No sean crueles con los ‘dreamers'
Los detalles sobre las circunstancias en Calexico en febrero en que Juan Manuel Montes Bojórquez, de 23 años, fue deportado o se negó la entrada a los Estados Unidos siguen en la disputa.
En una demanda federal, Montes dice que fue deportado y argumenta que nunca debería haber ocurrido debido a su aceptación en el programa Acción Diferida por Llegadas de la Niñez (DACA) establecido por el gobierno de Obama para dar algunas protecciones legales a los jóvenes inmigrantes no autorizados que tienen en su mayoría registros legales limpios y están llevando una vida productiva.
El Departamento de Seguridad Nacional dice que miente y que su condición de DACA no le autorizó a salir de los Estados Unidos sin permiso previo y luego intentar volverse a escalar al subir una cerca de la frontera.
Cualesquiera que sean los detalles reales del caso Montes, la administración Trump y la nación estarían bien servidas si las autoridades de inmigración ofrecieran directrices explícitas sobre las circunstancias en las que los millones de jóvenes inmigrantes conocidos coloquialmente como "dreamers" enfrentarán la deportación.
Arriesgando su reputación como un acérrimo enemigo de la inmigración ilegal, el presidente Donald Trump en febrero llamó a los individuos inscritos en DACA "estos niños increíbles." Pero otros en su administración no comparten su punto de vista. En una entrevista del miércoles con Fox News, el Fiscal General Jeff Sessions dijo que mientras "los matriculados de DACA no están siendo atacados ... no podemos prometer a las personas que están aquí ilegalmente que no van a ser deportados".
Esta no es una política claramente definida. Es cruel en su vaguedad —y no es manera de tratar a "niños increíbles".