Nuevo plan fiscal daría a ricos billones de dólares de arcas federales
Washington – La iniciativa del presidente Trump de reducir impuestos individuales y empresariales y eliminar el impuesto suplementario que financia la Ley de Atención Asequible equivaldría a un traslado multibillonario de dólares desde las arcas federales a las familias estadounidenses más ricas y sus herederos, abriendo el camino a una batalla política en torno a cómo utilizar los ya limitados recursos gubernamentales.
La descripción que Trump hizo el miércoles –menos plan de reforma fiscal que lista de caros recortes sin costos incluidos hace un llamado a reducciones destinadas a personas físicas de todo nivel económico así como empresas grandes y pequeñas.
Pero la vasta mayoría de los beneficios serían para las personas con más ingresos y los mayores poseedores de riqueza, de acuerdo con economistas y analistas, representando un desproporcionado porcentaje de los costos de la iniciativa.
“Con el nuevo sistema los únicos estadounidenses que son los ganadores muy claros son los más acaudalados”, dijo Edward D. Kleinbard, profesor de derecho en la Universidad de California del Sur y exjefe de colaboradores del Comité Conjunto sobre Gravámenes del Congreso, el cual calcula los efectos de las propuestas fiscales de los ingresos.
Por ejemplo, invalidar el impuesto estatal solamente afectaría a cerca de 5 mil 300 fortunas al año. Para el 2017, las parejas pueden proteger de cualquier gravamen hasta 11 millones de dólares de sus patrimonios, lo cual solamente deja a las herencias más grandes sujetas a impuestos. Tan sólo invalidar el impuesto sobre patrimonio costaría aproximadamente 174 mil 200 millones a lo largo de 10 años, dijo el apartidista Centro sobre Políticas Fiscales.
Disminuir la tasa sobre ganancias de capital, impuestos empresariales no corporativos y los del estrato más alto, así como rechazar el impuesto mínimo alterno, también reduciría la carga a los estadounidenses más ricos. Ese sería también el efecto de eliminar el impuesto suplementario del 3.8 por ciento de la Ley de Atención Asequible sobre los ingresos de inversión de quienes obtienen mayores percepciones, implementado con el fin de subsidiar la cobertura médica para los estadounidenses de bajos ingresos.
No existe forma de conocer el resultado de los cálculos de la propuesta, puesto que la Casa Blanca no dio estimados respecto al costo, pormenores en torno a cuáles impuestos se gravarán a qué niveles ni información sobre las reducciones u otras facilidades fiscales que podrían eliminarse para compensar los ingresos perdidos.
Pero pueden hacerse cálculos relativos al impacto de algunas de las disminuciones descritas el miércoles, como las invalidaciones del impuesto patrimonial y el impuesto mínimo alterno, contradiciendo directamente los mensajes populistas que levantaron la campaña de Trump. El Presidente a menudo ha manifestado su inquietud por los trabajadores ordinarios, quienes, asegura, fueron olvidados por los gobiernos previos pero que con él en la Casa Blanca ahora encabezan la lista de prioridades.
Numerosos economistas que analizaron un plan similar que Trump propuso durante su campaña presidencial determinaron que éste hubiera ayudado de manera desproporcional a los más ricos. William G. Gale, economista en el Instituto Brookings, en Washington, calculó que poco más del 50 por ciento de los beneficios de dichas iniciativas irían a dar al uno por ciento superior de los contribuyentes.
“Probablemente con la nueva propuesta en el curso de 10 años se pierden ingresos por alrededor de cinco billones de dólares a través de los recortes fiscales retroactivos que exacerban las desigualdades ya existentes en nuestra economía”, dijo Jared Berstein, investigador en el Centro sobre Políticas Presupuestales y de Políticas.
El equipo económico de Trump argumenta no haber disparidad; las reduccio-