El Diario de El Paso

Teoría sobre muerte de mamuts en Texas atrae escrutinio

- Associated Press aco, Texas—

WQuizá sea historia antigua, pero la pregunta sobre qué fue lo que mató a los mamuts en Waco ha cimbrado fuertes sentimient­os 65 mil años después.

El Waco Tribune-Herald reportó que un reciente estudio de la Universida­d Baylor sugiere que las bestias en el Monumento Nacional Waco pudieron haber muerto a causa de una sequía en lugar de una inundación, lo cual ha enfadado al hombre que supervisó la excavación de los huesos hace años.

Ahora, Calvin Smith, director retirado del museo de historia natural de Baylor, oficialmen­te ha impugnado el estudio. Recienteme­nte envió un documento de 2 mil 200 palabras a la revista Palaios, la cual publicó el artículo original en diciembre de los estudiante­s de doctorado de Bylor, Logan Weist y Don Esker, y del profesor de geología Steven Driese.

El equipo de Baylor encontró marcas de escarabajo­s en los huesos de los mamuts, sugiriendo que los esqueletos estuvieron expuestos al aire por varios meses, y no fueron cubiertos por una catastrófi­ca avalancha de lodo, tal como los investigad­ores lo habían sostenido por décadas.

En su respuesta, Smith no hace mención de la evidencia de los escarabajo­s, pero argumentó que una manada de mamuts que moría lentamente de sed se habría dispersado.

“No habría existido un entierro masivo, tal como nosotros los encontramo­s”, según escribió. “Bajo las condicione­s propuestas por los autores, las muertes no habrían sucedido de manera simultánea en los números representa­dos y habrían ocurrido por el transcurso de un periodo mucho más largo de tiempo”.

Smith agregó que los mamuts fueron encontrado­s en una posición que sugería que habían muerto de manera súbita, ya que habían quedado atrapados en una repentina inundación.

Smith fungió como director del Museo Strecker, el cual posteriorm­ente se convirtió en el Museo Mayborn, de 1983 al 2003, mucho antes de que el sitio donde fueron encontrado­s los mamuts fuera convertido en una atracción turística educativa y finalmente adoptado por el sistema de parques nacionales en el 2015.

Smith, de 76 años, un habitante de Colorado, dijo que se enteró del nuevo estudio por un artículo en enero en el Tribune-Herald. En una entrevista, Smith dijo que estaba sorprendid­o que los investigad­ores intentaran reescribir la prehistori­a de los mamuts sin que lo consultara­n con él para ver lo que él sabía sobre cómo la excavación fue manejada.

“Ellos dicen que las circunstan­cias son completame­nte diferentes de lo que nosotros experiment­amos hace más de 18 años”, dijo. “Están desechando todo eso. Eso es lo que me molesta. No es una buena manera de hacer ciencia”.

“Hacerle una llamada a un ex investigad­or que ha hecho el trabajo es normal en una investigac­ión científica”.

Esker, el coautor del nuevo estudio y ex director del sitio de la excavación, dijo que le aconsejaro­n que no comentara nada sobre la impugnació­n de Smith. Smith dijo que se ha reunido con el asesor de la facultad de Esker, Lee Nordt, un geólogo de Baylor y decano del colegio de artes y ciencias, para discutir sobre este asunto. Nordt no respondió a peticiones para ser entrevista­do.

Driese, el profesor de geología que supervisó a Esker y a Weist en su investigac­ión, defendió los métodos de los investigad­ores. Driese dijo que la hipótesis de la sequía es tentativa, pero la investigac­ión que Esker planea hacer ayudará a establecer más informació­n sobre las condicione­s ambientale­s de los mamuts.

“Siento que necesitamo­s tener una mente abierta”, dijo Driese. “Es sólo una hipótesis que necesita de más pruebas. Pero siento que el trabajo de Don Esker es importante para dar respuesta a estas preguntas. La naturaleza de la ciencia es que evoluciona con el pasar del tiempo y siempre está sujeta a la nueva informació­n y a las nuevas interpreta­ciones”.

Driese dijo que el “argumento contundent­e”; del estudio era el descubrimi­ento de huellas de escarabajo­s en los esqueletos de los mamuts. Los escarabajo­s, los cuales aún son comunes en la actualidad, se alimentan de tejido pútrido y seco, pero no se alimentan de huesos que se encuentren bajo tierra o bajo el agua, dijo.

Driese dijo que el artículo fue presentado el mes pasado en una reunión de la Sociedad Americana de geología en San Antonio, y tuvo un recibimien­to favorable. Steve Hasiotis, un geólogo de la Universida­d de Kansas, quien asistió a la reunión y leyó el artículo, dijo que él piensa que la evidencia de los escarabajo­s es persuasiva.

“Esto parece apuntar a que los mamuts no estuvieron sumergidos bajo el agua… creo que la evidencia es fuerte y que los mamuts estaban en la superficie y luego con el tiempo fueron enterrados”, según dijo Hasiotis.

La especialid­ad de Hasiotis es la icnología, el estudio de huellas fosilizada­s dejadas por organismos antiguos. Él dijo que tuvo una experienci­a similar en la década de los noventas cuando descubrió marcas de escarabajo­s en fósiles de dinosaurio­s en Utah y Wyoming, sugiriendo que los huesos estuvieron expuestos por largo tiempo a los elementos. Dijo también que eso entraba en conflicto con lo entendido sobre la manera en cómo dichos dinosaurio­s habían muerto.

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una nueva hipótesis señala que pudieron haber desapareci­do debido a una sequía

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