Acusan omisión médica a Ruffier
Juan Carlos Ruffier, el padre argentino al que se le acusó de secuestrar a su propio hijo en el 2005, se encuentra actualmente bajo arresto en el Centro de Detención del Condado de El Paso por los cargos de secuestro de un menor, amenazas directas a un oficial federal, obstrucción de justicia y de mal uso de intercomunicación estatal.
Sin embargo, la abogada de Ruffier manifestó que el trato que se le ha dado no es digno para un ser humano.
“Ruffier no está recibiendo la medicación necesaria para mantenerlo con vida”, expresó en exclusiva para El Diario de El Paso, Marisa González, abogada de Ruffier en Argentina.
Según González, su cliente sufrió un infarto en enero del 2014 y actualmente es portador de un marcapasos.
De acuerdo con documentos emitidos por médicos del Hospital Carlos G. Duran, de la ciudad de Buenos Aires, Ruffier cuenta con antecedentes de cardiopatía isquémica, ha sufrido un infarto agudo de miocardio en el 2014, lo que ocasionó que se le colocara un stent (o marcapasos) en la arteria circunfleja.
“Al momento de entregarse a prisión se trajo consigo toda la medicación necesaria, pero los U.S. Marshalls, en lugar de mandar a analizar las pastillas, se las tiraron a la basura y ahora no le quieren proporcionar dichos medicamentos”, expresó González.
Y es que según las causas que manifiestan las autoridades en cuanto a la provisión de medicamentos, ‘es que son muy caros’, dijo González.
“Hoy en día, él necesita un nuevo marcapasos, pero un doctor del Texas Tech dijo que no se le va a poner, porque en prisión no le dan los medicamentos que necesita”, manifestó la abogada.
“Esta situación ya está denunciada a la Comisión de Interamericana de Derechos Humanos. Sin embargo, creo que ellos (la defensa) harán todo lo posible para exonerar sus errores, si Ruffier pierde la vida, es lo más conveniente”, manifestó González.
El padre acusado de secuestrar a su hijo
Ruffier se entregó en uno de los puentes internacionales en el mes de marzo pasado, después de que se le acusara de secuestrar a su propio hijo en el 2005.
Su caso es conocido en diversas partes del mundo, dado que involucra a las autoridades estadounidenses, a las argentinas y las rusas.
Juan Carlos Ruffier, era piloto aviador cuando conoció a su mujer en Bielorrusia. Se casaron y tuvieron un hijo, Jonathan, quien nació en Argentina.
Tras mudarse a El Paso, Texas, un día su mamá desapareció con el niño y empezó la odisea del padre, quien tras localizarlo en Rusia, se lo llevó y fue acusado de secuestro.
A pesar de ya haberse reunido con Jonathan y contar con la declaración por escrito y firmada de la madre, quien le cedió la custodia, ante las leyes estadounidenses sigue siendo un criminal.
En mayo del 2005 Ruffier regresa con su hijo a la República Argentina, Olga, la madre del menor, se presentó ante el Tribunal de Distrito 327 del Paso, Texas.
La jueza Linda Chew dicta nuevamente el divorcio y la custodia a la madre y ordena un pedido de captura Internacional contra Ruffier justificando que éste había sido notificado.
Ruffier sigue en prisión, y su caso continúa a espera de la decisión final del juez de distrito.