Confían empresarios en que no habrá marcha atrás
Hace unos meses la comunidad empresarial fronteriza reaccionó con zozobra ante la posibilidad de que la administración de Donald Trump hiciera cambios drásticos al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA), en perjuicio de un mecanismo comercial que ellos consideran exitoso a lo largo de más de dos décadas.
Pero a medida que la Casa Blanca se ha ajustado a las realidades políticas y ya no se habla de una “retirada” de NAFTA, sino de una “modernización” del tratado, el ánimo de los empresarios locales se ha levantado.
Ayer, en una reunión binacional de industriales en El Paso, muchos hablaban cautelosamente sobre la oportunidad de mejorar el mecanismo de libre comercio en beneficio de los tres socios comerciales que son México, Estados Unidos y Canadá.
La reunión, organizada por el Banco de la Reserva Federal de Dallas, sucursal de El Paso, reunió a unas 100 personas, incluyendo líderes como Jon Barela, director ejecutivo de Borderplex Alliance y Jerry Pacheco, director de la Asociación Industrial Fronteriza, asentada en Santa Teresa, Nuevo México.
También estuvo Pedro Garza, representante del Banco de México; Tom Fullerton, economista de la Universidad de Texas en El Paso y el cónsul de México en El Paso, Marcos Bucio.
Los ponentes dieron sus puntos de vista sobre temas de comercio, inmigración y asuntos de inversión, así como de previsiones sobre el futuro económico de la maquila.
Uno de los puntos que llamaron la atención fue el mencionado por Fullerton, quien señaló que se ha observado disminución en la solicitud de asistencia de familias paseñas al Estado.
“Esto ocurre cuando ambas ciudades han elevado sus tasas de desempleo… es una buena señal de que la economía regional está comportándose de una manera más estable”, dijo, aunque no descartó que las medidas migratorias del presidente Trump también estén influyendo en este comportamiento, aunque no en gran medida.
Por otro lado, reconoció que “Ciudad Juárez es la urbe que ocupa más trabajadores y productos de manufactura que serán exportados a Estados Unidos, principalmente, pero también a otros países. Es el coloso del Norte, tiene más actividad manufacturera que, incluso, Tijuana”.
Garza, por ejemplo, comentó que en un entorno en el que la economía mundial se ha recuperado de manera frágil y lenta, “la economía mexicana ha mostrado resiliencia y ha crecido de manera continua, si bien a un ritmo moderado”.
En especial como producto de la retórica política practicada desde la Casa Blanca en los últimos meses. Los principales factores que incidieron de manera negativa en la actividad comercial fueron el deterioro en la confianza de los consumidores, el incremento en la inseguridad, así como la reducción de los salarios reales ante el aumento en la inflación, en particular en la venta de vehículos y el incremento en las remesas.
Pero remarcó que, en miras a una renovación del TLC, “se debe continuar con el oportuno accionar de la política monetaria y de medidas que contribuyan al buen funcionamiento de los mercados financieros, potenciando con ello la efectividad de dicha política”.
Además, dijo, “debe garantizarse el cumplimiento del proceso de consolidación fiscal, al tiempo que se debe seguir fomentando la adecuada ejecución de las reformas estructurales”.