ABUSO SEXUAL
Dos guatemaltecas lo acusan de tocamientos
Demandan a patrullero fronterizo de Presidio por tocamientos a 2 guatemaltecas
La Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU) presentó este miércoles una demanda administrativa de agravio contra la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), por el supuesto abuso sexual de uno de sus agentes en Presidio a dos hermanas guatemaltecas, una de ellas menor de edad.
‘CBP tiene que asumir responsabilidad por los actos cometidos por uno de sus oficiales en contra de dos víctimas vulnerables’, dijo la abogada de ACLU, Angélica Salceda. ‘No ha habido ninguna acción penal en contra del oficial involucrado. CBP no está por encima de la ley y sus abusos de poder no pueden ser tolerados’.
En las demandas, las hermanas piden una compensación de 750 mil dólares cada una por el sufrimiento y el dolor emocional que les provocó el ‘asalto y encarcelamiento’ que aseguran sufrieron en instalaciones de la Patrulla Fronteriza en Presidio, Texas.
Según la versión de las jóvenes guatemaltecas, el supuesto abuso ocurrió en julio del 2016, cuando ellas tenían 17 y 19 años.
Las adolescentes habían cruzado México en autobús con el objetivo de llegar a California para reencontrarse con su madre a la que no veían desde hacía 10 años.
Tras su llegada a Ojinaga, Chihuahua, se dispusieron a pasar hacia Texas por el desierto, pero antes de llegar a su destino las venció el cansancio y se entregaron a la Patrulla Fronteriza.
‘Los oficiales dijeron que nos ayudarían’, explicó la mayor de las hermanas, identificada como Clarita, en un texto publicado ayer en el blog de ACLU.
Una vez allí, cuentan, los oficiales que las habían detenido se fueron y las dejaron en una celda hasta que llegó un tercer oficial y pidió a Clarita, la mayor, que saliera y le acompañara a un cuarto pequeño, donde supuestamente le ordenó que se quitara la ropa. También, de acuerdo a ACLU, el oficial le tocó sus pechos y la vagina.
De acuerdo al relato de las demandantes, el oficial siguió el mismo procedimiento con la hermana menor, de 17 años. La política de las fuerzas policiacas estadounidenses es que las revisiones corporales deben hacerse por un(a) oficial del mismo género que el detenido(a) o por personal médico certificado.
Según la información que dispone ACLU, la Patrulla Fronteriza emprendió una investigación interna que no culminó con cargos en contra del supuesto agresor.
En respuesta al anuncio de la demanda de ACLU, la CBP emitió un comunicado en el que asegura que la agencia no puede hacer declaraciones de litigios pendientes pero que toman ‘muy en serio las acusaciones de mala conducta’.
‘No hay espacio en el CBP para el maltrato o mala conducta de ningún tipo hacia aquellos bajo nuestra custodia. No toleramos la corrupción o el abuso dentro de nuestras filas y cooperamos plenamente con cualquier investigación criminal o administrativa de presunta mala conducta por parte de cualquiera de nuestro personal, dentro o fuera de servicio”, subraya el comunicado enviado a El Diario de El Paso.
Las jóvenes pasaron tres días detenidas, después pudieron salir y reunirse con su madre en Fresno, California, donde estudian mientras los abogados tratan de arreglar su estatus migratorio en el país.