Firma Trump orden para permitir más participación política a iglesias
WSiempre que David Jeremiah escribe los sermones que predica en una gran iglesia de San Diego, ante una audiencia nacional en televisión, en algún lugar de sus pensamientos está un observador no deseado, el IRS.
‘Uno siempre piensa en eso’, comentó el fundador de Turning Point Ministries, ‘que el gobierno está allá atrás esperando hacerle daño a uno’.
Este jueves, el presidente firmó una orden ejecutiva que pretende ponerle fin a los temores de Jeremiah: anunció que giraría instrucciones al Servicio de Recaudación Interna para suavizar la vigilancia sobre las reglas que prohíben a iglesias exentas de impuestos participar en la política, como parte de la tan esperada orden ejecutiva en torno a las libertades religiosas.
‘Nadie debería censurar los sermones ni enfocarse en los pastores’, declaró el presidente Trump en el Jardín de las Rosas, rodeado de miembros del clérigo, incluyendo a Jeremiah, quien forma parte del consejo de asesores evangélicos de Trump, quien comentó que ya había dado a conocer su política conservadora, independientemente de la ley.
El presidente se opuso verbalmente a la Enmienda Johnson, la provisión del Código Fiscal que prohíbe que las iglesias y otras casas de adoración hagan campaña para candidatos políticos si desean ser exentos de impuestos.
La más reciente orden ejecutiva pretende suavizar esa ley fiscal para que los clérigos puedan apoyar a los candidatos desde el púlpito sin temor a recibir represalias.
Sin embargo, la vasta mayoría de los clérigos, aun entre los cristianos evangélicos de cuyos votos dependió Trump, nunca han objetado la Enmienda Johnson.
En el mes de febrero, el 89 por ciento de los líderes evangélicos dijeron en un sondeo realizado por la Asociación Nacional de Evangélicos que no creen que los pastores deban apoyar a los políticos desde el púlpito.
Muchos que fueron entrevistados después del anuncio de Trump quedaron perplejos con la orden ejecutiva, señalando que no habrá ninguna diferencia si apoyan o no a candidatos políticos en sus sermones.
‘No voy a hablar acerca de los candidatos, ya sea que lo pueda hacer legalmente o no. No creo que ése sea mi trabajo’, comentó David Renwick, pastor de la Iglesia Nacional Presbiteriana situada en el noroeste de Washington.
Por supuesto, algunos clérigos están otorgando ese respaldo, mucho antes de que Trump instruyera este jueves al IRS para que no aplique sanciones a los sermones que se hagan desde el púlpito.
Aunque la práctica no es común, la Investigación Pew encontró en el mes de agosto que 3 de cada 10 participantes en los sondeos que asisten a iglesias protestantes para afroamericanos han escuchado a sus pastores hablar en favor o en contra de un candidato, 1 de cada 10 fieles de iglesias protestantes caucásicas e iglesias católicas dijeron que sí los apoyaban.
Duke Kwon, un pastor de la iglesia evangélica Grace Meridian Hill, comentó que no cree que las iglesias deban apoyar a los candidatos y que la orden ejecutiva no debería cambiar eso.
Kwon comentó que frecuentemente ha hablado acerca de temas políticos desde la perspectiva moral en su congregación del noroeste de Washington, en donde muchos miembros trabajan en la política y son republicanos o demócratas. Aunque es muy precavido al hablar sobre los políticos.
Otros predicadores simplemente no desean que sus congregados califiquen sus sermones como poco atractivos.
‘Si uno etiqueta esto o aquello de una manera partidista, podemos perder a cualquier persona que no forma parte de ese espectro. Para mí, la idea de que alguien predique sobre política desde el púlpito no tiene sentido’, comentó el reverendo Andrew Merrow, quien está a cargo de la Iglesia Episcopal Santa María de Arlington.
Merrow ha dado sermones presentando sus puntos de vista morales en asuntos como el cambio climático y la inmigración.
Sin embargo, se siente orgulloso de reservarse para sí mismo sus opiniones sobre política.
Si Merrow piensa que para mantener el interés en sus sermones es necesario guardarse para sí mismo los temas políticos, la reverenda Jacqui Lewis cree lo contrario.
Lewis comentó que está consciente de la ley y ha evitado decirles directamente a sus congregados por quién votar, en la mayoría de las ocasiones.
‘Por supuesto, cuando es la temporada de elecciones, recordamos cuál es el límite. Yo no subo al púlpito para decir: Voten por Hillary, voten por Obama’, dijo.
‘Creo que estamos conscientes de esa línea. Recuerdo que en ocasiones he estado un poco sobre ella’.
Aunque Trump declaró que no la había sobrepasado, Lewis comentó que no va a cambiar sus sermones.
Considera que sus congregados valoran su libertad para llegar a sus propias conclusiones y no quieren que ella les diga directamente por quién votar.
La orden que firmó el presidente este jueves no elimina la enmienda, ya que tendría que ser un acto del Congreso, aunque le dijo al IRS que no procese a los predicadores por sus sermones. También le pidió al Departamento de Salud y Servicios Humanos que consideren los nuevos lineamientos que podrían permitir que los empresarios religiosos, tales como las monjas de la Congregación Pequeñas Hermanas de los Pobres, quienes llevaron el caso hasta la Suprema Corte, impedir que sus empleadas recibieran anticonceptivos a través de su seguro.
Esas dos acciones son mucho más modestas que una anterior versión de la orden sobre la libertad religiosa, que podría expandir drásticamente la habilidad que tienen los trabajadores federales y empresas privadas para actuar sobre sus creencias religiosas, incluyendo la discriminación en contra de personas LGTB y madres solteras.
En raras ocasiones, el IRS ha tomado alguna acción en contra de una iglesia por violar la Enmienda Johnson.
Un historiador sobre el tema asegura que sólo una persona ha sido procesada por algo que dijo desde el púlpito: Un predicador que fue arrestado y acusado de decir obscenidades en 1914.
Una pequeña parte de los clérigos que ofrecen su apoyo, tanto conservadores como liberales, lo seguirán haciendo.
‘Yo nunca he considerado al IRS al escribir un sermón. Nunca he pensado en eso’, comentó el rabino Daniel Zemel, líder del Templo Micah de Washington. Nunca ha evitado hablar sobre política y hasta colocó calcomanías en la defensa de su auto para anunciar a cuál candidato apoyaba.
‘Nunca he leído la Enmienda Johnson o lo que sea’, dijo. ‘Nunca he sentido que mi libertad de culto haya sido restringida. No existe ningún país en donde la religión sea tan robusta como en nuestro país. Hay una iglesia en cada esquina. Es fantástico’.
Pretende suavizar ley fiscal para que los clérigos puedan apoyar a candidatos desde el púlpito, sin temor a represalias