Facebook permite que la depravación fluya libremente
La crisis existencial de Facebook alcanzó nuevos niveles esta semana, pero su fundador Mark Zuckerberg no quería hablar mucho de eso.
Sí, cuando subió al escenario el martes en San José, California, para su discurso de apertura en una conferencia de Facebook, asintió con la cabeza a lo que había ocurrido dos días antes: un asesinato a sangre fría que un usuario subió a Facebook y que millones vieron –y comentaron– en la red.
“Nuestros corazones se dirigen a la familia y amigos de la víctima en Cleveland”, dijo Zuckerberg. “Haremos todo lo que podamos para evitar tragedias como ésta”.
Pero entonces, Zuckerberg se adentró en una extensa discusión de la próxima frontera de Facebook: la realidad aumentada, que integra la información digital con la experiencia del usuario en tiempo real. Su mención del asesinato, aunque aparentemente sincera, fue efímera. Pero no es sorprendente. La negación es, con demasiada frecuencia, el estilo de Facebook.
Recuerde que justo después de las elecciones presidenciales, cuando Zuckerberg se encogió de hombros la importancia de las mentiras partidistas disfrazadas de noticias como que el Papa Francisco supuestamente respaldaba a Donald Trump.
“Personalmente creo la idea de que las noticias falsas en Facebook, que es una cantidad muy pequeña del contenido y no influyeron en las elecciones de cualquier manera –creo que es una idea bastante loca”, dijo.
Con el tiempo, cambió de idea al respecto, y Facebook, en su haber, ha hecho algunos movimientos significativos para señalar, limitar y eliminar los incentivos financieros para mentiras y desinformación que se extendió como un derrame de petróleo durante la campaña. Pero Facebook todavía no ha llegado a un acuerdo con lo que realmente es –una empresa de medios donde la gente recibe sus noticias y que, especialmente por la nueva Facebook Live, genera contenido de noticias.
Desde que comenzó, una violación, un horrible ataque a una persona con discapacidad, y más de un suicidio se ha transmitido en vivo.
“La clave de esto es cuál es la naturaleza verdadera de Facebook: ¿una tecnología que permite a cualquier persona publicar cualquier cosa? ¿O una compañía de autorregulación de los medios con estándares forzados?”, dijo Emily Bell, directora del Tow Center para el periodismo digital en la Universidad de Columbia.
La respuesta de Facebook se hizo clara el martes por la mañana. Con sus cerca de 2 mil millones de usuarios activos mensuales y más de 10 billones de dólares en ganancias, Facebook es mejor para ganar dinero y capturar “vistas” que en ejercer su igualmente enorme poder con responsabilidad.
David Clinch, editor global de noticias del sitio de verificación Storyful, lo expresó de esta manera: “Tienen que tomar este asunto muy en serio y tratarlo con urgencia, o seguramente se enfrentarán a más llamadas para que Facebook Live sea suspendido hasta que haya controles mucho más robustos”.
Hasta ahora, eso no está sucediendo.