Deberá Trump expropiar grandes predios para el ‘alto y hermoso muro’
Contempla el mandatario contratar 20 abogados para conseguir las propiedades necesarias
WLo que el presidente Trump tiene que hacer ahora para construir su ‘alto y hermoso muro’ es contratar más abogados para una batalla prolongada y cara por terrenos particulares.
El muro costará mucho más –política y económicamente de lo reconocido en público por Trump. A efecto de erigir el muro a lo largo de los 3 mil 100 kilómetros (2 mil millas) de la frontera, Trump necesitará recurrir al poder gubernamental con el fin de tomar a la fuerza propiedades privadas, incluyendo algunas que pertenecen a sus seguidores.
Sobre todo en Texas, gran parte de la frontera serpentea por granjas, ranchos, huertas, campos de golf y otras propiedades particulares que datan de concesiones de tierras realizadas hace siglos por parte de la corona española. Como indicio de las dificultades por venir, el Gobierno aún no ha finiquitado el trámite del proyecto similar iniciado hace 10 años.
‘Va a hacer falta mucho tiempo y será caro’, dijo Tony Martínez, el abogado que es alcalde de Brownsville, Texas. ‘Desde el punto de vista político, hay muchos terratenientes ricos que apoyaban a Trump’.
En su reciente propuesta presupuestal, Trump está contemplando contratar en el Departamento de Justicia 20 abogados adicionales ‘dedicados a los esfuerzos federales por conseguir las tierras y propiedades necesarias para proteger la frontera surponiente’. De los 11 mil abogados adscritos a la dependencia, en la actualidad menos de 20 trabajan en la adquisición de terrenos. Con el presupuesto de Trump dichas cifras se duplicarían.
El Gobierno ya ha gastado 78 millones de dólares en la compensación de dueños de 600 predios destinados a construir la actual barrera para peatones y vehículos.
La corporación calcula que canalizará 21 millones más a gastos de bienes raíces relacionados con el resto de los casos de expropiación –sin incluir aproximadamente cuatro millones en costos de los litigios del Departamento de Justicia.
En un reporte emitido en el 2009 por la Inspección General de Seguridad Interna se enfatizaron las dificultades para adquirir los terrenos necesarios: ‘conseguir los derechos de acceso… pospuso la construcción de la valla y podría elevar el costo más allá de los fondos disponibles’.
Investigadores y abogados consideran que la expropiación continuará siendo un problema serio para Trump, pudiendo inclusive impedir sus ambiciosos planes de un muro ‘impenetrable’.
‘Para su gobierno será un desafío enorme. Saturará los juzgados’, dijo Terence Garrett, profesor de estudios sobre seguridad y asuntos públicos en la Universidad de Texas en el Valle del Río Bravo, en Brownsville. ‘Simplemente constituye una afrenta para los derechos de propiedad’.
Se desconoce qué tanto se compadecerá Trump de la situación de cualquier propietario de tierras que se interponga al muro.
Como constructor, Trump ha recurrido a la expropiación a fin de abrir espacio para sus propiedades. Tiene antecedentes de respaldar el uso de la expropiación y aplaudió el fallo tomado en el 2005 por la Suprema Corte estipulando que el Gobierno podía obligar a los dueños a vender sus tierras con el propósito de abrir espacio para construcciones económicas particulares que beneficien al público.