El Paso, ciudad prioritaria para muro
WA pesar de más de un año de retórica de campaña sobre un “muro grande y hermoso” que abarque toda la frontera sur, el gobierno de Trump planea empezar con una obra mucho menos ambiciosa concentrada sólo en los corredores de mayor tráfico, según documento de planeación del Departamento de Seguridad Interna.
En el documento se da “alta prioridad” a sectores fronterizos del Valle del Río Bravo situados en el extremo sur texano, así como a El Paso, Tucson y San Diego.
Dichas zonas se eligieron debido a su proximidad con centros urbanos y carreteras, lo cual permite evadirse pronto a las personas que cruzan, de acuerdo con el documento dado a conocer por empleados de un comité congresista.
En el plan preliminar se contempla añadir en el transcurso de los próximos dos años más de 160 kilómetros (100 millas) completos de muro, además de los mil 126 kilómetros (700 millas) ya existentes de vallas, a un costo inicial superior a los 3 mil 600 millones de dólares.
El Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, el sindicato que representa a los agentes de la Patrulla Fronteriza, consideró el enfoque selectivo una solución más práctica y efectiva para la inmigración ilegal que un muro de 3 mil 100 kilómetros (2 mil millas) que se extienda desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de México.
“Mientras se ponga en ubicaciones estratégicas, servirá bien”, dijo Brandon Judd, el presidente del consejo.
Un vocero de Aduanas y Protección Fronteriza enfatizó a The Washington Post mediante comunicado que el documento es preliminar y que las regiones prioritarias podrían cambiar, dependiendo de la evaluación que realicen en las próximas semanas los directivos de los sectores fronterizos.
En San Diego, Seguridad Interna eligió como prioridades para barreras fronterizas Imperial Beach y Chula Vista debido a que resultaría más fácil construir en los terrenos de propiedad federal de la región, se indica en el documento. El sector Tucson, donde se encuentra Nogales, fue seleccionado a fin de poner alto a los narcotraficantes y prevenir conflictos armados entre grupos con sede en Estados Unidos y las personas afiliadas con el cártel de Sinaloa que cruzan drogas. El Paso se incluyó para mejorar la seguridad.
Judd señaló que tradicionalmente El Paso ha sido punto de gran actividad de traficantes y cárteles de la droga, si bien en general en dicha ciudad se arrestan menos indocumentados que en otras regiones identificadas en el documento.
“Si decimos que El Paso no es necesariamente el punto problemático que era estaríamos haciendo pronósticos”, dijo Judd. “Si concentramos todo en Tucson y San Diego, crearíamos la ruta para que la gente regresara a El Paso”.
El representante demócrata texano Beto O’Rourke dijo al Post que no existe “ningún motivo racional” para clasificar como prioridad a El Paso, dado que la ciudad lleva años siendo una de las más seguras de Estados Unidos y ya existe una valla que la separa de Ciudad Juárez, México.
“Es parte del objetivo del Presidente de despertar el miedo y la preocupación sobre la frontera para sacar sus propias ganancias políticas”, opinó O’Rourke. “Las aprehensiones se encuentran en su nivel más bajo de los tiempos modernos, aun desde antes de que Trump resultara electo”.
Durante la visita que hizo a El Paso junto con el secretario de Seguridad Interna John F. Kelly, el jueves el procurador general Jeff Sessions indignó a líderes comunitarios usando terminología bélica para referirse a la ciudad como “posición de avance” y “zona cero” contra los cárteles y las pandillas.