Se complica defensa de inmigrante colombiana detenida
La madre de familia está en riesgo de ser deportada
Los defensores de la madre neomexiquense que, a principios de este mes fue detenida por agentes encubiertos de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) mientras salía rumbo a su trabajo, se han topado con un muro al pedir su liberación.
‘No recibimos buenas noticias en una junta que tuvimos con el subdirector (Alfredo) Fierro, pero eso no quiere decir que nos vamos a dar por vencidos, vamos hasta el final, hasta el mero día que tome la decisión, y que es cuando vamos a tomar la decisión de dejar de pelear el caso’, comentó Johana Bencomo, vocera de Comunidades en Acción y de Fe, una de las entidades que están abogando para frenar la deportación de Francia Elena Benítez Castaño.
La madre de familia, empleada doméstica y residente de Las Cruces durante los últimos 20 años, fue detenida el 9 de mayo junto con su hijo mayor, Jefferson Taborda, por agentes encubiertos de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), mientras salía rumbo a su trabajo.
Ahora enfrenta un proceso de deportación que la podría enviar a Colombia, su país de origen. Según los defensores del caso, Fierro tendía la última palabra sobre si proceder o no con la deportación de Benítez Castaño.
‘Este es un asunto civil no una felonía o una ofensa criminal. Si quieres comentar que ella violó la ley, haz un examen de conciencia cuando conduces a exceso de velocidad en tu camino hacia el trabajo; estoy seguro que todo mundo quebranta la ley a diario’, manifestó Taboda, quien fue liberado el 11 de mayo, amparado por el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
Desde su detención, más de medio centenar de personas se manifestaron en las afueras de la parroquia de Nuestra Señora de la Salud (Our Lady of Health), en el 1178 Norte de la calle Mesquite, exigiendo la liberación de Benítez Castaño.
Entre los manifestantes se encontraba monseñor Oscar Cantú, obispo de la Diócesis católica de Las Cruces. El obispo dijo que las autoridades deben concentrarse en personas que pudieran ser dañinas a la sociedad, no en aquellas que trabajan duro, crían familias responsables y participan en su comunidad.