ATESTIGUAN 3 MUERTES VIALES A CAUSA DEL ALCOHOL
Estudiantes de Santa Teresa High School participaron en un simulacro, que involucró dos vehículos, para concientizarlos sobre los riesgos al volante.
El ver cómo los paramédicos sacaban a una persona muerta de entre los fierros retorcidos del automóvil chocado fue un impacto fuerte para Danny al recordarle a su hermano que murió en un accidente de tráfico tras manejar ebrio.
“Sentí mucha tristeza, mucho dolor al ver la escena de muerte en la carretera”, dijo visiblemente consternado el estudiante del 12avo grado de Santa Teresa High School, al presenciar el simulacro de un accidente provocado por la combinación de alcohol y volante.
“Mi hermano tomó y manejo su auto. Luego chocó y murió mientras su amigo quedó severamente lesionado”, dijo al narrar la historia ocurrida hace un par de años.
Conmovido pidió a la comunidad no cometer los errores que muchos cometen sin pensar que les puede ocurrir lo mismo. Y eso es precisamente lo que los representantes de las diversas agencias policiacas realizan con frecuencia en los planteles educativos para crear conciencia de los peligros que representa ingerir licor y manejar.
Con la representación de un accidente automovilístico, sobre Airport Road, entre dos vehículos en el cual uno de estos era conducido por un estudiante en estado de ebriedad y en el otro una madre de familia con el celular en la mano, la Policía ejemplificó un choque fatal.
Con un saldo de tres muertos y varios heridos, los estudiantes quedaron impactados al ver la escena dramática en la cual los paramédicos rescataban los cuerpos de las personas lesionadas.
“Vi a mi amigo muerto. No lo podía creer”, dijo una alumna quien impactada se secaba las lágrimas.
Ver el arribo de las patrullas y ambulancias, las maniobras de cada uno de los agentes, escuchar el ulular de las sirenas y la llegada del helicóptero para trasladar a uno de los heridos de muerte es un sentimiento de miedo y dolor, coincidieron los preparatorianos.
“Sentí que era real. Pensé que si yo estuviera con ellos podría haberlos ayudado a que no tomaran si iban a manejar”, dijo Grecia Duarte, estudiante del Décimo grado de STHS.
Y es que al igual que ella, nadie sabía lo que iban a presenciar. “Sabía que algo iba a ocurrir pero no sabía qué al sacarnos de la clase”.
Para la subdirectora Linda Rodríguez, el que los alumnos hayan visto los carros destrozados y que sus propios amigos escenificaran el simulacro les causó una emoción fuerte.
“Solo sabían los alumnos actores y sus padres”, dijo la maestra quien resaltó la importancia de este tipo de eventos en las escuelas promovidos por el Condado de Doña Ana.
El programa Shattered Lives diseñado para enfatizar a los alumnos las consecuencias de una ‘mala decisión’ y cómo esta les puede crear su propio escenario con respecto a su muerte.
“Esto es para enseñar a nuestros jóvenes que la vida es muy frágil que la muerte es muy real para las personas de su edad y que no son inmortales”, dijo Antonia Hernández, voluntaria del programa.
Explicó que las decisiones que toman los afecta, por ello la importancia de educarlos y que sepan que hay gente que los quiere y necesita.
“Cuando sucede esto afecta a los padres de familia, a los hermanos, familia en general, amigos y compañeros de clase y trabajo. Es un dolor muy profundo”, expresó tras destacar la labor de los cuerpos de emergencia.
De acuerdo a las estadísticas en Estados Unidos, cada 15 minutos muere una persona a consecuencia de la mezcla de bebidas embriagantes o drogas y el manejo.
Sin precisar números, se dijo que Nuevo México es uno de los estados con mayor incidencia en este tipo de accidentes automovilísticos.
“La mayoría de la gente mira fotos de este tipo de accidentes pero cuando los ve escenificados con un locutor narrando la escena y ver a sus amigos en la carretera, sangre y la muerte rondando, les genera un fuerte impacto”, externó el teniente Ricky Herrera de la Policía Estatal.
“¿Qué pasa si hoy tomo mucho o uso drogas y manejo? Y si es mi último día de vida, ¿qué no he hecho y qué pensaba hacer? ¿Qué es lo último que les dije a mis padres? Son entre otras, las interrogantes que deberían hacerse los jóvenes antes de tomar la decisión de tomar y manejar”, dijo Herrera, quien agregó que esta iniciativa itinerante tiene varios ejercicios encaminados a concientizar a los estudiantes a valorar su vida y la de los demás.
En clase cada 15 minutos llega la muerte y saca a uno de los alumnos. “Ese día no va a tener ningún contactó con sus amigos, ni hablar por celular ni nada”. El objetivo es decirle esta persona que se murió hoy y ya no la va a volver a verlos y viceversa.
Asimismo, los alumnos escriben cartas a sus padres y amigos y en ese trance se envuelven muchas emociones que llegan hasta las lágrimas.
Para Danny Cano, el haber perdido a su hermano de esa forma lo motiva a concientizar a los jóvenes, pero a la vez lamentó que hoy muchos de ellos bromeaban y jugaban durante el simulacro.
“No queremos más muertes. Mi mensaje es que no tomen si no tienen la edad, y sobre todo, nunca lo hagan si van a manejar”, enfatizó Ricardo Barraza, mientras observaba cómo los policías sacaban cajas de cerveza del auto en su camino a su salón de clase.
En el simulacro participaron agentes de la Policía de Sunland Park y Las Cruces, Patrulla Fronteriza, Aduanas y Protección Fronteriza, bomberos, paramédicos y empleados de servicios funerarios, así como oficiales de la Policía Estatal y del Sheriff del Condado de Doña Ana.