Conspiraron vs alumnos procedentes de México
Parte de la estrategia de un grupo de funcionarios escolares de El Paso para evitar la pérdida de fondos federales por las bajas calificaciones de ciertos planteles era excluir, a toda costa, a los estudiantes procedentes de México.
El jueves durante el juicio contra los ex administradores del Distrito Escolar Independiente de El Paso (EPISD), Jesús Chávez, ex director de Bowie High School, testificó cómo fue que los alumnos mexicanos se volvieron “blanco” de la conspiración.
Chávez dijo en julio de 2016 que manipuló expedientes de estudiantes, cifras de asistencia y sacó a estudiantes del décimo grado para no afectar “los números” del resultado del examen estatal TAKS de la escuela.
Sin titubear el ex director detalló cómo se involucró en el fraude escolar, en el que se alteraban las cantidades de alumnos que debían tomar el examen estatal conocido como TAKS para no perder fondos federales.
“La orden de (Lorenzo) García era clara, había que sacar a la escuela del problema en el que estaba (la iban a cerrar) y sólo sacando a ciertos estudiantes podríamos salir de eso”, indicó Chávez.
Les tomaban fotos cruzando puente para negarles educación, revelan en juicio
Mencionó que los estudiantes procedentes de México se volvieron un “problema” ya que la mayoría no hablaba inglés, generando un sobrecupo en clases de estudiantes LEP (Limited English Proficiency, o Dominio Limitado del Inglés). Lo que provocó una “cacería” de estudiantes que cruzaban “el puente” todos los días.
Según Chávez a estos alumnos se les tomaban fotografías, para utilizarlas en su contra diciendo que no podían estudiar en Estados Unidos si vivían en Juárez.
“No sé quién dio esa orden, pero era lo que pasaba”, dijo Chávez.
Pero esto no fue todo, ya que por órdenes “superiores” a los alumnos que habían cursado la escuela en México, no se les acreditaban las clases para poder mantenerlos en noveno grado.
“Les decíamos que les faltaban algunos créditos mientras pasaba la época de exámenes y ya después les decíamos que ya los habían obtenido y los movíamos directamente al onceavo grado”, explicó Chávez.
Cuando el fiscal le preguntó a Chávez que si estas acciones eran por “el bien” de los estudiantes, el ex director contestó que no.
“Todo era en beneficio del Distrito, no de los alumnos”, recalcó.
Por su participación en el fraude, a Chávez le fueron retiradas sus licencias para ser director o administrativo, pero no así su licencia como maestro, la cual sólo fue suspendida por cinco años. Accedió a testificar contra sus ex colegas, y no recibió cargos criminales.
Presionados
Como parte de su testimonio Chávez comentó que se reunía con los alumnos de “bajo nivel” o que no iban a graduarse para presionarlos a dejar sus estudios culpándolos del mal estado de la preparatoria, asegurándoles que si se iban las cosas mejorarían.
Mientras que por otro a los alumnos que querían seguir estudiando los “bloqueaba” para que no se pudieran inscribir en Bowie.
“Les decía que tenían que venir con sus papás, aunque esto no era verdad. El caso era mantenerlos fuera”, comentó.
Ya que según Lorenzo García, ex superintendente de EPISD; Damon Murphy, ex superintendente adjunto, y James Anderson, superintendente asistente, era muy simple lograr los “objetivos” si se hacían las cosas como “tenían” que hacerse.
“Decían (García, Anderson y Murphy) ‘no te dispares en la pierna’ sólo no los inscribas y ya”, relató.
Las cosas salen mal
Ante la negativa de los administradores de Bowie para inscribir a alumnos, en la escuela los padres de familia comenzaron a quejarse con la oficina central de EPISD, lo que encendió “los focos rojos”.
“Cuando vieron que todo se estaba descubriendo, quisieron decir que todo había sido mi culpa, que todo fue mi plan. Como ya no les convenía, yo era el malo”, dijo Chávez.
Chávez agregó que aunque el Distrito quería hacer creer que todo el problema estaba en Bowie, la “realidad” era que todas las escuelas en EPISD estaban haciendo lo mismo.
Acusando directamente a John Tanner, ex director de Austin High School, de realizar las mismas prácticas en la escuela a su cargo.
“Yo no entendía por qué sólo yo estaba en el ojo del huracán si todas las otras escuelas estaban en lo mismo”, mencionó.
Esto debido a que las quejas llegaron a oídos de Mark Mendoza, director de Servicios para Alumnos de EPISD. (Karla Valdez/El Diario de El Paso) kvaldez@diariousa.com