Vincula estudio refrescos de dieta a derrames cerebrales y demencia
Washington – Los estadounidenses que han tratado de mantenerse saludables han dejado las bebidas azucaradas y han consumido bebidas de dieta en grandes cantidades en las últimas décadas, en base a la teoría de que es mejor tarde que temprano.
Actualmente, ha surgido más evidencia que está refutando esa razón.
De hecho, un nuevo estudio muestra que existe una asociación entre la soda de dieta y los derrames cerebrales y demencia, las personas que la consumen diariamente tienen tres veces más posibilidades de padecer esas enfermedades que las que la consumen semanalmente o menos.
“Esto incluye un riesgo más alto de sufrir un derrame cerebral isquémico, en el que los vasos sanguíneos se obstruyen, así como la demencia del Alzheimer, que es la forma más común de esa enfermedad”, comentó Matthew Pase, neurólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston y autor del estudio que fue publicado en la revista Stroke.
Aunque hizo énfasis en que la investigación no mostró una causalidad, sólo una correlación, Pase comentó en un video en el que explica el estudio que las bebidas de dieta “tal vez no sean una alternativa saludable”.
El estudio, que fue descrito sólo como una hipótesis por su autor, estuvo rodeado de advertencias.
Aunque el riesgo es más grande, los números absolutos son bajos. “En nuestro estudio”, dijo el autor, “el tres por ciento de la gente tuvo un nuevo derrame cerebral y el cinco por ciento desarrolló demencia, así que estamos hablando de un pequeño número de personas que han desarrollado esas enfermedades”.
También hizo notar muchas limitaciones en un comentario anexo de la Asociación Americana del Corazón, AHA por sus siglas en inglés: Los participantes fueron mayormente caucásicos, y es posible que las preferencias étnicas podrían haber influenciado la frecuencia con la que la gente selecciona el azúcar o las bebidas que están endulzadas artificialmente.
Esas personas no bebieron sodas azucaradas tan seguido como las de dieta, por lo que Pase dijo que podría ser una razón por la que los investigadores no ven una asociación con los refrescos regulares, debido a que los participantes podrían haber tenido una conciencia sobre el cuidado de la salud y no las consumieron frecuentemente.
La principal limitación, señaló Pase, es el punto más importante de un estudio de observación como éste, ya que no puede demostrar que las bebidas endulzadas artificialmente están vinculadas a los derrames cerebrales o a la demencia, pero si detectó una intrigante tendencia que necesitará ser explorada en otros estudios.
Aunque las personas deberían ser “cautas” acerca de su consumo de sodas de dieta, dijo Pase, haciendo notar que es necesario que se hagan más estudios.
Y definitivamente, no deberían optar por bebidas azucaradas, ya que han sido asociadas no sólo con la obesidad y sus consecuencias, tales como la diabetes, sino con una memoria más precaria y un volumen más pequeño del cerebro.
El estudio le dio seguimiento a 2 mil 888 personas de 45 años y mayores que sufrieron un derrame cerebral y mil 484 participantes de 60 años y mayores que desarrollaron demencia en un período de 10 años.
Todos participaron en el famoso Estudio Framingham del Corazón, a varios miles de hombres y mujeres les hicieron exámenes de sangre periódicamente desde los años 1970.
La investigación “encontró que los que reportaron que habían consumido por lo menos una bebida endulzada artificialmente al día, comparada con menos de una a la semana, tuvieron 2.96 más probabilidades de tener un derrame cerebral isquémico, causado por el bloqueo de los vasos sanguíneos, y 2.89 más probabilidades de ser diagnosticados con demencia debido a la enfermedad de Alzheimer”, señaló el sumario de AHA.
Un estudio paralelo sobre bebidas azucaradas no encontró ninguna asociación con derrames cerebrales ni demencia.
Los endulzantes artificiales consumidos por esas personas en el estudio incluyeron sacarina, acesulfamo-K y aspartamo.
Otros endulzantes, incluyendo sucralosa, neotamo y estevia fueron aprobados por la Administración Federal de Alimentos, señala el estudio.
“Así que, la conclusión es “Tomen más agua y menos soda de dieta”, comentó Christopher Gardner, director de Estudios de Nutrición del Centro de Prevención e Investigación Stanford, a través del comunicado de AHA.
“Y no opten por la soda regular”.