Bombardeo de EU en Afganistán desata lucha interna
Se enfrenta ex mandatario a presidente: lo llama traidor por permitir incursión
Kabul, Afganistán– El uso que hizo el Ejército estadounidense de la bomba convencional más poderosa de su arsenal contra un complejo de cuevas del Estado Islámico en Afganistán ha provocado problemas políticos al gobierno afgano porque el ex presidente Hamid Karzai llamó el sábado traidor a su sucesor y declaró que quiere que se vayan del país los estadounidenses.
En una entrevista con The New York Times, horas después de que dijo que pretendía trabajar para ‘expulsar a los estadounidenses’, un Karzai encolerizado señaló que no había ninguna justificación para que Estados Unidos lanzara su potente bomba en Afganistán. El arma, la GBU-43/B, munición masiva de explosión aérea, conocida como ‘la madre de todas las bombas’. Acusó al ejército estadounidense de usar la presencia de extremistas del Estado Islámico para convertir a su país en un laboratorio para probar sus armas.
Karzai llamó al Gobierno del presidente Ashraf Ghani un ‘cómplice’ que permitió y recibió bien el uso de la bomba.
El Gobierno de Ghani ha dicho que el ataque, que se dijo mató a docenas de extremistas y destruyó tres grandes cuevas en la provincia de Nangarhar, se coordinó con Estados Unidos.
‘Debería darle vergüenza por haber dicho eso, vergüenza, vergüenza’, dijo Karzai. ‘Ningún afgano que se respete habría hecho eso’. Añadió: ‘Es un traidor, un traidor’.
Un portavoz de Ghani no se refirió a las duras palabras de Karzai directamente. Sin embargo, su oficina sacó una breve publicación en Twitter, claramente dirigida a Karzai: ‘Cada afgano tiene el derecho a expresar lo que piensa. Este es un país con libertad de expresión’.
La indignación por el bombardeo y sus significados surgió cuando H.R. McMaster, el asesor en seguridad nacional del presidente Donald Trump, llegó a Kabul el sábado para sostener reuniones con dirigentes afganos porque el nuevo Gobierno está revisando su política para Afganistán.
Funcionarios afganos y estadounidenses describieron el uso de la bomba como una necesidad del campo de batalla para destruir el complejo de cuevas del Estado Islámico y el éxito de las operaciones militares. Cuatro operativos en tierra, en la zona, apoyados por ataques aéreos más reducidos y regulares, habían demostrado ser fútiles, notaron. Todavía no se han dado signos de que el bombardeo haya causado alguna baja civil.
Otros políticos afganos se han contenido más respecto a sus puntos de vista sobre el bombardeo estadounidense, si bien algunos se opusieron y otros manifestaron su apoyo.
Amin Karim, un portavoz de la principal facción de Hezb-e-Islami, un partido islamista conservador con vínculos con la insurgencia, dijo que militantes de su partido no estuvieron de acuerdo con el ataque porque creían que se llevó a cabo por razones políticas internas de Estados Unidos y como una forma de enviar un mensaje a otros países que no están de acuerdo con Estados Unidos, en lugar de combatir, estrictamente, al terrorismo en Afganistán.
‘El objetivo de este ataque fue más allá de Afganistán; fue para mostrarla a Corea del Norte, Siria y algunos otros países el poderío estadounidense; fue para amedrentar a estos países’, comentó Amin.
En una rueda de prensa organizada por la oficina del gobernador de Nangarhar el viernes, un grupo de mayores del distrito de Achín, donde se dejó caer la bomba, expresaron su apoyo al uso de una fuerza tan abrumadora para eliminar a los combatientes del Estado Islámico.
Ata Muhamad Nur, el poderoso gobernador de la provincia norteña de Balj y dirigente de Yamiat-e-Islami, uno de los partidos islamistas más grandes, dijo que apoyaba el uso de la bomba, así como de cualquier ‘medida enérgica en contra de los insurgentes y fundamentalistas’.
Karzai dijo que la gente del este de Afganistán había expresado inquietud sobre los combatientes del Estado Islámico en la frontera con Pakistán cuando surgió la amenaza hace más de dos años, pero se actuó muy poco en ese entonces. ‘Permitieron que Daesh viniera y viniera, y vaciara aldeas de sus habitantes y se atrincheraran’, observó, usando el acrónimo en árabe del Estado Islámico. ‘¿Por qué se esperaron dos años?, ¿por qué no los detuvieron entonces? Se conocían todos los puntos de entrada’.
Añadió: ‘La conclusión es que Daesh era un contratista estadounidense, como DynCorp, como otras compañías estadounidenses, que usaron para vaciar la zona de su población y crear una causa, crear un entorno, un entorno psicológico en el que Estados Unidos puede, entonces, probar sus armas’.
A Karzai, quien se ha vuelto más antiestadounidense en los últimos años, a pesar de haber llegado al poder con la ayuda del ejército estadounidense, se le había visto como un tranquilo personaje de oposición, aunque uno decidido a descarrilar al gobierno de Ghani.
Cuando él estuvo en el poder, estuvo en contra de que Estados Unidos utilizara su poder aéreo contra las aldeas afganas, pero los analistas dicen que creen que el bombardeo más reciente le ha dado otro pretexto político para actuar en contra del Gobierno.
Karzai dijo que movilizaría a la oposición en contra de la presencia estadounidense en su país, ‘desde la agitación, a la protesta, hasta ir con el pueblo afgano’. Sin embargo, no está claro qué tanta influencia tienen ahora. Las autoridades afganas actuales lo culpan por las instituciones corruptas que heredaron y están tratando de quitar las capas que otrora lo hicieron un actor poderoso.
Mientras que el gobierno de coalición de Ghani no ha avanzado en muchas áreas y ha batallado por contener al Talibán conforme se ha ido haciendo con territorios nuevos, ha podido resistir la presión política de oponentes como Karzai.
Falta ver qué tantos problemas puede causar.