Trump, ‘perjudicial para la frontera’
Lamentan paseños acciones en primeros 100 días del presidente
Los primeros 100 días del gobierno de Donald Trump han mantenido en constante sobresalto no sólo a familias inmigrantes, sino también a empresarios que dependen del comercio binacional y a líderes que se esfuerzan por proyectar una buena imagen de la frontera.
En entrevistas con El Diario de El Paso, diversos grupos e individuos relataron cómo los pronunciamientos del presidente sobre la expansión de las deportaciones, la derogación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) y la amenaza de construir un enorme muro en la frontera –y hacer que México pague por éste– son un lastre.
“Para mí, estos últimos 100 días han sido muy tristes”, señaló la abogada de inmigración Iliana Holguín.
“Este presidente ha tomado acciones contra los inmigrantes que han causado un pánico en comunidades fronterizas como la nuestra. Los inmigrantes se han convertido en prioridad para la deportación con este nuevo presidente”, agregó la también presidenta del Partido Demócrata en El Paso.
Rafael García, vicario de la iglesia del Sagrado Corazón, en el Segundo Barrio, dijo que Trump ha denigrado y difamado a la comunidad inmigrante, la cual es extensa particularmente en la frontera.
El religioso enumeró lo que él ve como los tres peores errores del presidente.
“Primero, la visión del presidente y muchos de sus asesores beneficia a las grandes corporaciones e intereses económicos, a la gente de poder. Segundo, es toda la situación antiinmigrante y racista, de querer caracterizar a los migrantes como criminales. Tercero, es la arrogancia del presidente, su personalidad narcisista y, además de todo eso, su falta de experiencia en la política y el Gobierno”, afirmó García.
Cada semana Trump recurre a una u otra orden ejecutiva para avanzar su plan de Gobierno, lo que columnistas de medios nacionales como The Washington Post califican como el resultado de su impotencia para convencer al Congreso de sus propuestas. Incluso, tales órdenes ejecutivas, como la prohibición de viaje a países musulmanes y algunos aspectos de inmigración, han sido frenados en las cortes.
Todo lo que hace esa ineficiencia para gobernar es preocupar en vano a la gente, a decir de algunos.
“El presidente ha emitido más de 30 órdenes ejecutivas, que son más que las decretadas por los tres presidentes anteriores, pero en mi opinión no ha hecho mucho para cambiar lo que estamos viviendo en este momento en el país”, dijo David Stout, comisionado del Condado de El Paso.
A corto plazo, sin embargo, el presidente –sin querer– está motivando a actuar a muchos que no comparten sus puntos de vista y que se sienten indignados por sus acciones, aunque éstas no hayan llegado a ningún lado.
Entre ellos se cuentan varios miembros de la comunidad estudiantil de la región, como Jonathan Cereceres.
El alumno de la Universidad de Texas en El Paso se ha unido a un comité de la campaña ‘Education Not Deportation’ (Educación, No Deportación, END), el cual busca proteger a los estudiantes en situación migratoria irregular.
“Mi opinión honesta es que su gobierno es lo que ya me esperaba. Sí, estoy decepcionado, pero hemos estado esperando esto desde hace rato”, dijo Cereceres.
La buena relación que Estados Unidos tenía con sus socios de NAFTA, México y Canadá, se ha cimbrado con los conatos de Trump por retirar al país del tratado o imponerles alguna sanción.
“Califico los primeros días del presidente como un desorden político y diplomático”, señaló el artista paseño Luis Colomo. “Aparte de los numerosos vetos y decretos que ha impuesto sobre leyes existentes, el presidente ha fracturado relaciones con Canadá por aranceles. Trump ha puesto en riesgo a la administración entera a punto de tener un cierre de gobierno”.
La sola mención de retirar al país de NAFTA perjudicaría profundamente la economía estadounidense, ya que muchas empresas estadounidenses dependen de ventas o producción de bienes en México, dijo con anterioridad Tom Donahue, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Según Donahue, 14 millones de empleos estadounidenses dependen directamente del trueque con México y Canadá, y hasta 40 millones del comercio internacional.
“Por eso es importante que la nueva administración no añada más a los retos que ya enfrentan nuestros exportadores, o ponga en riesgo a los millones de trabajadores estadounidenses cuyos empleos dependen de las exportaciones”, declaró a medios nacionales.