El Diario de El Paso

El síndrome de Rico MacPato

- Miguel Gómez, CFP Consejero financiero

¿Recuerdas a Rico MaccPato? El tío del Pato Donald, que tenía una bóveda donde, literalmen­te, nadaba en dinero. La revista Forbes publica cada año la lista de las personas con las fortunas más grandes del mundo. Estamos hablando de personas con miles de millones de dólares en su haber.

Uno pensaría que todos ellos son felices. Pero, no es así. Hace unos días me enteré de la historia de Adolf Merckle, que heredó una empresa de su padre (empresa que se fundó en 1881) y con ella construyó un imperio. Adolf llegó a estar en la posición 94 de la mencionada lista de Forbes, pero aún así manejaba un automóvil Golf y vivía de manera relativame­nte modesta, sin ningún tipo de seguridad. Hasta que llegó la crisis de 2008. Sus empresas perdieron valor y tuvo que hipotecar una de ellas para salir a flote.

Esto le afectó mucho emocionalm­ente, y decidió terminar su vida.

Sus empresas sobrevivie­ron dos guerras mundiales, emplean a decenas de miles de personas e iban a estar bien después de la crisis, pero esa pérdida de control, ese sentimient­o de que "no había podido" y de que no tenía suficiente lo llevaron a la muerte.

Y eso es lo que llamo el ‘Síndrome de Rico MacPato’: el deseo de tener más por tener más y el poner la riqueza por encima de uno mismo.

He conocido a varias personas con este síndrome: si tienen diez millones de dólares, quieren tener veinte. Si tienen veinte, quieren tener cuarenta. No porque tener el doble vaya a hacer una diferencia en sus vidas, sino porque para ellos es importante el sentimient­o de logro que conlleva el duplicar sus fortunas.

Muchos son adictos al trabajo. Otros, ni siquiera conocen a sus hijos. Unos más, "no tienen tiempo" para nada que no sea crecer su riqueza.

Esto llega a algunos de ellos a ser sumamente infelices, deseando salir de esa carrera que los tiene con mucho dinero, sí, pero insatisfec­hos con la vida.

¿Cómo salir de ahí? Te comparto algunas ideas:

– Ponle claridad y valor a tus metas. Determina cuánto necesitas para hacer lo que quieres lograr. Muchas veces es menos de lo que crees.

– Determina tu "punto suficiente". El punto suficiente es aquel donde tienes lo que necesitas para alcanzar tus metas. Alcanzar tu punto suficiente significa que ya no necesitas seguir en la carrera por que ya llegaste a la meta. Una y otra vez he sido testigo directo de cómo tener esta certeza cambia vidas: he conocido gente que decide dejar de trabajar, otros que deciden iniciar su proyecto de beneficenc­ia (que pensaban iniciar en 10 años) y otros que simplement­e ven la vida de manera más feliz, porque ya no se preocupan por no tener suficiente para vivir.

– Reducir riesgos. Una vez que llegas a la meta, al "punto suficiente", ya no hay necesidad de tomar riesgos. ¿Por qué? Porque tienes más de perder que de ganar. He visto cómo muchos asesores financiero­s se olvidan de este punto crucial y recomienda­n a sus clientes tomar riesgos innecesari­os. ¿El resultado? Que los mercados bajan y alguien que ya había alcanzado sus metas se ve obligado a trabajar por diez años más, simplement­e por que siguió recomendac­iones que tenían más riesgo del que necesitaba.

Tener claridad sobre tus metas, determinar cuánto necesitas para alcanzarla­s y reconocer cuando estás ahí para reducir tus riesgos son cuatro cosas que puedes hacer para evitar el Síndrome del Rico MacPato te afecte y dañe tu vida. Entonces, procura que tu meta no sea tener más por tener más, sino tener metas con propósito.

Visita mi página en www.miguel-gomez. net.

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