elección de Donald Trump, afirman funcionarios y abogados.
Según el Consulado General de México en El Paso, durante enero y febrero se emitieron 2 mil 163 pasaportes mexicanos, comparados con más de mil 800 durante el mismo periodo del 2016.
Abogados de inmigración en El Paso han notado esta tendencia y la atribuyen a que los inmigrantes con estatus irregular en Estados Unidos anticipan su posible deportación y quieren estar preparados para comprobar que son mexicanos, para así evitar problemas con autoridades de su país a su regreso. También, dicen, quieren documentar su estadía, aunque irregular, en Estados Unidos, por si en un futuro tramitan visas o residencia legal en este país.
“La gente en este momento está asustada, y buscan estar prevenidos para afrontar cualquier tipo de represalia en su contra”, dijo el abogado de inmigración, Arturo Rodríguez.
“Últimamente he notado que la comunidad está tomando atención a tramitar la doble nacionalidad en sus hijos estadounidenses, además de ellos estar más documentados con el pasaporte mexicano, en dado caso de ser deportados o iniciar un trámite migratorio de salida voluntaria”.
Según la ley estadounidense, cuando un inmigrante indocumentado quiere pedir al gobierno la salida voluntaria del país, es necesario tener un pasaporte mexicano (o de su país de origen) para poder otorgarla. De no ser así, un juez de inmigración puede negar la petición y mandar a la persona a su país de origen, pero con una orden de deportación que lo excluirá de solicitar admisión en un futuro cercano.
“La importancia de la salida voluntaria es que cuando la persona desee ingresar de nuevo a los Estados Unidos, ya sea con visa o con residencia legal, un perdón de deportación no sería necesario”, comentó Rodríguez.
“Es decir, la única arma en contra de ser deportado, si la persona ya se siente amenazada o es casi seguro que será convocada a la deportación, es pedir con anterioridad una salida voluntaria”.
Añadió que otra de las causas por el incremento de emisión de pasaportes es debido a la actual situación que enfrenta el Instituto Nacional de Migración mexicano, que buscan distinguir a sus connacionales de centroamericanos que se hacen pasar por mexicanos para evitar ser deportados a Centroamérica.
“Debido a toda esta ola de movimiento migratorio, las autoridades de inmigración mexicana reciben a miles de personas deportadas. La gran mayoría suelen ser personas del Centro o Sur de América, pero al llegar a México en su intento por regresar a los Estados Unidos y evitar ser regresados a su país natal, se identifican como mexicanos con la aduana”, comentó.
Y es que según la experiencia, el abogado manifiesta que muchas de estas personas son gente humilde, provenientes de rancherías, donde muchos de ellos no cuentan a veces ni con un acta de nacimiento mexicana.
“Ahora, cuando los padres de ciudadanos americanos buscan tramitar la doble nacionalidad a sus hijos, es también hecho como un método preventivo, ya que estos niños sólo cuentan en muchas de las veces con el acta americana, lo que también es un problema cuando intentan entrar a México”, comentó.
En el Consulado mexicano en Austin, el cónsul general Carlos González estableció a los medios de comunicación locales, que el número de solicitudes del pasaporte así como actas de nacimiento incrementó desde la elección presidencial el pasado mes de noviembre.
Desde hace dos semanas, el Departamento de Aduanas e Inmigración, (ICE), ha implementado detenciones de inmigrantes, declarándolo ante los medios como una acción de rutina.
“Según los datos que hemos recabado es que se están deportando a 40 mil personas diariamente, y el presidente Trump busca que este número suba hasta los 200 mil por día”, comentó Rodríguez.
Rodríguez agregó que el Gobierno estadunidense no tiene ni la infraestructura ni la capacidad para albergar a tantas personas, es por eso la urgencia de contratar a más personal judicial que maneje la situación.
“Me da gusto que las personas estén tomando prevenciones, que estén defendiendo sus derechos y a sus hijos. La prioridad en términos de deportación para el Gobierno americano son las personas con antecedentes penales, crímenes, y demás, sin embargo no está de más checar cuál es el estado actual de cada uno”, comentó.