Le revocan permiso DACA por delito menor
Fue detenida por manejar sin licencia, dio información falsa a la Policía, está en riesgo de ser deportada
Nueva York— En 2010, Jessica Colotl llegó a simbolizar el debate sobre la migración ilegal cuando fue arrestada por 37 días y casi fue deportada a México luego de que un policía de Atlanta la detuviera por conducir sin licencia.
Entre quienes la apoyaban estaba el decano de su universidad, las integrantes de su fraternidad y los activistas en materia migratoria, Jessica era un ejemplo de los extremos a los que llegan las autoridades y la necesidad de respaldar a estudiantes jóvenes en riesgo de ser deportados, pero para otros era sencillamente una migrante ilegal que quería abusar del sistema al acudir a una universidad pública con una colegiatura reducida.
Colotl eventualmente regresó a estudiar –sin la beca–, terminó su licenciatura y solicitó ingresar a un programa establecido por Barack Obama en 2012: la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés). Este programa protege a algunos jóvenes indocumentados de la deportación.
‘Desde entonces me puse a trabajar y me iba bien’, dijo Colotl, quien ahora tiene 28 años. ‘Pensé que las batallas legales habían quedado atrás’.
Así fue, hasta esta semana. Colotl, quien fue llevada a Estados Unidos por sus padres cuando era niña, se enteró el lunes de que su estatus de DACA fue revocado.
De nuevo ha quedado involucrada en el debate sobre migración. Pero con el nuevo presidente estadounidense, está en riesgo de ser deportada.
Su abogado, Dustin Baxter, solicitó que un juez federal de Atlanta intervenga para que Colotl pueda recuperar su reconocimiento como dreamer.
‘Es una chica inocente que no ha hecho nada más que contribuir a la sociedad de la que forma parte desde que tiene once años y la estamos volviendo una villana y un ejemplo de las políticas de deportación de Trump’, dijo Baxter en una entrevista.
Alrededor de 750 mil inmigrantes son beneficiarios de DACA. Aunque Trump ha prometido que controlará la migración ilegal, también ha dicho que las medidas implementadas por su Gobierno no afectarán a los dreamers.
Sin embargo, más de 1,500 de esos jóvenes han perdido su estatus de DACA desde 2012 por actividad criminal, de acuerdo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
Además de su arresto por conducir sin licencia, Colotl fue acusada de dar datos incorrectos sobre su dirección a un oficial, lo que es un delito. Reconoció ser culpable y su caso fue desechado cuando cumplió con un servicio comunitario. Aunque no fue condenada, el hecho de haber admitido el crimen fue suficiente para que perdiera su estatus de DACA bajo la nueva administración.
‘Jessica Colotl, una nacional mexicana presente de manera ilegal, reconoció ser culpable de un delito cometido en agosto de 2011 al haber hecho una declaración falsa a un oficial de la ley en Cobb County, Georgia’, dice un comunicado del ICE. ‘Bajo la ley federal, su admisión es considerada una condena para los propósitos de migración’.
‘Colotl sabía que estaba en Estados Unidos sin autorización y eligió voluntariamente manejar un vehículo sin la licencia de conducir’, dijo Neil Warren quien en ese entonces era el alguacil de Cobb County. También comentó que ella ‘complicó su situación al dar información falsa’.
El programa 287(g) de Georgia permite a los oficiales de la Policía local fungir como agentes migratorios, lo que la Unión Americana para la Defensa de los Derechos Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) ha denunciado como una medida discriminatoria que permite hacer evaluaciones a partir de perfiles raciales.
Hasta el momento, el Gobierno de Trump no ha recurrido tan seguido al poder de revocar DACA, que debe ser renovado cada dos años. En los primeros tres meses de 2017 revocó las protecciones a 179 beneficiarios por actividad criminal y otras razones, una cifra similar a la que hubo durante el último año del Gobierno de Obama.
Colotl ahora se suma a esas filas. En el plazo de una semana pasó de donar plaquetas y sangre en el hospital para quienes lo necesitaran a sentirse como persona indeseable, dijo.
‘Pienso pelear, esto tiene que ser un error’, afirma.
En 2010, vivió una situación similar; el apoyo del decano de su universidad, su fraternidad y activistas la salvaron