Desairan grandes empresas AL MURO DE TRUMP
Se mantienen al margen de licitación; temen repercusiones políticas
Washington— Las empresas más grandes y experimentadas no se han interesado en el muro fronterizo propuesto por Trump.
La tarde del martes venció el plazo para presentar ofertas, mientras que muchas de las mayores compañías constructoras y de ingeniería están manteniéndose totalmente al margen de ofrecer sus servicios para el proyecto.
Varias empresas que poseen los recursos y la experiencia para administrar y realizar una obra tan grande y compleja están manteniéndose alejadas de ella debido a las inquietudes en torno a las repercusiones políticas, según Dave Raymond, presidente y director general del Consejo Estadounidense de Empresas de Ingeniería. Raymond declaró a CNN, ‘no se me ocurre ninguna experiencia similar a lo largo de mi vida’.
Un funcionario de alto nivel de una constructora dijo vía e mail a CNN que ‘existen numerosas trabas asociadas con el muro, que van desde las políticas hasta el financiamiento y el aspecto realmente muy humano. Existen asimismo inquietudes sobre la forma en que trabajar en el muro afectará la capacidad de una constructora para trabajar en otros países, dado que el plan de Trump ha sido muy criticado a nivel internacional’.
Hasta la tarde del martes, los tres mayores contratistas del Gobierno federal, según la clasificación Top 400 más reciente de Engineering NewsRecord –Bechtel, Fluor Corp. y Turner Corp.–, no están mencionados como empresas interesadas para las dos solicitudes de propuestas de Aduanas y Protección Fronteriza.
Cuando se le preguntó acerca de sus planes al respecto, con anterioridad Bechtel había señalado no haber manifestado interés en el muro, Fluor dijo a CNN que ‘no comenta públicamente si la empresa busca o buscará oportunidades específicas de contratos’ y Turner declaró a CNN que no presentaría oferta para el proyecto, diciendo estar concentrado en otras obras como la construcción de estadios y aeropuertos.
De hecho, sólo tres de los 20 contratistas que encabezan la clasificación fueron mencionados como compañías interesadas en las dos solicitudes de ofertas. Más de 200 empresas expresaron su interés en cada una de esas obras.
A algunas constructoras les preocupa la posibilidad de perder a futuro negocios con las ciudades y los estados más grandes a nivel nacional, según Raymond, cuya organización representa a más de cinco mil empresas de ingeniería en el país.
Legisladores estatales tanto de California como de Nueva York han presentado proyectos de ley que en términos prácticos pondrían en la lista negra a cualquier compañía que colabore en la construcción del muro fronterizo. Ninguna de las iniciativas ha llegado a ley, pero la sola posibilidad ha desanimado a numerosos posibles postores.
‘Las propuestas estatales han asustado mucho a empresas que de otra manera hubieran tratado de participar en dichas obras’, dijo Raymond a CNN. ‘Si bien estas empresas consideran en general que las iniciativas estatales son muy injustas, no van a arriesgar su presencia en esos estados participando en estos proyectos’.
Raymond señaló que las compañías podrían perder cientos de millones de dólares en negocios potenciales con dichos estados en caso de promulgarse las leyes.
La semana pasada, el presidente de la cementera mexicana Cemex señaló: ‘quiero ser muy claro en este asunto: Cemex no participará en la construcción del muro’.
Su aclaración se dio a raíz de que el secretario de Relaciones Exteriores de México Luis Videgaray pidiera a las empresas mexicanas ‘examinar su conciencia’ al contemplar concursar por el muro, posible indicio sobre la presión política que sopesan algunas de dichas compañías.
Ante la posibilidad de que algunos de los actores más importantes no entren al proceso de licitación, probablemente termine otorgándose la obra a empresas de menor magnitud con recursos más reducidos, aunque aún faltan meses para el proceso.
Un miembro de la industria que trabaja en una empresa grande que no está compitiendo por el muro señaló a CNN su preocupación de que las compañías cuyo interés se ha mencionado actualmente no sean capaces de llevar a cabo el proyecto. Dichas empresas pequeñas y medianas podrían tener problemas con los seguros de los trabajadores y con la contratación de éstos para construir el muro, dijo la fuente, a quien también le inquieta la capacidad de estas pequeñas empresas para asumir un proyecto de estas dimensiones.
Al presentársele el argumento anterior, Raymond rechazó que las compañías de menor tamaño no pudieran manejar la obra, indicando que el trámite aún se encuentra en sus primeras etapas iniciales.
‘El mayor problema en esta obra es la cuestión política, no la de ingeniería’, sostuvo Raymond, refiriéndose específicamente a las iniciativas estatales dirigidas a sancionar a las empresas que colaboren con el muro.
Otra de las inquietudes que cualquier compañía que trabaje en el muro deberá afrontar serán las complicaciones derivadas de las demandas por expropiación.
El Gobierno de Trump tendrá que apropiarse de propiedad privada perteneciente a miles de estadounidenses a fin de concluir el muro, medida que ‘se espera dé pie a años de batallas legales, cueste decenas de millones de dólares de los contribuyentes y posponga la construcción’, de acuerdo con una nueva investigación de la CNN sobre demandas presentadas por el Decreto de Vallas Seguras 2006 –la última ocasión cuando el Gobierno expropió terrenos particulares para construir una barrera fronteriza.