¡Ay Dios. Los Trump siguen multiplicándose!
Los hijos no están bien. Veamos ahora. Se está investigando a Jared Kushner, el yerno de Donald Trump, por las extrañas reuniones de capa y espada con los rusos. Ivanka acaba de recibir un montón de dinero de los sauditas para su beneficencia favorita. Eric y Don Jr. están viajando por el mundo para promover los hoteles y campos de golf Trump, mientras los cuida el Servicio Secreto por cuenta nuestra.
Tiffany estudiará derecho. Si tan sólo los otros estudiaran derecho.
Pregunta: ¿quién es su mini-Trump favorito? Yo me siento algo apegado a Eric, el que comparó al simulacro de ahogamiento con una novatada de una fraternidad.
En teoría, se supone que Eric y Don, Jr. están totalmente desconectados del gobierno, que administran el negocio de la familia en una forma tan separada del presidente que fácilmente podrían estar trabajando en una dimensión totalmente diferente. Jajaja.
“Yo no hablo sobre el gobierno con él y él no habla sobre el negocio con nosotros. Es una especie de pacto inalterable que hicimos, y es algo que respetamos”, le dijo Eric a “Forbes”, a principios de este año.
Después, “Forbes” reportó, que unos “dos minutos después”, Eric dijo sólo que todavía estaba haciendo “informes de rentabilidad y cosas como esas” para el presidente. El y papá son “bastante inseparables”, añadió Eric.
Sí, cómo no. Además de viajar por el mundo para hacerle publicidad a los campos de golf de Trump y pasar el tiempo con inversionistas potenciales, Eric y Donald, Jr., también están trabajando el lado político de la calle. Los muchachos se reunieron hace poco con los dirigentes republicanos para hablar de los planes para las elecciones del 2018. (Por cierto, Don, Jr., es el que hace poco estuvo disparándoles a perros de las praderas en temporada de cría.)
Lara, la esposa de Eric, también estuvo en la reunión. ¡Más parientes! Cuando no está hablando con líderes republicanos, Lara está activa en una organización de derechos de los animales llamada Beagle Freedom Project. Ayuda a encontrarles hogar a los perros a los que se usó en estudios científicos, lo cual es encomiable. Por otra parte, uno de sus dirigentes pasó seis años en la cárcel por acosar a los investigadores.
A su suegro no le gustan mucho las mascotas, lo que ahora parece algo bueno. Dada la forma en la que él opera, si Trump tuviera, por decir algo, un cocker spaniel, es probable que ahora fuera un subsecretario de agricultura.
A últimas fechas, los parientes de Trump de los que hemos estado oyendo hablar más son Ivanka, una asesora presidencial oficial, y su esposo Jared, cuya cartera incluye la modernización del gobierno y llevar la paz a Oriente Próximo. Hace poco acompañaron al presidente en su viaje por el extranjero; el que empezó en Arabia Saudita con divertidas festividades y la esfera brillante.
Los Trump estuvieron allí, los sauditas y los Emiratos Arabes Unidos anunciaron que estaban honrando a Ivanka con un donativo de 100 millones de dólares al fondo del Banco Mundial para las mujeres emprendedoras.
Quizá se recuerde el debate presidencial en el otoño, en el que Trump denunció a la Fundación Clinton por aceptar dinero de países árabes conservadores como, mmm, Arabia Saudita. (“¿Hablan de las mujeres y de los derechos de las mujeres? Se trata de gente que empuja a los gays de los edificios. Son personas que matan a las mujeres y tratan horriblemente a las mujeres. Y, no obstante, aceptan su dinero”.) Ah, pero bueno.
El problema actual de Jared es el misterioso canal entre bastidores que intentó establecer con los rusos. Como tantísimas cosas que involucran a este gobierno, es una controversia en la que la mayor parte de la interpretación positiva es que él no tenía ni idea de qué demonios estaba haciendo.
En diciembre, Kushner se reunió con Serguei Gorkov, el jefe del banco de Rusia, para hablar sobre establecer un sistema especial de comunicaciones, aparentemente para que pudiera hablar sin que escuchara la inteligencia estadounidense.
Tuvo que ser desastroso de alguna forma porque estaba involucrado Mike Flynn. Entre las explicaciones posibles están:
A) El gobierno entrante había instruido a un desarrollador inmobiliario, de 36 años de edad, sin ninguna experiencia en el gobierno, para que resolviera la crisis siria mientras que les ocultaba esto a todos, excepto a Putin.
B) Jared estaba tratando de hacerle un favor a su cuñada Lara al establecer un canal para sacar de contrabando de Rusia a los sabuesos maltratados.
C) Se trata del dinero ruso que respalda los negocios de Trump.
Claro que yo me inclino por los sabuesos. Pero siéntanse libres de ser cínicos.
“Sabemos que las operaciones empresariales de Kushner necesitan constantemente préstamos e inversionistas. Es altamente sospechoso”, dijo Fred Wertheimer de la organización por el buen gobierno, Democracy 21.
Solía especializarse en la reforma al financiamiento de las campañas, pero ahora Wertheimer vive en un mundo en el que la hija de un presidente se junta con papá para cenar con el presidente chino el mismo día en el que le dan los derechos de marca registrada para vender oropel de Ivanka Trump en China.
Y si hablamos de contactos sórdidos con inversionistas extranjeros, la semana pasada, Chuck Grassley, el presidente de la Comisión de Asuntos Judiciales del Senado, solicitó una investigación sobre “las declaraciones y tergiversaciones potencialmente fraudulentas” que hizo una compañía china que promueve acuerdos que parecían involucrar visas estadounidenses para financieros que hicieron grandes inversiones en un proyecto de condominios lujosos en Nueva Jersey.
Kushner Cos está construyendo los condominios y la hermana de Jared los estaba comercializando. ¡Sí! No tienen fin.