ESPERAN LO PEOR DEL NAFTA 2.0
Activistas discuten impacto de la renegociación del tratado
El presidente Donald Trump prometió iniciar un proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio (NAFTA) entre Estados Unidos, México y Canadá en sus primeros 100 días de gobierno. Su plan es construir el camino a un intercambio comercial que sea más justo para los empresarios estadounidenses. Sin embargo, aceptar un nuevo acuerdo significaría empeorar la situación laboral de los fronterizos.
Al menos esta es la conclusión a la que llegan líderes comunitarios, desde economistas hasta activistas laborales, que debatieron ayer el impacto de la renegociación/derogación de NAFTA en la frontera.
Por un lado, “el comercio se ha incrementado, NAFTA ha creado muchos trabajos. De hecho, en Ciudad Juárez, hay un cuarto de millón de personas trabajando en 350 maquilas trabajando en la manufactura y líneas de ensamblado”, apuntó Kathleen Stautdt, del centro de Estudios Hemisféricos de la Política Comercial del Hemisferio Occidental.
Por el otro lado, “NAFTA no ha mejorado la diferencia de cinco veces, el salario mínimo que ganan los trabajadores estadounidenses en comparación con los trabajadores juarenses”, señaló Staudt. “Si vamos a renegociar el tratado, en los términos que la Casa Blanca desea, habrá más inequidades y eso es algo que debemos tratar de evitar”, agregó.
En entrevistas previas sobre el tema, el director ejecutivo de la Asociación Industrial Fronteriza, Jerry Pacheco, ha señalado que todo depende de los significados que se les den a las palabras.
“En un tratado de libre comercio hay gente que gana y gente que pierde”. Pacheco aseguró que es válido preocuparse por hacer un acuerdo más justo pero que, en el proceso, “ambos lados se van a perder si iniciamos una guerra de comercio”.
“No queremos perder los beneficios que hemos ganado en los más de 20 años de lucha para mejorar el medioambiente”, dijo el director de Estudios Interamericanos y de Comercio Fronterizo, Josiah Heyman, a propósito de la creación de instituciones como la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF).
Esta es una institución binacional creada en 1993 por los gobiernos federales de México y los Estados Unidos de Norteamérica, dentro del marco del Tratado de Libre Comercio para enfrentar los impactos ambientales en su frontera común derivados del dinamismo esperado por el NAFTA.
Para Heyman, una renegociación nos obliga a pensar en qué políticas de movilidad y derechos de los trabajadores, que han sido algunos de los grandes vacíos que ha tenido el tratado.
Theodora Simon, Analista de Investigación de Políticas en el Hope Border Institute, dijo que esto no era, en realidad una conversación sobre una renegociación, sino la imposición de un nacionalismo de odio. “Es una forma de ensalzar una cultura de descarte”, acotó.
Para el activista Carlos Marentes, Director del Centro de Trabajadores Agrícolas Fronterizos, el narcotráfico y los feminicidios son resultado del tratado. Sin embargo, hay tres tragedias que han coloreado la frontera: el cambio climático, la agudización de la inmigración y la devastación del campo mexicano.
Desde Ciudad Juárez, la activista Cristina Coronado Flores, del Grupo Junt@s Vamos, comentó que, del otro lado de la frontera, “(NAFTA) ha sido una de las peores embestidas que México ha padecido en asuntos del dinero y del poder. Muerte, desolación, desplazamiento, narcotráfico, explotación, pérdida de la identidad y de la dignidad. Entonces, ¿qué vamos a renegociar?”.
Lorena Andrade, Directora de La Mujer Obrera, y, Bob Cash, Director de la Coalición de Comercio Justo de Texas coincidieron en que, después de la firma del tratado, en 1994, El Paso perdió uno 35 mil trabajos. La mayoría de ellos entre mujeres fronterizas, cuando sus plantas cerraron y se movieron a otros puntos de la región.
Los críticos argumentan que el NAFTA ha sido una puerta de entrada para que Estados Unidos explote a los migrantes mexicanos ya la economía mexicana, en lugar de ser una verdadera colaboración económica entre las dos naciones.
La frontera más golpeada
Por su vocación comercial, El Paso sería la frontera que más se vería afectada en caso de que se anulara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), según se desprende de una serie de estudios económicos a nivel nacional.
De acuerdo con datos del reporte de las 388 Áreas Metropolitanas Estadísticas (MSAs) de 2015, esta frontera se ubicó en ese año como la mayor exportadora de bienes y servicios hacia México, con un total de 21.1 billones de dólares.
El documento señala que durante ese período, EU exportaron en total 1.5 trillones de dólares en mercancía y 751 billones de dólares en servicios.
Un análisis del Instituto México del Centro Wilson muestra que la cifra de las exportaciones de El Paso es superior a las de otras zonas urbanas del país con alta actividad comercial e industrial.
La región Paso del Norte queda por encima de Detroit (17.3 billones de dólares), Houston (15.9 billones), Los Ángeles (11.1 billones) y Chicago ($8.4 billones), por lo tanto sería uno de los más afectados con la desaparición de NAFTA.
Casi 5 millones de empleos en los Estados Unidos dependen del comercio con México, agrega la misma institución.