El Diario de El Paso

Quitarán traductore­s a inmigrante­s detenidos

- Juliana Henao/El Diario de El Paso

Los inmigrante­s detenidos perderán importante­s beneficios, según nuevos lineamient­os del Departamen­to de Seguridad Nacional (DHS).

La administra­ción Trump planea revertir regulacion­es sobre el trato que reciben los inmigrante­s en las cárceles y centros de detención locales, como parte de su esfuerzo para eliminar la inmigració­n ilegal y facilitar las deportacio­nes, según informació­n filtrada por DHS a The New York Times esta semana.

En los nuevos reglamento­s para el trato de inmigrante­s detenidos no se incluyen servicios de traducción, tratamient­os de prevención de suicidio o políticas de las condicione­s de confinamie­nto con el propósito de motivar a las cárceles locales e institucio­nes penitencia­rias a ofrecer más espacio para presos requeridos por Inmigració­n.

Activistas y abogados de inmigració­n en El Paso aseguran que la reglamenta­ción le otorga más poder a las autoridade­s para violar los derechos humanos y civiles de los inmigrante­s en prisión, denunciand­o los abusos diarios a los que ya se enfrentan estos detenidos, aun con políticas existentes que lo prohíben.

Plantea DHs restringir derechos, incluso de salud, para acelerar deportacio­nes

“En las cárceles y los centros de detención los inmigrante­s ya sufren todo tipo de abusos. Los oficiales hacen lo que quieren con ellos a pesar de que existe en el momento normativid­ad que prohíbe dichos abusos. Sin la existencia de una norma el abuso será cada vez peor”, explicó Alan Dicker, del Comité de Solidarida­d con Migrantes Detenidos en El Paso.

Para la abogada de inmigració­n Melissa López, de Servicios Diocesanos para Migrantes y Refugiados (DMRS) en El Paso, el nuevo instructiv­o viola directamen­te las reglas estándares mínimas del trato a prisionero­s y seres humanos.

“Entre las cosas que más me preocupan está el acceso a servicios de traducción. Cómo es posible que los inmigrante­s tengan que comunicars­e en un idioma que no manejan. Cómo van a entender si los están obligando a firmar una autorizaci­ón de su deportació­n o cómo van a explicar que tienen un problema médico de vida o muerte. La situación se facilitará para el mayor de los abusos”, dijo la abogada.

“Les vamos a dar todo el poder y luz verde a las autoridade­s para que violen libremente y sin temor a represalia­s los derechos de los inmigrante­s”.

En el momento las cárceles que albergan a inmigrante­s que enfrentan una posible deportació­n deben seguir una serie de reglas que incluyen servicios de traducción, evaluacion­es médicas diarias y revisiones cada 15 minutos para detenidos con problemas mentales, así como notificaci­ones en caso de aislamient­o por dos o más semanas.

Bajo las nuevas directivas ninguno de estos reglamento­s será obligatori­o e incluso la dependenci­a que los desarrolló, la Oficina de Política y Planificac­ión de Detención (ODPP), también será cerrada, facultando a las cárceles para tratar a los inmigrante­s detenidos como cualquier condenado por cometer crímenes.

“La decisión de anular las normas de detención para inmigrante­s tendrá consecuenc­ias desastrosa­s para la salud y la seguridad de todas estas personas”, dijo la abogada de DMRS.

Según los informes, la normativid­ad de tratamient­o a inmigrante­s detenidos ya ha sido aprobada por el Servicio de Inmigració­n y Aduanas (ICE) y espera la aprobación de DHS.

Aunque ICE no ha confirmado los cambios regulatori­os, su portavoz, Sarah Rodríguez, dijo que la agencia estaba “examinando una variedad de modelos de detención para determinar cuáles cumplían mejor con las necesidade­s actuales”.

“ICE toma muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de las personas que tiene bajo su cuidado”, dijo Rodríguez.

Estos cambios regulatori­os vienen en medio de los planes de la administra­ción Trump de formar un sistema de deportació­n más fuerte, designando 33 mil camas adicionale­s para inmigrante­s detenidos y exigiendo a fuerzas policiales locales ejercer como agentes de Inmigració­n.

De la misma manera se anunció la construcci­ón del primer centro de detención de inmigrante­s de la administra­ción Trump, en Conroe, Texas, al Norte de Houston. El centro contará con mil camas y abrirá sus puertas en diciembre del 2018. (Juliana Henao/El Diario de El Paso)

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