Agradecen sacrificio en pro de la libertad
Lo que para muchos representa un fin de semana largo y una oportunidad para convivir con amigos y familiares, para personas en el ámbito militar el ‘Memorial Day’ es un día para recordar a aquellos hombres y mujeres que murieron en las guerras. Miembros de la asociación 82nd Airborne Division rindieron ayer un homenaje a todos los soldados que dieron sus vidas en combate, donde se contó con la presencia de veteranos y familiares de soldados caídos.
Con el emblemático saludo a la bandera y entonando el Himno Nacional, fue como dio inicio la ceremonia a donde asistieron un centenar de personas, vistiendo gorras de veteranos y los colores de la bandera estadounidense, en el histórico Cementerio Concordia.
“Este día es para honrar a todos los soldados que han servido (al país) y ellos merecen ser recordados por todos”, dijo John Ceballos, vocero de la asociación.
Otros como Jaime Carrillo, prefieren recordar a sus seres queridos de una forma más ‘privada’, sin los homenajes. “Es bonito que venga gente y los recuerde y les dé las gracias por todo lo que hicieron por nosotros. Aunque yo prefiero evitar los grandes eventos y visitarlos yo solo”, indicó Carrillo.
Mantienen viva la tradición
Para Ceballos es “triste” que la gente olvide a los más de 263 soldados que están sepultados en el Concordia.
“La gente piensa automáticamente en Fort Bliss, pero aquí (Cementerio Concordia) también hay veteranos que merecen el mismo respeto que los que están enterrados en cementerios bonitos”, mencionó.
Ceballos agregó que es importante que la gente no olvide que no sólo los “grandes cementerios” tienen héroes en sus tumbas.
“La gente cree que porque hay grava y arena no hay nadie importante aquí, pero eso es mentira; tenemos soldados de básicamente todas las guerras que son dignos de recordar”, expresó Ceballos.
Veteranos como Carl Frietze, que perteneció a los Marines por tres años, acude cada año al panteón en compañía de su hija y nietas para honrar a sus compañeros.
“Venimos a mantener viva la tradición y enseñarle a nuestros niños que no sólo se trata de días libres, sino de recordar a los que pelearon por nosotros para tener un mejor país”, comentó Frietze.
Por este motivo las nietas de Frietze, Isella, de seis años, y Sophia, de cuatro, llevan flores en colores blanco, rojo y azul para colocarlas en las tumbas de los soldados fallecidos.
“Son personas que no conocemos, pero no es necesario conocer a alguien para darle las gracias y honrarlo”, agregó.